La crisis global de los semiconductores, que surgió como una de las consecuencias de la pandemia en 2020, se convirtió en un dolor de cabeza para los consumidores de productos tecnológicos debido a que era muy difícil acceder a ciertos dispositivos y tecnologías. Producto de esta realidad, refloreció en muchas partes el negocio ilegal del contrabando.
En la frontera entre China y Hong Kong, por ejemplo, cayeron varias bandas que intentaron pasar mercancía de manera ilegal, es decir, sin las correspondientes declaraciones de exportación. Ahora que la escasez de chips ha entrado en una etapa de alivio, las redes de contrabando parecen seguir activas, al menos eso demuestra una reciente confiscación.
Contrabando por millones de dólares
Según un comunicado del Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales de Hong Kong, el pasado 27 de marzo se interceptó un camión en el punto de control de Man Kam To. Los agentes, en principio, encontraron un lote de productos debidamente declarados, pero el contenedor que llevaba dejaba espacio para muchos productos más.
La sospecha era cierta. Detrás del lote declarado se escondían una enorme cantidad de dispositivos que el conductor del camión intentó pasar de manera desapercibida. Y no estamos hablando de pocos elementos, sino de móviles, ordenadores y cámaras para coches valoradas en unos 2 millones de dólares hongkoneses (233.749 euros). Esto, sin embargo, no era todo lo oculto.
En el contenedor también habían procesadores, memorias RAM y discos duros en enormes cantidades, cuyo valor de mercado fue estimado por la aduana en unos 28 millones de dólares hongkoneses (3.272.486 euros). En total, según explican, se incautaron 508.000 piezas de electrónicas con un valor de 30 millones de dólares hongkoneses (3.506.235 euros) por no cumplir con las normativas de control transfronterizo.
“Es el mayor caso de contrabando por transporte terrestre desde 2018”, dijo uno de los agentes del Departamento de Aduadas al medio local The Standard. Producto del operativo un hombre de 61 años, el conductor del camión, fue detenido y más tarde puesto en libertad bajo fianza. Los problemas para este individuo, no obstante, no acabarán ahí.
El contrabando de piezas y componentes es considerado un delito grave en Hong Kong. Por consecuencia, cualquier personas declarada culpable de transportar carga no declarada está expuesta al pago de una multa de hasta 2 millones de dólares hongkoneses (233.749 euros) y a permanecer hasta siete años en prisión. La investigación del caso de hoy acaba de empezar.
Si bien considerado una “Región Administrativa Especial” de China y la cabeza oficial del estado es Xi Jinping, Hong Kong tiene su propio gobierno, monedas, idioma, bandera y sistema de importación y exportación de bienes y servicios. En relación a esto último, el transporte de mercancías entre una región y la otra está estrictamente regulado.
Imágenes: Aduana de Hong Kong
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