Nadie duda que el secreto - y negocio - de las cafeteras con cápsulas monodosis están precisamente en esos recipientes que contienen la dosis exacta de café que el fabricante considera clave para conseguir el resultado esperado o pretendido. Pero la llegada de cápsulas compatibles les ha fastidiado parte de ese negocio.
En la era previa a los dispositivos conectados y el Internet de las cosas, el DRM o limitaciones concretas está listo para llegar de forma masiva. La firma Green Mountain por ahora no contempla conectar sus nuevas cafeteras a Internet, pero si lo hiciera, el control de las cápsulas que usan sus propietarios sería más sencillo.
Tras caducar la patente del diseño de sus cápsulas y haber visto como su cuota de mercado se veía reducida por el incipiente negocio de las cápsulas compatibles e incluso recargables, esta compañía ha anunciado que en sus nuevos modelos de cafeteras Keurig 2.0, las cuales llegarán al mercado a final de este año, integrarán tecnología que impedirá a los compradores de las mismas usar otros recambios que no sean los suyos o los que la marca indique. Sí, las limitaciones y control del uso que hacemos de algo que compramos van camino de colonizar un ámbito que no es el digital.
Por ahora no hay detalles de cómo van a limitar el uso de cartuchos no licenciados por la propia compañía, pero las compañías que estaban haciendo negocio con los cartuchos compatibles ya han comenzado los litigios legales que acusan a la compañía Green Mountain de monopolio.
Más información | Wired.
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