Prometer reducir el gasto en calefacción con tu producto y que no sea efectivamente así le puede costar a Nest (ahora en manos de Google) unos cinco millones de dólares por publicidad engañosa. Es la cantidad que pide un usuario insatisfecho con el producto que compró y para el que alega que presenta defectos en la lectura de la temperatura real de una estancia.
Un problema en el termostato Nest, según comenta el demandante, haría que éste se calentase (la base y frontal) durante su funcionamiento y que esto estaría produciendo que la medición de la temperatura de la estancia fuera errónea, del orden de entre 2 y 10 grados más. Esta variación entre la realidad y lo que Nest mide haría imposible ahorrar en gasto por lo que la publicidad con la que se vende Nest sería falsa.
La queja de este consumidor está ya en los tribunales de EEUU, y recoge también otras quejas similares realizadas por otros usuarios en diferentes sitios web referentes a las diferencias de medición entre Nest y otros modelos de termostatos que en teoría sí que funcionan correctamente.
Vía | Gigaom.
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