Los nuevos microprocesadores de Intel y AMD ya están aquí. El incremento del rendimiento que nos proponen tanto los Ryzen 7000 como los Core de 13ª generación frente a sus predecesores es muy importante, y no cabe duda de que esta es una buena noticia. Sin embargo, a los usuarios nos interesa no pasar por alto que estas CPU también son muy exigentes con la refrigeración. Y que pueden llegar a consumir mucha energía, especialmente los chips de Intel.
Afortunadamente, los usuarios tenemos a nuestro alcance herramientas que pueden resultarnos muy útiles para sacar el máximo partido a estos procesadores, y, lo que es más importante, también nos permiten actuar sobre su consumo. De hecho, si estamos dispuestos a sacrificar en determinados momentos una parte de su rendimiento podemos reducir perceptiblemente su consumo. Y, en consecuencia, también nuestra factura eléctrica.
La herramienta en la que vamos a indagar en este artículo se llama Extreme Tuning Utility (XTU), ha sido desarrollada por Intel, y nos permite actuar sobre el comportamiento de los microprocesadores Intel Core de 7ª generación en adelante. Es una utilidad muy valiosa para los entusiastas del overclocking, pero también resulta muy útil para los usuarios que únicamente necesitan actuar sobre los parámetros de funcionamiento que contribuyen a reducir perceptiblemente el consumo de su CPU.
Extreme Tuning Utility, al descubierto
Este artículo no pretende ser una guía minuciosa de esta herramienta, por lo que os proponemos indagar en los parámetros más relevantes que nos permiten actuar sobre el comportamiento de nuestro procesador. De esta forma quien no esté familiarizado con este software podrá acercarse a él de una forma más amable, y, si lo necesita, podrá profundizar más en él sin dificultad.
Cuando manipulamos la mayor parte de los parámetros que nos entrega XTU en realidad estamos introduciendo modificaciones en la BIOS de nuestro PC. Eso sí, la interfaz de la herramienta de Intel es más amigable, y a muchos usuarios les intimidará mucho menos que trabajar directamente sobre la BIOS. No obstante, es importante que los usuarios avanzados sepan que habitualmente la BIOS pone en sus manos un abanico de parámetros más amplio que XTU, aunque, curiosamente, esta herramienta expone algunas variables que no son fácilmente accesibles a través de algunas BIOS.
Metámonos ya en harina. La primera captura recoge una sección de la pestaña Advanced Tuning, y aquí tenemos dos parámetros que nos interesa mucho no pasar por alto: Turbo Boost Short Power Max y Turbo Boost Power Max. El primero nos permite limitar el consumo instantáneo de la CPU cuando está habilitada la tecnología Turbo Boost, y el segundo limita su consumo sostenido en las mismas condiciones. Por defecto Turbo Boost Short Power Max, como podemos ver, no limita el consumo de la CPU, por lo que acotándolo podemos reducirlo perceptiblemente.
Antes de seguir adelante es importante que recordemos que a través de XTU estamos actuando sobre la BIOS, por lo que es necesario que seamos prudentes y manipulemos únicamente aquellos parámetros cuyos efectos conocemos. Processor Core IccMax y Core Voltage son dos variables especialmente delicadas debido a que nos permiten manipular el voltaje del núcleo de la CPU. Lo ideal es que solo los usuarios que están familiarizados con el overclocking recurran a ellas.
En la siguiente sección de la pestaña Advanced Tuning tenemos las variables que nos permiten activar y deshabilitar las tecnologías Turbo Boost Technology, Turbo Boost Short Power Max y Overclocking Thermal Velocity Boost. La primera de ellas permite a la CPU adecuar la frecuencia de reloj a la que trabajan los núcleos al estrés al que están siendo sometidos. Si la carga de trabajo es moderada su frecuencia se reduce para minimizar su consumo y reducir la energía que disipan en forma de calor, y si el estrés es máximo, su frecuencia se incrementa automáticamente.
Esta tecnología asigna los hilos de ejecución más exigentes y que requieren una menor latencia a los núcleos de la CPU más rápidos. Además, si el parámetro Turbo Boost Short Power Max está habilitado uno o varios núcleos pueden trabajar a la frecuencia de reloj más alta posible durante un breve lapso de tiempo si la carga de trabajo es máxima y la CPU se encuentra dentro de los límites seguros de potencia y temperatura.
Por último, activando Overclocking Thermal Velocity Boost estamos permitiendo al procesador practicar un overclocking automático sobre los núcleos sometidos a un mayor estrés, pero es importante que el sistema de refrigeración sea lo suficientemente eficiente para evitar que superen su umbral máximo de temperatura y entren en régimen de estrangulamiento térmico.
En la siguiente sección de la pestaña Advanced Tuning podemos ver los factores de multiplicación que actúan sobre cada uno de los núcleos de la CPU. El procesador que estamos utilizando es un Core i9-13900K, y tiene 8 núcleos de alto rendimiento (AR) y 16 núcleos de alta eficiencia (AE). Cada uno de los núcleos AR es capaz de procesar simultáneamente un máximo de dos hilos de ejecución, por lo que este procesador pueden lidiar a la vez con hasta 32 threads.
Desde la pestaña Real-Time Memory podemos actuar sobre el timing de los módulos de memoria de nuestro PC. Los fabricantes de estos módulos suelen indicarnos su latencia utilizando la nomenclatura ‘CL-tRCD-tRP-tRAS’, de manera que un módulo DDR4-3200 PC4-25600 puede tener unos timings de, por ejemplo, 16-18-18-38. En este caso el parámetro CL tiene un valor de 16, tRCD de 18, tRP de 18, y, por último, tRAS de 38. Estas cuatro cantidades nos indican cuántos ciclos de reloj invierte la memoria principal en llevar a cabo unas operaciones determinadas, por lo que lo ideal es que sean lo más bajas posible. Veamos con más detalle qué significan estos parámetros:
- CL (CAS Latency): el acrónimo CAS procede del término en inglés Column Address Strobe, que podemos interpretar como la señalización de las posiciones de memoria de una columna de la matriz de condensadores que constituye la memoria principal. Este parámetro nos indica cuántos ciclos de reloj necesita la memoria a petición del controlador para leer el primer bit de información de un dato una vez que ha accedido a la fila en la que reside la posición de memoria que lo contiene. Una forma de simplificar esta definición para hacerla un poco más asequible, aunque también algo menos precisa, consiste en describir esta latencia como el número de ciclos de reloj que transcurren desde que se lleva a cabo la solicitud de un dato hasta que está disponible. El parámetro CL suele ser el que los fabricantes de módulos de memoria describen con más claridad.
- tRCD (Row address to Column address Delay time): este parámetro nos indica el número mínimo de ciclos de reloj que transcurrirán desde el instante en el que el controlador señaliza una fila de posiciones de memoria hasta el momento en el que accede a la columna que contiene la posición en la que reside el dato que se pretende recuperar. Es importante que tengamos en cuenta que el timing tRCD nos está indicando un valor mínimo de ciclos de reloj, y no un valor absoluto.
- tRP (Row Precharge time): este parámetro refleja el número mínimo de ciclos de reloj que transcurrirán desde el instante en el que se lleva a cabo la petición de acceso a una nueva posición de memoria hasta el momento en el que se accede a la fila en la que reside la posición que contiene el dato que se pretende recuperar. Al igual que sucede con el parámetro tRCD, el timing tRP nos indica un valor mínimo de ciclos de reloj.
- tRAS (Row Address Strobe time): el último timing que nos interesa conocer describe el número mínimo de ciclos de reloj durante el que debe estar accesible la fila de la matriz de memoria en la que reside la posición en la que necesitamos leer o escribir para que esta operación se lleve a cabo con éxito. Al igual que tRCD y tRP, el parámetro tRAS nos indica un valor mínimo de ciclos de reloj, y no un valor absoluto.
Desde la pestaña Stress Test podemos pedir a la herramienta XTU que someta a nuestra CPU a una carga de trabajo alta para comprobar si los cambios que hemos introducido en los parámetros no comprometen la estabilidad de nuestro PC. Este componente es, además, muy interesante porque no nos permite estresar únicamente la CPU; también podemos poner a prueba la memoria principal si hemos manipulado alguno de los parámetros que hemos visto unos párrafos más arriba.
Por último, desde la pestaña Benchmarking podemos ejecutar una prueba de rendimiento para comprobar si los cambios que hemos introducido al actuar sobre los parámetros de la BIOS expuestos por XTU realmente conllevan un incremento de la productividad de nuestro procesador. Y, en caso de que sea así, este componente nos permite cuantificarlo.
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