Los NFTs han sido y siguen siendo una de las grandes sacudidas que ha tenido el panorama tecnológico en este 2021. Entre obras subastadas en Christie's por 69 millones de dólares -Beeple consiguió colocar su obra como la tercera venta de un artista vivo más cara de la historia-, obras digitales de un pixel vendidas por más de 1 millón, tuits subastados, y también muchas dudas, esta tecnología basada en blockchain cuyo principal valor es que permite trazar e identificar la originalidad de un activo digital ha copado centenares de conversaciones.
Burbuja para muchos, revolución para otros, en Xataka lo hemos abordado hablando con artistas digitales -seguramente los principales beneficiados-, con compradores primerizos y no tan primerizos, y con expertos en la confluencia entre el mundo cripto y legal sobre ellos.
Ahora, hemos querido acudir a los coleccionistas para completar este cuadro. El colectivo con cuyo dinero se mueve el mercado del arte más caro, pero también el más asequible, o las colecciones de toda vida que han llenado las estanterías de generaciones de sellos o cromos.
La gran pregunta es la misma que nos planteamos todos: ¿realmente lo ven como un antes y un después, un bluf o una novedad que ha copado más titulares que otra cosa?
Lo cierto es que nos hemos encontrado con un panorama que se mueve entre la incredulidad, la expectativa y el entusiasmo. Y, quizá lo más determinante, el común denominador con los cinco testimonios que hemos recogido es que el mercado del arte, "es irracional".
Entusiasmo: "Los NFTs son el futuro y los precios que hemos visto encajan en la irracionalidad del arte"
Esa irracionalidad del mercado del arte es lo primero que nos señala Lola Garrido. Pionera del coleccionismo fotográfico internacional, esta donostiarra nacida en el 49 cuenta con una de las colecciones más importantes de imágenes del mundo recogida durante más de 30 años y ha sido comisaria de decenas exposiciones.
Acudimos a ella buscando la voz de la experiencia, y seguramente con prejuicios al pensar que es una de las matronas del arte en España. Al hablar por teléfono con ella, pronto se oyen nuestros prejuicios cayendo al suelo cuando nos cuenta que lleva años invertida en Bitcoin y nos comenta que acaba de leer en Xataka la noticia de los últimos resultados de Tesla.
Garrido es directa. "Creo que sin lugar a dudas los NFTs son y serán el futuro del arte, pero puede que mis ideas, que a veces son muy avanzadas, hagan que esté equivocada", nos dice.
Al preguntarle sobre cómo se ha vivido en el mundillo los precios que se han dado en casas de subastas, incide en lo que comentábamos unas líneas arriba: "El del arte es un mercado irracional, como todos los mercados. Lo que ocurre es que está marcado por la pirámide del lujo, y arriba está el coleccionista que tiene el dinero. Abajo de la pirámide están los museos, los coleccionistas entusiastas pero que tienen mucho menos dinero, y los artistas. Así pues, si el de arriba considera que ahora hay algo por lo que hay que pagar, impulsa a todos los demás".
"El mercado del arte es un pirámide con los coleccionista con más dinero arriba. Si el de arriba considera que ahora hay algo por lo que hay que pagar, impulsa a todos los demás". Lola Garrido, coleccionista
Garrido se explaya contándonos cómo las pujas que han copado titulares han estado promovidas por las propias casas de subastas, y el propio mercado en definitiva.
"Vivimos en un mundo donde el relato tiene todo el peso, y el marketing aplicado al arte no es distinto. Un artista vende más caro cuanto más se habla de él, y eso es algo moldeable. Se puede decir que hay una burbuja; los precios que hemos visto es porque en el arte hay grupos de interés por captar sangre nueva, y dinero nuevo. El de los raperos, los jugadores de baloncesto, un público que se ha interesado por los NFTs más que el coleccionista clásico... Pero eso no quita a los NFTs unas posibilidades increíbles".
"Los precios que hemos visto es porque en el arte hay grupos de interés por captar sangre nueva, y dinero nuevo"
Entre estas posibilidades, Garrido enumera la capacidad que da al artista de demostrar la validez de su obra -"ahora al digital, pero no faltará mucho para que los NFTs se puedan aplicar de una forma u otra a piezas físicas", recalca-, evitar plagios, y fomentar una mayor economía de abundancia en el propio mercado. "El principal interesado en esto último", subraya.
De una opinión también optimista es Óscar García, quien ha trabajado en galerías de arte, como tasador, es coleccionista a pequeña escala y autor del libro Dios salve al arte contemporáneo. García dirige además PAC (Plataforma del Arte Contemporáneo), un portal a caballo entre el magazine y la divulgación del arte actual en España desde el cual también crean proyectos culturales propios. Para él, "los NFTs son especialmente importantes porque han puesto al artista en el centro, especialmente a los artistas digitales, que hasta ahora habían tenido muchos problemas para probar la autenticidad de sus obras".
La revalorización de la fotografía artística hace décadas puede marcar qué pasa ahora con los NFTs
"El Net.Art lo ha reivindicado como algo propio, porque en un contexto en el que vivimos y compramos por internet, representan una solución realmente adecuada para entrar en el mercado. Pero no solo para los artistas digitales, quizá no se haya visto mucho, pero los artísticas físicos ahora pueden pintar o hacer una escultura y tokenizar sus obras para realizar una versión digital", opina García.
Para él, los precios actuales "claramente también responden a una burbuja, pero eso no debe evitarnos ver los aspectos que soluciona y la cantidad de posibilidades que abre para muchos artistas".
¿Pero existe algo comparable al boom que han tenido los NFTs en estas semanas? Garrido nos ejemplifica la analogía que puede verse con la eclosión también de la fotografía artística.
"Como es sabido la fotografía se vio durante muchos años como una forma de arte menor, y en parte era porque tenía esa capacidad replicable en forma de copias. Hoy en el mundo del arte nadie se sorprende por los precios de las fotografías de artistas como Andreas Gursky o de Cindy Sherman, también de millones de euros... Pero es que cuando la fotografía eclosionó los propios artistas vendían copias de sus fotos por tiradas. Cada una de las tiradas tenía un precio y un número limitado, y conforme pasaba el tiempo las tiradas eran más baratas, pero seguían vendiéndose. Al final podía darse la paradoja de que una foto, con todas sus ediciones, se vendiera a precios superiores a un Rembrant", Lola Garrido.
Esto para la coleccionista no es muy distinto a la posibilidad que abre ahora los NFT, en los que pueden hacerse copias marcadas por blockchain con precios específicos -"con la diferencia de que el blockchain certifica que una copia es realmente verdadera y emitida en unas condiciones, que con la fotografía hubo mucho trampeo, claro está", puntualiza Garrido-.
Así, el blockchain tiene para Garrido y García un potencial de cara al coleccionista, que tengamos una obra digital certificada por el artista a precios más asequibles, pero a fin de cuentas certificada. "Y que tengamos una obra de arte auténtica como tenemos ahora una copia", comenta García, al igual que las láminas de La gran ola de Kanagawa que decoran miles de salones por todo el mundo.
Incredulidad y expectativa: "Lo hemos seguido, pero queremos ver cómo se asienta", dicen desde las galerías y salas
Joan Anton Maragall es el galerita y propietario de la Sala Parés de Barcelona, una galería con más de 130 años de historia que ha visto ir y venir distintas corrientes en la ciudad condal.
El mercado del arte fuera del arte digital sigue viendo con cierta lejanía los NFTs
Nos atiende y nos confirma que, efectivamente, han comentado a nivel interno las noticias sobre NFTs, pero que no han profundizado en el tema. "Nosotros no trabajamos con arte digital, pero por lo que he leído sí que le veo potencial para certificar la autenticidad en este tipo de arte. Lo que no soy capaz es de verle más aplicaciones el futuro inmediato", nos cuenta.
También tiene una opinión parecida Sara Joudi, directora de la la galería Shiras en Valencia. "Por supuesto que se ha comentado entre galeristas y coleccionistas, aunque en nuestra esfera con cierta incredulidad. Nosotros nos hemos interesado porque debido a la pandemia hemos abierto una tienda online en la que exponer nuestras obras, y queríamos saber si podría tener alguna aplicación. De momento, para las obras plásticas con las que nosotros trabajamos y los artistas que promovemos, no la hemos visto".
¿Y los coleccionistas de toda la vida?
Echamos el cierre en este recorrido por el mercado del coleccionismo preguntándonos si los NFTs han tenido algún asiento en el coleccionista más cercano, el de la filatelia, los juguetes o libros antiguos.
Para ello hemos acudido a Antonio Martínez de Ubago, CEO de Todocoleccion.net, web que pronto cumplirá 25 años y que se convirtió en uno de los primeros casos de éxito del comercio electrónico en España. En ella se pueden encontrar referencias de todo tipo de libros antiguos, sellos, antigüedades, cromos y, en definitiva, todo lo que se pueda coleccionar y sí, también tiene una sección de arte.
"Conocemos muy bien qué mueve a un coleccionista, cómo remunera a su alma adquirir una pieza que le falta, y eso es algo que con activos digitales no me puedo imaginar igual". Antonio Martínez de Ubago, CEO de Todocolección.net
"Si tuviera que definir con unas pocas palabras la primera sensación que tuve cuando leí sobre los NFT y los precios a los que se vendían tendrían que ser que nos dejó expectantes y un poco aturdidos", nos dice.
"Estamos tratando de repensar cómo podría aplicarse a nuestro negocio, o mejor dicho, al medio en el que nos movemos, que al final es puramente online, pero también pienso que el perfil de nuestros usuarios quizá no sea el más interesado por ahora en estas novedades. Entendemos que este es un tema de entrada de gente muy techie, que igual quiere un cromo digital o una imagen artística", señala.
Por ahora en el área del coleccionismo más cercano parece que no han calado. "En las webs internacionales similares a nosotros que estudiamos no hemos detectado nada por ahora. La verdad es que no tenemos ni idea de cómo nos puede concernir a nosotros en un futuro cercano, pero seguiremos pendientes", dice el gerente de Todocolección.
Martínez de Ubago también nos señala que para él, al menos ahora mismo, es complicado de comprender el encaje entre las sensaciones que conoce de su mercado y lo que pueden aportar los NFTs. "Por una parte, conocemos muy bien qué mueve a un coleccionista, cómo remunera a su alma adquirir una pieza que le falta, y eso es algo que con activos digitales no me puedo imaginar igual. No sé si es algo que tiene que ver simplemente con generaciones, antes coleccionábamos videojuegos físicos, ahora están en la nube y el cartuchito se ha convertido en una pieza de colección. El mundo da muchas vueltas", concluye.
Imagen | Klaudia Piaskowska
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