Peter Wennink es quien llevó ASML a lo más alto y ha sufrido las sospechas tanto del gobierno chino como estadounidense por pensar que ayudaba a ambos bandos
El conflicto nada tiene que ver con el comercio o la tecnología, sino con la ideología, según él
ASML se ha convertido en el saco de boxeo en el conflicto entre Estados Unidos y China. Las máquinas de esta empresa europea son clave para la fabricación de chips cada vez más avanzados y las versiones más punteras, como la que ya tiene Intel, es capaz de producir más de 200 obleas por hora.
Sin embargo, China no puede hacerse con ella debido a los vetos que ha impuesto Estados Unidos debido a la guerra tecnológica y comercial. Sin embargo, el que fue mandamás de ASML durante los años de expansión de la empresa considera que no es una guerra comercial y que el conflicto, además, puede extenderse durante las próximas décadas.
Guerra de ideología. Peter Wennink se unió a ASML en 1999 como CFO, pero en 2013 pasó al control de la empresa en el puesto de CEO. Lideró hasta 2023, cuando se retiró y cedió el puesto a un Christophe Fouquet que se mostraba continuista con las políticas del anterior CEO. Y no es para menos, ya que en ese periodo de 2013 a 2023, ASML se convirtió en la punta de lanza de la tecnología de los chips a nivel mundial.
En una reciente entrevista con la emisora neerlandesa BNR, Wennink se soltó al hablar de cómo el conflicto entre las dos superpotencias ha pillado a ASML en el centro de todo. Dejó varias perlas, pero lo más relevante es su creencia de que no se trata de una guerra tecnológica, sino de una motivada por la ideología. Wennink insinuó que Estados unidos ha querido frenar a China a toda costa y una forma de hacerlo era influenciar las operaciones de empresas fuera de sus fronteras, como la propia ASML.
ASML cada vez más vigilada. Debido a esto, el exCEO opina que se trata de un conflicto que puede persistir durante décadas, ya que Estados Unidos alargaría la situación todo lo posible, tensando la cuerda con nuevos vetos, para conseguir su objetivo. De hecho, la influencia de los norteamericanos fuera de sus fronteras es evidente y ASML está cada vez más arrinconada.
Poco a poco, el gobierno estadounidense ha ido activando más vetos para aislar tecnológicamente a China, y ASML siempre ha sido protagonista. La empresa no puede vender sus máquinas de litografía avanzada a empresas Chinas, pero tampoco reparar las de ciertos clientes chinos que ya las tenían. ASML ha ido cumpliendo mientras reconocía que el negocio podría estar en peligro (China era uno de los mayores clientes de ASML), pero la vigilancia estadounidense ha ido a más, incluso advirtiendo sobre los estudiantes chinos en las universidades tecnológicas de Países Bajos.
Amigo de los clientes. Volviendo con Winnink, algo que también destacó es que, durante su mandato, se sospechó de que pudiera estar colaborando con China al margen de los vetos. Su defensa es que ASML lleva más de 30 años operando en China y que la obligación de la empresa es la de velar por los derechos e intereses de clientes, empleados, proveedores y accionistas.
En su retiro, comentó que las arcas de ASML estarían a salvo entre 2025 y 2030, pero también ha criticado las sanciones tanto por el interés de su propia empresa como porque será un movimiento que aliente a China a desarrollar su industria. Es algo en lo que están haciendo un esfuerzo titánico y recientes movimientos estadounidenses para aislar tecnológicamente aún más al gigante asiático pueden tener las consecuencias contrarias a las esperadas.
China responde. Aunque fue Trump quien inició el conflicto, Biden lo ha continuado y ha ido endureciendo la situación con cada vez más vetos, algo que se incrementó tras el lanzamiento del Huawei Mate 60 Pro. El móvil estrenó un polémico procesador Kirin 9000S que se sospecha fue creado con tecnología robada de ASML. China ha ido preparando una hoja de ruta para definir sus pasos en la modernización de su industria tecnológica, algo que pasa por dar un puñetazo sobre la mesa con la creación de sus propios chips avanzados y con Huawei en el centro de las operaciones.
Y no sólo quieren mejorar su proceso de fabricación de chips, sino que, como comentó el embajador de China en Países Bajos hace unos meses, "si los estadounidenses nos tratan de manera hegemónica, reaccionaremos". De hecho, y como respuesta a las sanciones de la Administración Biden, el presidente de China reaccionó cercando a Micron.
Crecimiento explosivo. El propio Xi Jingping se reunió con Mark Rutte, primer ministro de Países Bajos, para solicitar que deje de seguir órdenes estadounidenses, afirmando que "el pueblo chino tiene derecho a un desarrollo legítimo" y que "ninguna fuerza puede detener el desarrollo y progreso científico y tecnológico de China".
Relacionado, el director ejecutivo del fabricante de chips YMTC ha afirmado que la industria de chips china verá un crecimiento explosivo en los próximos tres a cinco años debido a las innovaciones en industria y modelos de negocio que se están desarrollando actualmente en China.
Imagen | ASML
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