Intel, AMD, ARM y Apple. Juego de Tronos

El mercado de procesadores empieza a parecerse a una obra teatral de Shakespeare donde AMD y ARM pretenden al amor de la bella Apple, cantándole serenetas sobre bajo consumo y muchos núcleos a la luz de la luna mientras el actual marido de la dama, un tal Intel, cada vez tiene más moscas detrás de la oreja respecto a la fidelidad de la caprichosa manzana.

El último capítulo de este culebrón tecno-medieval lo protagoniza Intel que, nervioso con tanta balada nocturna de advenedizos pretendientes, se ha sacado de la manga nuevos procesadores de ultra bajo consumo con la esperanza de que Apple se los ciña en sus próximos MacBook Air, que buena falta les va haciendo.

El primer pretendiente a Apple, para más inri, está lejanamente emparentado con la estirpe de Intel. Se trata de AMD, que trabaja sobre la misma plataforma X86 y cuyos procesadores con gráfica integrada, los AMD Fusion, están haciendo estragos en los corazones y las alcobas de damas de la corte como Acer, Asus, HP, Dell, Sony o Toshiba. La propia Apple ha coqueteado ya con AMD al instalar gráficas Radeon en su última hornada de MacBooks Pro.

Pero el aspirante más descarado de este juego de tronos tecnológico es relativamente reciente y viene de las lejanas y exóticas tierras de los procesadores móviles, donde le siguen hordas de aguerridos smartphones y tablets. ARM, que así se llama el mancebo, presume de una excelente eficiencia energética y, últimamente ha sido visto en la corte luciendo palmito con nuevos procesadores de 2.5Ghz y hasta 16 núcleos.

ARM ya conspira en secreto con la casa de los Microsoft, que planean utilizar sus procesadores en un nuevo ejército de tablets equipados con Windows 8. El rey Intel, que fabrica el 80% de los procesadores del reino, ya ha hecho público su desagrado hacia esta alianza, comentando algo sobre el pobre rendimiento que tendrán esas tropas sobre el terreno.

Mientras lanza sus críticas, Intel ha conseguido ganarse el afecto de los ChromeBook del norte, una casta de recien llegados que equipan procesadores Intel. La jugada, no obstante le ha salido bastante cara a su líder, Google, que ha tenido que encarecer el precio de sus tropas. No se descarta que la próxima generación de estos equipos se pasen al bando de ARM.

Por supuesto, la bella Apple no es precísamente una damisela desamparada. Ya ha probado antes que es perfectamente capaz de diseñar y fabricar sus propios procesadores y no sería tan raro que acabara jugándosela a marido y pretendientes con un nuevo ejército de chips, sucesores del Apple A4, con el que acabara haciéndose con el control de los reinos. Y vosotros, ¿cómo creeis que acabará este juego de tronos?.

Vía | Dailytech

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