Dentro de la enorme variedad de placas base que tenemos en el mercado existen unas cuantas que están destinadas al overclocking. Son pocas en comparación con el total, desde luego, pero hacen las delicias de cualquier usuario avanzado al ofrecer ciertas características que, si bien muchos no suelen utilizar nunca, llaman enormemente la atención.
En esta línea está la Gigabyte X58A-OC, que como habréis adivinado por el nombre es una placa base con Intel X58 y socket LGA1366 destinada al overclocking. Sí, eso es, en ella únicamente podremos utilizar los Core i7-900 de la pasada generación y que, a día de hoy, aún no tienen sustituto en los Sandy Bridge presentados en enero. Quizá podríamos decir que la X58A-OC de Gigabyte está desfasada, y en cierto modo así es. No obstante, también es cierto que promete un rendimiento suficiente como para tener un equipo que nos durará muchos años.
La principal característica de la nueva placa base Gigabyte X58A-OC es que incluye un conjunto de botones físicos para resetear y modificar la BIOS sin necesidad de tener el ordenador arrancado. Éste es un sistema muy parecido – o igual – al que ofrece Asus en sus placas base más punteras, como por ejemplo la Maximus IV Extreme. Otras funcionalidades incluidas en la Gigabyte X58A-OC son dual BIOS y uso de materiales preparados para disipar mejor el calor.
Por ahora no se ha filtrado ni precio ni fecha de lanzamiento, pero es de esperar que este modelo sea de los más caros del mercado. Yo pondría el punto de mira por encima de los 300 euros.
Más información | Gigabyte Daily.
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