ARM pisa el acelerador: sus nuevas CPU y GPU nos prometen colocar el listón de Android por las nubes

Los chips ARM por los que apostará la próxima generación de smartphones con Android ya están aquí. Esta compañía británica acaba de presentar TCS23 (Total Compute Solutions 2023), la plataforma que aglutina las CPU y GPU que encontraremos en la siguiente hornada de teléfonos móviles. Llegan con varias promesas importantes bajo el brazo, pero una brilla más que las demás: su nueva CPU insignia incorpora los núcleos Cortex-X más eficientes hasta la fecha.

Los nuevos procesadores han sido implementados sobre la microarquitectura Armv9.2, y están disponibles en forma de tres núcleos diferentes: Cortex-X4, que es el más ambicioso; Cortex-A720, el modelo intermedio; y Cortex-A520, que es la CPU más modesta del nuevo porfolio. En lo que se refiere a las GPU tenemos otras tres opciones con arquitectura de quinta generación: la lógica gráfica Immortalis-G720, que es la más avanzada; Mali-G720 y Mali-G620.

Mejoran el rendimiento, la eficiencia y la escalabilidad, según ARM

Por el momento no nos queda más remedio que ceñirnos a lo que nos dice ARM, pero sí, sobre el papel sus promesas pintan muy bien. Para abrir boca podemos indagar en su núcleo más avanzado, el Cortex-X4. Según sus creadores rinde hasta un 15% mejor que el Cortex-X3, que está implementado sobre la microarquitectura Armv9.0, y es un 40% más eficiente que este último núcleo. El incremento del rendimiento no está nada mal, pero la mejora de la eficiencia es sorprendente. Veremos si estos datos están alineados con las prestaciones reales de los móviles.

Otro dato importante que merece la pena que no pasemos por alto es su escalabilidad. Y es que estos núcleos podrán estar respaldados por una memoria caché de nivel 2 con una capacidad de hasta 2 MB, de manera que los clientes de ARM podrán dimensionar sus procesadores con flexibilidad para balancear correctamente su relación coste/rendimiento. Además, como podíamos prever, los núcleos Cortex-X4, Cortex-A720 y Cortex-A520 se pueden combinar con flexibilidad para poner a punto una gama amplia de CPU.

Por otro lado, los núcleos Cortex-A720 son, de nuevo según ARM, hasta un 20% más eficientes que los Cortex-A715. Y los Cortex-A520 hasta un 22% más eficientes que sus predecesores, los Cortex-A510. El incremento de la eficiencia de estos dos tipos de núcleos no es tan impactante como la mejora que en teoría nos entregan los núcleos Cortex-X4, pero no está mal. Y, desde luego, todas las innovaciones que contribuyan a mejorar la autonomía de nuestros dispositivos móviles son muy bienvenidas.

La arquitectura de GPU de 5ª generación despunta por su eficiencia

Vamos ahora con las nuevas GPU. La lógica gráfica más ambiciosa de ARM para la próxima generación de smartphones es la Immortalis-G720, y, sobre el papel, aventaja con claridad a su predecesora, la Immortalis-G715, en todos los frentes. Y es que acapara un ancho de banda del bus de memoria hasta un 40% inferior; su rendimiento por vatio se ha incrementado un 15% en valor promedio; rinde un 15% mejor y duplica la productividad cuando en el renderizado de las imágenes se ve involucrada la tecnología HDR. No suena nada mal.

Las otras dos lógicas gráficas con microarquitectura de quinta generación, Mali-G720 y Mali-G620, también superan con claridad según ARM a sus predecesoras en eficiencia y rendimiento global. No obstante, estas nuevas GPU han sido optimizadas para entregarnos una productividad hasta un 25% más alta cuando lidian con algoritmos de aprendizaje profundo, un escenario de uso que ha adquirido una importancia enorme debido a la explosión de la inteligencia artificial. Crucemos los dedos para que todo lo que nos ha prometido ARM se materialice cuando lleguen los primeros smartphones equipados con estos chips.

Imagen de portada: ARM

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