Aún recuerdo cuando hace unas semanas elaboraba el listado de novedades en HBO España para el mes de mayo y me topé con una escueta sinopsis de 'Years and Years'. Tan escueta que lo único que me llamaba la atención realmente es que era la nueva ficción de Russell T. Davies ('Doctor Who', entre otros) y que participaba Emma Thompson. Poco me imaginaba que nos encontraríamos con una de las series más estimulantes de 2019.
Sobre el papel, esta miniserie de seis episodios de BBC era la "historia de la agitada familia Lyon a lo largo de quince años clave de la sociedad británica, repletos de convulsos cambios políticos, económicos y tecnológicos". Una sinopsis que dejaba muchas dudas pero que generaba curiosidad por ver a qué se referían exactamente.
Y lo que nos encontramos a lo largo de 'Years and Years' es, simplemente, cómo se construye una distopía. Al igual que vemos 'El cuento de la criada' y pensamos que "esto puede pasar mañana", en estas seis horas de tesis Russell T. Davies dice "así es cómo" a través de un cúmulo de granos de arena que terminan siendo una montaña inescalable.
Pero no nos adelantemos a los acontecimientos y vayamos al inicio, a 14 de mayo de 2019. En esa fecha Viv Rook (Emma Thompson), empresaria, protagoniza una gran polémica al asegurar que no le importa una mierda el conflicto palestino-israelí, sobre todo porque a ella lo que le preocupa es que le vacíen los contenedores, tener las calles limpias, que no se aparque en las aceras, etc.
Los hermanos Lyon asisten desde el sofá de sus casas, en directo y estupefactos, a este debate televisivo que supone la semilla de la carrera política de tan populista personaje. En un interludio en el que vemos los futuros principales acontecimientos (desde la reelección de Trump, la muerte de Isabel II y Rusia invadiendo Ucarnia, entre otros) saltamos cinco años, a 2024: el año que lo cambió todo.
En este año, Daniel Lyons (Russell Tovey) trabaja para el ayuntamiento de Manchester, haciendo todo lo que pueda para albergar a los refugiados ucranianos (entre los que se encuentra Viktor, Maxim Baldry); Stephen Lyons (Rory Kinnear) y su mujer Celeste (T'Nia Miller) reciben con estupor la noticia de que su hija Bethany (Lydia West) es transhumana y su plan es vivir para siempre gracias a la tecnología (y subir su consciencia "a la nube").
El "Black Mirror" de Russell T. Davies
Sobre si lo hace o no lo vamos a dejar en el aire porque spoilers. El caso es que una buena manera de describir la serie es sobre qué pasaría si 'Black Mirror' fuera una saga familiar. Es más, tras una temporada en la que la serie de Brooker ha perdido parte de su chispa y relevancia, Russell T. Davies ha tomado la delantera mostrándonos unos cambios tecnológicos y sociales que, si bien son especulativos, asustan.
Lo cual es normal sabiendo que la serie viene de la mente pensante del relanzamiento de 'Doctor Who' en 2005 y que, además, nos supo tener en auténtico vilo con 'Torchwood: Children of Earth'. Pero Davies no solo es guionista de ciencia ficción, sino que también es un guionista que se ha especializado en temáticas LGTB y sociales. Es el hombre detrás de, entre otros, la atrevida (sobre todo para la época) 'Queer as folk' y del drama de época 'A Very English Scandal'.
Y aquí Davies hace una mezcla y toca todo lo que le gusta. No es una ciencia ficción aventurera, sino una mundana y más familiar y a pie de calle. Personas que solo quieren relajarse en el sofá y establecer un "link" mediante sus "Signores" (altavoces inteligentes) para hablar entre todos mientras ven las noticias. De hecho esas escenas podrían estar sacadas perfectamente del reality 'Gogglebox' (que tuvo una brevérrima adaptación española titulada 'Aquí mando yo').
Construyendo una distopía
En cada episodio avanzamos un año, de 2024 en adelante. Y en cada año las cosas van cada vez más ajustadas. No daremos más detalles para no estropear a nadie la serie, aunque podemos resumirlo en que el mundo occidental tal y como lo vemos se va al garete. Pero Inglaterra prevalece. Como dice la propia Viv Rook interpretada por una Emma Thompson que ha venido a divertirse: cuando más ha brillado el país es cuando más "solos" han estado en el mundo. Esas pequeñas anomalías (que incluyen, claro, cambios climáticos) se han convertido en la norma.
Y el futuro descrito por 'V de Vendetta', por 'El cuento de la criada' (con distancias en ambos casos) y por tantas y tantas ficciones distópicas deja de ser hipotético o especulativo. En 'Years and Years' se dirigen a ello. Paso a paso. Secuencia a secuencia y con una abrumadora y fantástica música que nos traslada de momento en momento. Ya están (casi) ahí.
No se puede negar que a 'Years and Years' se le ven las costuras (e incluso los agujeros al no justificar ciertas cosas). Pero, por otro lado, Russell T. Davies sabe cómo hacer para que no tiremos de ellas. Para que ignoremos sus trampas y que con lo que nos quedemos es que tengamos una buena ración de historia y drama humano y cambios sociales en cada episodio.
El guionista ya demostró en otras ocasiones y holgadamente que sabe apelar a nuestros instintos y a nuestras emociones. Y es consciente de qué es lo que necesita hacer para que estemos (o hayamos estado ya que está apunto de terminar su emisión lineal) semana tras semana elucubrando qué es lo que le espera a los Lyon y si se ejecuta la temible distopía. Y porque ya acaba, que si no estaría viéndolos decenas de episodios más.
Ver 3 comentarios