El nuevo paquete de sanciones de EEUU entrará en vigor el próximo 16 de noviembre
La tarjeta gráfica GeForce RTX 4090 es muy potente en aplicaciones de inteligencia artificial
La GeForce RTX 4090 es objetivamente la GPU para equipos de sobremesa más capaz que podemos comprar actualmente. Su precio la coloca fuera del alcance de la mayor parte de los jugadores (es difícil encontrarla por menos de 1.800 euros), pero quien tiene la oportunidad de hacerse con ella sabe que podrá jugar a la mayor parte de los títulos de última hornada a 2160p y con la mejor calidad gráfica disponible sin que la cadencia de imágenes por segundo se resienta.
A los procesadores gráficos para PC se les da bien la inteligencia artificial. De hecho, la arquitectura de los chips que diseña NVIDIA expresamente para este escenario de uso, como los modelos A100 y H100, es muy similar a la de una GPU para jugar. La principal diferencia consiste a grandes rasgos en que aquellos subsistemas que tienen un impacto más profundo en el rendimiento al ejecutar procesos de inteligencia artificial suelen sobredimensionarse en los chips diseñados específicamente para afrontar esta tarea.
Sea como sea la GPU GeForce RTX 4090 es una auténtica bestia. Tiene 76.000 millones de transistores, 16.384 núcleos CUDA, 512 núcleos Tensor de 4ª generación y una capacidad de cálculo de operaciones FP32 de nada menos que 90 TFLOPS. Precisamente esta abrumadora potencia es lo que la ha colocado en el punto de mira del Gobierno de EEUU. Y lo que ha llevado a la Administración liderada por Joe Biden a prohibir a NVIDIA que continúe vendiendo esta tarjeta gráfica en China.
NVIDIA saldrá malparada cuando entren en vigor las nuevas sanciones de EEUU
El Departamento de Comercio de EEUU ha anticipado que el próximo 16 de noviembre entrará en vigor un nuevo paquete de sanciones que persigue poner fuera del alcance de China, Rusia, Irán y otros países afines algunos semiconductores y equipos de litografía que hasta ahora estaban siendo comercializados legalmente en estos mercados. Después de cinco años de sanciones resulta sorprendente que EEUU aún tenga margen para seguir incrementando la presión sobre China, pero esta medida demuestra que lo tiene.
A partir de ese momento NVIDIA, que es una de las empresas más afectadas por estas prohibiciones, ya no podrá vender en China sus chips para inteligencia artificial A800 y H800, que hasta ahora sí estaba vendiendo porque satisfacían los requisitos impuestos por la Administración estadounidense. Además, como os hemos anticipado desde el titular de este artículo, tampoco podrá continuar vendiendo a las empresas chinas su GPU más potente. Un apunte: otra de las compañías que está viendo cómo sus cuentas se resienten debido a las sanciones es ASML.
Es evidente que al Gobierno de EEUU no le importa que los jugadores chinos se hagan con una tarjeta gráfica GeForce RTX 4090. Lo que quiere impedir al incluir esta GPU en el nuevo paquete de sanciones es que el Gobierno chino la utilice para aplicaciones de inteligencia artificial. El parámetro en el que se ha fijado hasta ahora el Departamento de Comercio para identificar los chips que no pueden ser vendidos a China y los países de su órbita es su capacidad de transferencia de información. Sin embargo, en adelante lo que importará será su rendimiento. Esto es lo que ha colocado a la GeForce RTX 4090 en el punto de mira.
Más información: Departamento de Comercio de EEUU
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