La tercera versión del OCZ Z-Drive llega para evolucionar a su antecesora. OCZ Z-Drive R3 llega al mercado cambiando pocas cosas, pero manteniendo su estatus de almacenamiento brutalmente rápido.
Porque claro, el Z-Drive R3 sigue basándose en la conexión PCI-Express directamente a placa y por ello alcanza cifras de unos 1.000 MB/s tanto en lectura como en escritura, que viene a ser aproximadamente diez veces más que un disco duro tradicional, y unas cuatro veces más que los SSD más potentes del mercado actual. Quitamos el cuello de botella provocado por los controladores SATA y ganamos muchísima eficiencia.
Del OCZ Z-Drive R3 se sabe que el almacenamiento se basa en módulos de memoria NAND (como los SSD) operados por cuatro controladoras SandForce SF-1565 que integran configuraciones RAID para optimizar el rendimiento, todo en un formato bastante reducido, interno – con lo que será totalmente transparente al usuario – y mediante PCI-Express, un puerto existente en prácticamente cualquier placa base del mercado.
Será muy potente, por supuesto, pero precisamente sus precios serán absolutamente aterradores. Sí se ha confirmado que se distribuirá con 300, 600 GB o 1.2 TB de capacidad, pero… no será barato, ni mucho menos. Para que os hagáis una idea, anteriores versiones del Z-Drive se venden por aproximadamente unos 2.000 euros el modelo de 512 GB, y éste es un modelo más lento que el Z-Drive R3.