Este año, el uso de electricidad en los centros de datos destinados a la minería de Bitcoin en Islandia es posible que exceda al consumo de todos los hogares del país. Tal y como le ha dicho la firma energética HS Orka a la BBC, de suceder sería un problema, puesto que el país no tendría suficiente energía disponible para todos ellos.
Enero ha sido un mes negro para las criptodivisas, ya que sus valores han estado sufriendo grandes caídas en las últimas semanas. Sin embargo, la fiebre por los Bitcoins y otras criptomonedas todavía no se ha apagado, y sigue habiendo empresas dispuestas a sacar tajada con ellos montándose servidores o datacenters diseñados exclusivamente para su minado.
La cadena de bloques, la tecnología que sustenta a las criptomonedas, funciona a través de nodos que forman la red descentralizada. A quienes operan estos nodos se les llama mineros porque se les incentiva repartiendo entre ellos las criptomonedas que se generan, algo que ha hecho que algunos mineros hayan obtenido grandes beneficios. Esto ha hecho que muchos vean en el minado de criptomonedas un modelo de negocio, y de ahí la proliferación de plantas de minado.
"Lo que estamos viendo ahora es ... casi se puede llamar crecimiento exponencial, creo, en el consumo [de energía] de los centros de datos", ha dicho Johann Snorri Sigurbergsson, Director de Desarrollo de Negocios de HS Orka. "No veo que se vaya a detener todavía. Estoy recibiendo muchas llamadas y visitas de posibles inversores o compañías que desean construir centros de datos en Islandia".
El problema energético del Bitcoin
Sigurbergsson también dice que espera que las operaciones de minado de Bitcoins de las nuevas plantas proyectadas lleguen a usar alrededor de 840 gigavatios hora (GWh) de electricidad para abastecer las computadoras de los centros de datos y los sistemas de refrigeración. Mientras, el consumo estimado por la población del país durante el mismo año para abastecer sus hogares es de 700 gigavatios hora.
Y según sus cálculos, no habría energía suficiente actualmente para tal consumo en los nuevos centros de minado. Todo pese a que las criptomonedas y el consumo doméstico supongan comparativamente una pequeña parte del total de electricidad generado por el país, que en 2015 fue de 18.700 GWh de electricidad en un año. La mayoría de esta energía es utilizada en la industria.
Cabe destacar que estamos ante las estimaciones de una empresa, y que desde el gobierno islandés no se ha hecho ningún comentario al respecto. Sin embargo, el consumo de la plataforma Bitcoin es materia de estudio en distintas comunidades de expertos. Muchos estudios apuntan a que es prácticamente imposible saber cuál es el consumo real de energía de todas sus transacciones anuales, pero hay estimaciones que apuntan a que es comparable al consumo anual de un país como Ecuador.
A esto hay que añadirle el problema medioambiental que provocaría generar más electricidad para el Bitcoin en países como Islandia, donde la mayor parte de su energía se produce mediante energías renovables, con alrededor del 70% venida de la energía hidroeléctrica y el resto proveniente de la geotérmica.
Los políticos del país recuerdan que las plantas hidroeléctricas alteran el ecosistema acuático, y las geotérminas enfrían el terreno de alrededor. Todos esos sacrificios serían para casi nada, ya que según han manifestado algunos políticos, el valor para Islandia de estas plantas es virtualmente inexistente.
"La minería de criptomonedas casi no requiere personal, muy poco en inversiones de capital y, en general, no deja impuestos", ha dicho en un tuit Smári McCarthy, del Partido Pirata. "El valor para Islandia ... es virtualmente cero".
En Xataka | Mitos y realidades sobre el consumo energético de la minería de bitcoins
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