Los jugadores de todo el mundo están de enhorabuena porque hoy es el día en el que da el pistoletazo de salida la nueva generación. Sí, ya sé que PS4 y Xbox One ya llevan una buena temporada entre nosotros y han demostrado, para bien y para mal, lo que supone el salto a la ya actual generación de consolas, pero es con The Witcher 3: Wild Hunt, uno de los juegos más esperados, con el que nos asomamos a lo que realmente significa.
Tras no pocos retrasos, The Witcher 3 llega a PC, PS4 y Xbox One para intentar demostrar que abandonar nuestras viejas consolas (o comprar una nueva gráfica) ahora sí tiene todo el sentido del mundo. Se trata del primer juego realmente potente que tenemos a nuestro alcance y, para demostrarlo, aquí van 17 razones por las que ya deberías estar jugándolo.
Graficazos no exentos de polémica
Como viene siendo habitual la industria siempre nos pinta las cosas mucho mejor de lo que luego acaban siendo, y The Witcher 3 no ha sido una excepción. Desde sus primeros vídeos se ha perdido por el camino algo de iluminación, el filtro fotográfico que daba algo más de cohesión a sus colores y la nube de detalles, pero que el downgrade no te impida ver el bosque, porque pese a los cambios seguimos estando ante un portento gráfico que en PC va a matar de alegría a más de uno.
Belleza contemplativa
De nada sirve tener unos graficazos que muestren el camino a la nueva generación si no lo haces de la mano de un diseño artístico que vaya a la par. Por suerte, la aventura de Geralt de Rivia cuenta con suficientes escenarios bonitos para que pasear por sus prados, perderse entre las callejuelas de sus ciudades amuralladas y explorar entre edificios abandonados sea toda una experiencia igual de recomendable que el juego principal.
Saca el mapa, que te hará falta
Nada de eso sería posible si estuviésemos ante un escenario cerrado como ya pasó en las anteriores aventuras, pero aquí contamos con un mundo abierto que, pese a no prescindir de cargas entre algunas de sus zonas, nos va a permitir recorrer lagos, bosques y montañas en busca de esa Carcassone cargada de misiones que se esconde tras ellos. Un 20% más grande que Skyrim no es moco de pavo.
¡Taxi!
Tener que recorrer semejante universo en el coche de San Fernando podría acabar sacándonos de nuestras casillas más pronto que tarde, así que además de poder hacerlo a lomos de nuestro corcel o atravesando lagos y mares subidos en barco, también tendremos la posibilidad de saltar de una zona a otra del mapa mediante viajes rápidos siempre que hayamos desbloqueado el punto de interés necesario.
Se acabó el perseguir gallinas
Recorrer esas extensiones de terreno en busca de trabajo será primordial para nuestro personaje, y es que Geralt tendrá que ganarse las habichuelas con algo más que romper jarrones o meter gallinas en un corral. Por suerte la variedad de sus misiones (que también tendrán momentos de “vete a buscar la cabra que se me ha perdido en el monte”) nos ayudará a que esa tarea de sobrevivir como mercenario sea mucho más llevadera.
Gánate tu sueldo
El inicio de The Witcher 3 va a ser duro, porque Geralt no es el Banco de España y para empezar a crecer no sólo necesitaremos experiencia, también un bolsillo lo suficientemente acaudalado para conseguir todo lo que necesitamos para ir lo más desahogados posible la próxima vez que encaremos una nueva misión o encargo de lugareños y reyes.
No eres fontanero, pero tráeme un grifo
De entre todas esas misiones la que más nos llama la atención a todos es la de cazar las bestias mitológicas que se han empeñado en hacerle la vida imposible a los lugareños. Tocará investigar sus puntos débiles, buscar su rastro y enfrentarnos a brujas, sirenas y otros seres capaces de ponernos en aprietos si no andamos con cuidado.
Magias y pociones
Un juego fantástico sin su alijo de pócimas y su libro de encantamientos no es lo mismo, así que Geralt hace de alquimista y mago a la vez para poder encarar los combates con algo más de facilidad. Pociones que nos protegen del próximo golpe, llamas de fuego que quemarán las plumas de los enemigos alados y brebajes que nos permitirán mejorar nuestras capacidades sensoriales son sólo algunos ejemplos.
Ya te has hecho todo un hombrecito
No todas las habilidades estarán disponibles desde el principio, tocará elegir la rama que mejor nos convenga y gastar nuestros puntos de experiencia para que, lo que en un punto era una simple ayuda, más adelante sea una herramienta imprescindible para poder cazar un bicho en concreto. Que se nos ofrezca la posibilidad de ir de cabeza a por las habilidades que mejor se adaptan a nuestro estilo es todo un acierto.
Un sistema de combate (casi) redondo
Aunque no estemos ante la gran baza de The Witcher 3, no podemos decir sin que nos tiemble la lengua que estamos ante un sistema de combate pocho. Dominarlo será más fácil que en otras entregas gracias a un incremento en la agilidad de Geralt, pero que eso no os llene de confianza, porque resistir al ataque de una manada de lobos o a una lluvia de espadazos persiguiendo nuestro cuello no será coser y cantar.
¿Andarse con chiquitas? ¿Qué es eso?
Nuestra cabeza no será la única que corra peligro, porque los miembros de nuestros enemigos también estarán esperando a descubrir cómo de afilada está nuestra espada, a veces resultando en poderosas secuencias en las que los brazos van por un lado y las cabezas por otro. The Witcher 3 no se corta un pelo, si las espadas cortan no hay que esconderlo, y si Geralt se encama, tampoco.
Conspiraciones a lo Game of Thrones
Aunque las comparaciones siempre son odiosas, pensar en The Witcher 3 como en un juego de acción y rol más es un gran error. Si por algo destaca esta saga más allá de su tecnología e ideas es por entregarnos un guión en el que hasta la conversación más trivial merece toda nuestra escucha. Aunque Geralt vaya por libre el destino del juego está en sus manos y, por descontado, en sus decisiones.
Escala de grises
Geralt de Rivia no es un héroe y tampoco un villano, sólo el clásico ejemplo de estar en el momento y sitio adecuado para que todos los problemas te caigan encima. Esa humanidad viene especialmente marcada por cómo tomaremos las decisiones, que pueden parecer inofensivas durante los primeros compases pero que, con el paso del tiempo, irán moldeando cómo los reinos en guerra y sus integrantes mueven ficha.
Más allá del videojuego
La saga The Witcher se la debemos al escritor polaco Andrzej Sapkowski, no a una serie de videojuegos, aunque posiblemente hayan sido estos los que os han acercado a la historia del Lobo Blanco. Introducirse en todo su universo os llevará una buena temporada, ya que entre libros, cómics, serie de televisión y película se ha hablado mucho de las idas y venidas de sus personajes.
No pierdas coba
No conocer la saga y no haber catado los anteriores títulos sería un problema de no ser porque sus creadores, la gente de CD Projekt, ya ha pensado en ello. El inicio nos servirá de guía para la historia aunque no tengamos por la mano su base, y el resto de personajes que nos encontraremos también nos ayudarán a que todo jugador que llegue nuevo a la franquicia pueda disfrutarla por igual.
Firme candidato a GOTY
Facilitarle la entrada a nuevos jugadores no es lo único que debían hacer los polacos para que nos enamorásemos de The Witcher 3: Wild Hunt, pero la sensación general que han ido dejando jugadores y crítica especializada es la de un juegazo como la copa de un pino al que ningún fan del género debería darle la espalda. Un 92 de media en Metacritic con el 80 como la puntuación más baja es para plantearse seriamente su compra.
The Witcher 3: el más esperado del año
Ese tipo de razones se suma a las que ya había, las que con cada nuevo vídeo o flujo de detalles se nos introducía a un juego que no tardó en convertirse en bandera de la nueva generación. Ahora, con todo lo mínimamente interesante convirtiéndose en pasto de los retrasos, el poderío de The Witcher 3 como juego más esperado del año es lo suficientemente grande incluso para tapar la sombra del regreso del Caballero Oscuro. Fráncamente, un hito así no está al alcance de cualquiera.
Ver 17 comentarios