Los SSD empezaron a llegar al mercado hace ya unos cuantos años, pero su ritmo de implantación está siendo verdaderamente lento, desesperante incluso en algunos casos. Seguimos viéndolos únicamente en equipos de corte medio o alto, a pesar de que sus precios están en mínimos históricos y no es difícil encontrar modelos de 256 GB por en torno a los 100 euros. A pesar de ello siguen siendo objetos exclusivos que no muchos tienen en sus ordenadores.
¿Cuál es la razón para esto? Muchos pensarán, con bastante acierto, que la reducida capacidad es su principal escollo, al menos en comparación a lo que los discos duros tradicionales nos tienen acostumbrados. Sin embargo, es obvio pensar que si los SSD de 128 y 256 GB empiezan a ser asequibles, los modelos con aún mayor capacidad también empiezan a entreverse como 'posibles' para muchos usuarios. El Mushkin Reactor es un ejemplo de ello, junto con los más típicos Samsung SSD 850 EVO, Crucial MX100 y compañía.
Con Reactor, Mushkin apuesta por buscar la calidad/precio en varios aspectos. Para los que prioricen el coste encontrarán por unos 64 euros las "pequeñas" capacidades; si lo que quieres es un SSD de 1 TB también encontrarás un buen precio: 369 dólares en Newegg, a razón de unos 0,37 dólares/GB. Si lo comparamos con el precio de los HDD seguiremos perdiendo (0,068 dólares/GB en el caso de este WD Blue), pero desde luego es un precio que muchos están dispuestos a asumir.
Y es que hay que tener en cuenta el notable incremento en las tasas de escritura, algo en lo que los SSD nos tienen muy mal acostumbrados. Mushkin Reactor se comporta como uno de los mejores SSD del mercado tal y como especifican algunos análisis hechos con él (uno la tienen en TweakTown) con tasas que rondan los 500 MB/s, multiplicando por cuatro o cinco veces la tasa aportada por un HDD. Tu ordenador lo agradecerá, y tú también.
Si nos fijamos en las características técnicas veremos un par de peculiaridades. El controlador es un Silicon Motion SM2246EN en vez de los más habituales SandForce que utilizaba Mushkin en anteriores modelos, y su comportamiento está a la altura. Interfaz SATA 6 Gbps y un grosor de 7 milímetros para poder utilizarlo en equipos delgados y por ahora este único modelo de 1 TB de capacidad. Lamentablemente, todavía no está disponible en los principales distribuidores en España, aunque esperamos pueda llegar próximamente.
Acercándonos a la tierra prometida...
... donde todos los ordenadores tienen un SSD. ¿Todos? Ciertamente es una afirmación demasiado apresurada. No todo el mundo lo necesita, y mientras sigan existiendo los HDD (por ahora no hay expectativas de que desaparezcan) siempre existirá algún ordenador, ya sea sobremesa o portátil, que continúe utilizando disco duros mecánicos.
La tendencia es que los SSD continúen bajando aún más su precio. De los 500 o 600 dólares que costaba un SSD de 40, 80 o 120 GB hace unos pocos años a la realidad actual, donde empieza a ser factible comprar un modelo de 1 TB por menos de 400 dólares. Evidentemente no será algo masivo (por ese precio se puede incluso comprar un portátil entero y meterle un SSD de 128 GB) pero seguro que es algo que muchos se lo pueden plantear.
Las barreras del precio y la capacidad no son las únicas existentes. El formato es otro escollo a batir y hoy en el mercado ya no son únicamente configuraciones de 2,5 pulgadas las que podemos adquirir. Otras como los SSD M.2 son cada vez más habituales sobre todo en equipos delgados, siendo de tamaño más reducido y con la contrapartida de ser más difíciles de intercambiar. Al igual que las baterías, también existe la tendencia de acabar con portátiles en los que todos sus componentes estén integrados, soldados a placa, siendo muy difícil su reemplazo aunque, por otro lado, en algunos casos también consiguen abaratar el precio final.
Seguimos avanzando. Un mercado que, aunque de forma lenta, continúa pasito a pasito. Puede que ya tengas un SSD, y seguro que repetirás; si nunca lo has probado es bastante probable que tu próximo ordenador lleve uno. Y cada vez con mayor capacidad, y más baratos. Los SSD son ahora el presente y se plantean como el futuro de nuestros ordenadores.
Más información | Mushkin
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