Hoy durante el arranque de la conferencia anual para desarrolladores de Intel se ha soltado una bomba, un movimiento estratégico que muchos pronosticaban que sería lo mejor para la industria pero se veía muy distante y hasta imposible. Hoy Intel y ARM están anunciado un acuerdo que permitirá que Intel fabrique microprocesadores bajo la famosa arquitectura ARM.
La importancia de este acuerdo radica en el hecho de que por años Intel y ARM han sido rivales, donde a pesar de que ARM, recientemente adquirida por SoftBank, no fabrica los procesadores, sí posee un diseño líder en la industria móvil que actualmente encontramos en compañías como Qualcomm, Samsung, Apple, entre otras.
Intel a punto de posicionarse como el fabricante número uno en microprocesadores
Sí hace unos días veíamos como Samsung seguía ganado terreno en la fabricación de chips, quienes actualmente tienen licencia para usar arquitectura ARM, al hacerse con contratos para producir las GPUs de Nvidia, el Snapdragon 820 de Qualcomm, y una posible alianza con AMD, ahora con este nuevo acuerdo comercial entre Intel y ARM la situación se antoja complicada para los surcoreanos.
Esto porque Intel será capaz de fabricar chips basados en ARM bajo sus procesos de 10 nanómetros, algo que podrán usar tanto para sus diseños propios como para los diseños de otras compañías, lo que haría que por ejemplo Apple, que ha trabajado por años con Intel, decida terminar su relación con TSMC e irse con Intel, quien actualmente está presente en toda la gama de ordenadores iMac y MacBook.
Este acuerdo es el inicio de una importante estrategia para que Intel gane nuevos clientes y ahora no sólo sea el dominante en el mercado de ordenadores, sino también dentro del mercado móvil, donde la arquitectura ARM está presente en un 90% de los dispositivos.
Otra lectura que podemos descartar de esto, aunque no se ha mencionado en las notas de prensa, es que Intel tendrá una nueva oportunidad de entrar en el mercado móvil con diseños propios, mercado donde fracasaron de forma estrepitosa al no poder competir contra la arquitectura ARM; algo ideal ahora que su procesador Atom ha sido descontinuado, por lo que la estrategia es clara y pone a Intel ante un escenario privilegiado donde actualmente la mayor parte de sus ingresos proviene de la fabricación de chips para ordenadores, y con este acuerdo quieren recuperar el terreno perdido en el mercado móvil, el de mayor y más rápido crecimiento actualmente.
Esto se pondrá muy interesante.
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