De pronto y con una cierta sorpresa, los controladores SandForce pasan a manos de Seagate. La compañía estadounidense le ha comprado a Avago, la actual propietaria de SandForce, su parte del negocio por unos 450 millones de dólares.
Esta operación le permitirá a Seagate continuar con el desarrollo de los controladores SandForce y sacar partido de los muchos fabricantes que actualmente los utilizan en sus dispositivos. La propia compañía afirma también que esta compra les dará alas para poder crear sus propios SSD, tanto para el mercado doméstico como productos mucho más profesionales, y será interesante ver cuáles son las implicaciones de este nuevo contexto en sus próximos SSHD.
El corolario final de todo esto es que los SandForce dependen ahora de Seagate, lo cual no termina de convencer a todo el mundo ya que la compañía nunca ha terminado apostando del todo por los SSD. El futuro dirá si los SandForce continúan entre los mejores controladores del mercado o si, por el contrario, Seagate no sabe manejar una de las piezas más importantes de los últimos años en la industria tecnológica.
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