En los últimos tiempos los hemos asociado a un futuro más o menos cercano en que los paquetes nos llegarían vía aérea gracias a ellos. Pero los drones, y no nos referimos a los militares, tienen un importante nicho de mercado incluso a nivel de consumidor.
En Xataka iniciamos hoy una guía de compras para acertar al comprar un drone. Empezaremos viendo los tipos de drones que existen, los principales puntos a tener en cuenta para saber qué modelo escoger, así como un repaso por la legislación vigente en relación con el vuelo de drones. Y en breve tendrás modelos recomendados en las diferentes gamas de precios y usos que le vayas a dar a tu futuro drone. ¿No te animas?
Consejos para acertar comprando un drone
Ya sea un modelo de menos de 100 euros o uno de más de 1.000, comprar un drone no debe ser una decisión a tomar sin tener en cuenta una serie de factores y consejos que nos harán acudir a la tienda, online o física, con las ideas bastante claras sobre lo que realmente queremos comprar.
A la hora de decidirse por un modelo u otro y examinar con detalle la hoja de especificaciones, hay que saber diferenciar los tipos de drones que existen en el mercado, así como algunas consideraciones y consejos a tener en cuenta. Éstas son las más importantes.
Tipos de drones
Aunque lo habitual es que nos refiramos a los drones como vehículos aéreos no tripulados, en realidad un drone también puede ser un modelo que no vuele y solo funcione de forma terrestre. La inmensa mayoría de modelos del mercado hacen referencia a los vehículos aéreos, pero ya existen bastantes drones terrestres de interés.
Los drones terrestres suelen adoptar diferentes diseños y sus principales funciones se centran en la velocidad y la realización de movimientos de tipo acrobático. Los aéreos se diferencian en primer lugar por el número de rotores. En la gama de entrada lo habitual es encontrarse con modelos de cuatro rotores, mientras que los avanzados ya están por encima de seis o incluso ocho, repartidos en otras tantas patas.
Una segunda clasificación (y más importante) que podemos hacer de los drones es la que hace referencia al uso que se le va a dar o para el que han sido pensados. Básicamente tenemos drones que tendrán un uso principal recreacional (ocio) y los que realizarán tareas profesionales, habitualmente de grabación de vídeo o fotografía.
Esta clasificación es clave dado que la normativa que debemos cumplir los distingue de forma muy clara. Según la Agencia Estatal de Seguridad Aérea:
“Un dron es una aeronave pilotada por control remoto. Así se llamaba tradicionalmente a algunas de estas aeronaves de uso militar y en la actualidad se ha extendido este nombre a todas las aeronaves pilotadas por control remoto, tanto militares como civiles. Sin embargo, una aeronave pilotada por control remoto técnicamente se considera dron cuando tienen un uso comercial o profesional. Cuando el uso de estas aeronaves tiene exclusivamente un fin deportivo o de recreo, son consideradas Aeromodelos, y se rigen bajo la normativa de éstos”
A efectos de nuestra guía de compras, llamaremos drone por igual a modelos de corte más profesional y a los de uso recreativo, denominación ampliamente extendida ya en el mercado.
Presupuesto y uso principal
Junto con la decisión de si el uso va a ser profesional o de ocio, la otra diferenciación importante en drones voladores será si su uso principal será en interiores o en exteriores. Los destinados al primer uso suelen ser modelos más pequeños y ligeros que no serán sencillos de volar en exteriores, donde estarán sometido a viento y demás inclemencias meteorológicas.
Como en otros productos del mercado, la complejidad y tecnologías avanzadas suele incrementar el precio del equipo. Nuestro consejo principal es que se empiece con un modelo de coste bajo para probar si nos gusta volar drones y comenzar el aprendizaje. A partir de ahí ya podemos ir pensando en aumentar el presupuesto e invertir en un modelo más completo y de más posibilidades.
Aquí hay que tener en cuenta que la estabilidad y facilidad para volar drones tiene una relación bastante estrecha con la presencia de mejores sistemas de estabilización y gestión del vuelo en tiempo real. Y esos sistemas suelen tener un coste extra en los drones. También lo suelen tener las funciones avanzadas asociadas a sensores como los GPS, algo que solo encontramos en modelos de gama alta.
Alcance y autonomía
Una de las mayores diferencias entre drones profesionales y de consumo está en el alcance, mucho mayor en el primero de los casos. Si además el enlace con el mando no es por RF sino WiFi, ese alcance puede ser menor. Si queremos realizar vuelos exteriores de gran altura, es sin duda un factor que debemos priorizar en nuestra compra. Incluso en los modelos más asequibles que queramos volar en exteriores, al menos 50 metros de alcance deberemos asegurarnos para que la experiencia no sea limitada. Si solo aspiramos a volar en interiores, es una característica menor.
Un cuello de botella importante en los drones actuales, incluso en los profesionales, es la autonomía. Dependiendo del modelo, ésta va de unos 10 a 30 minutos, siendo lo habitual que no supere los 20.
Si no queremos acabar abandonando el vuelo de drones, es muy recomendable adquirir alguna batería extra de sustitución e incluso invertir en un cargador rápido para que el vuelo pueda mantenerse el máximo tiempo posible y la recarga de las baterías de reemplazo no nos lleven excesivo tiempo.
Otra consideración a tener en cuenta es estudiar cómo va acoplada esa batería, pues es posible que con algo de maña podamos usar baterías compatibles pero de más capacidad, siempre que el peso no resulte excesivo para el tipo de drone que queremos volar.
Método de control
Cómo se maneja un dron es otra de las circunstancias que debemos tener claras antes de proceder a escoger modelo. El control de un drone puede realizar tanto por radio control clásico como con nuestro smartphone.
Aquí cada método tiene sus ventajas e inconvenientes. En el caso del mando de radio control, suelen ser más fáciles de manejar, fiables y precisos en los movimientos. Además, el alcance suele ser mayor que con un smartphone, el cual depende de una red WiFi que crea el drone y a la que nos conectamos.
Las ventajas de controlar un drone con smartphone es que puede ser más intuitivo para el aprendizaje inicial al poder incluso realizarlo con los acelerómetros y giroscopio del terminal. Además, el smartphone suele servir para configurar aspectos del equipo, así como incluir funciones extras como determinar rutas a seguir.
Si optamos por un modelo controlado mediante emisoras radio control, podemos invertir en un mando más completo que podremos adoptar y actualizar a futuros drones compatibles mediante módulos específicos.
Sistema de grabación
Una línea no fija que separa el uso de drones a nivel profesional o de ocio suele ser la capacidad de los primeros para grabar vídeo o tomar fotografías. En modelos de la más alta gama es habitual que podamos incluir nuestras propias cámaras, incluso réflex pesadas.
En la gama media las cámaras suelen ofrecer bastante calidad pese a ser integradas, habitualmente 1080p (ya incluso hay modelos no profesionales que graban con calidad 4K) y con buena estabilización. Y ya no es extraño encontrar modelos para iniciarse que incluyen la cámara y función de grabación como gancho, pero has de saber que suelen ser grabaciones casi anecdóticas por la calidad baja de los resultados.
Sí que nos pueden valer estas cámaras integradas incluso de baja calidad para realizar vuelos con visión en primera persona, los cuales se pueden visualizar tanto en mandos con pantalla como principalmente en smartphones.
Montaje y reparación
Al escoger un drone para iniciarse, es probable que te encuentres con una serie de siglas que van a ser importantes a la hora de saber si lo que vas a comprar estará listo para empezar a volar desde cero, necesitarás algo más y también las posibilidades para sustituir determinadas por una avería, accidente o mejorar cierto apartado del drone.
Las siglas más habituales en el mundo de los drones son:
- RTF: Ready To Fly. Estos modelos de drones son los habituales en un rango de precio de entrada. Son equipos que van listos para sacar de la caja y empezar a volar, sin necesidad de montaje, configuración o calibración de ningún tipo.
- BNF: Bind and Fly. Este tipo de drones suele venir ya montado y listo para volar a falta de un controlador, por lo que es un buena elección si ya tenemos uno y además es de calidad.
- ARF: Almost Ready To Fly. Una tercera opción que suele dejar a elección del usuario algún componente esencial que o quiere mejorar o con el que actualizar su drone. Ojo porque lo habitual es que el usuario tenga que montar casi todo el equipo y no está indicado para principiantes.
La elección del tipo de drone debe estar también asociada con la facilidad de conseguir repuestos y reemplazarnos nosotros mismos. Esto es clave incluso en modelo asequibles, pues en los primeros días con ellos serán habituales los accidentes que pueden acabar con uno de los rotores estropeado.
Si el modelo que hemos elegido facilita el intercambio de piezas es una buena noticia porque podremos comprar repuestos compatibles y sustituirlos en caso de que las protecciones o los propios componentes se rompan.
Qué dice la legislación actual sobre el uso de drones
Como hemos adelantado, la AESA (Agencia Estatal de Seguridad Aérea) solo considera drones aquellos vehículos aéreos destinados a tareas comerciales o profesionales. El resto de casos nuestro vehículo es legalmente una aeronave destinada a uso de ocio o recreativo.
En estos casos, lo que debemos tener en cuenta es que la actividad que vamos a realizar queda regulada por la Real Federación Aeronáutica de España. A sus indicaciones debemos sumar las específicas que determina cada Comunidad Autónoma e incluso cada municipio.
De forma general el uso de aeronaves requiere que vuelen por debajo de los 120 metros de altura y fuera de núcleos urbanos o grupos de población, que por ejemplo incluye playas. Deberán pues volar en zonas habilitadas para ello si el ayuntamiento dispone de ellas, o nos exponemos a una sanción o denuncia. Además, este tipo de drones no podrán usarse para actividades profesionales o de carácter profesional.
Lo más adecuado en estos casos es que busquemos si existe algún club de aeromodelismo en nuestra ciudad o comunidad autónoma y nos ayuden a prepararnos para volar aeromodelos con seguridad y ajustándonos a la legislación. En todo caso, y tal y como aclaran en la AESA, nosotros somos los responsables en caso de accidente.
En el caso de que nos animemos con un drone para fines comerciales, el reglamento final está todavía en desarrollo pero hay recomendaciones a seguir según la AESA. La principal es que las operaciones que se pueden realizar se limitan a zonas no pobladas y al espacio aéreo no controlado.
La nueva normativa permite grabar en exterior a una aeronave de hasta 25 kg, siempre que sea de día y en condiciones meteorológicas favorables para la visibilidad. También tiene que llevar una identificación visible con su denominación, número de serie y el nombre y datos de contacto de la empresa operadora.
Además, el drone debe estar en todo momento al alcance visual del piloto y a no más de 500 metros de distancia y no más de 120 metros de altura. Por supuesto, fuera de un espacio aéreo controlado.
El piloto deberá tener una habilitación como operador de drones, para lo que no se requiere un permiso o autorización sino simplemente un acuse de recibo de haber presentado la declaración responsable junto con la documentación en el registro de AESA.
Las condiciones para obtener ese permiso de piloto de drones son:
- Acreditar que posee los conocimientos teóricos para obtener una licencia de piloto, que se puede obtener vía organizaciones de formación aprobadas por AESA o ATO.
- Ser mayor de edad
- Certificado médico de clase LAPL o Clase 2 (para drones de más de 25 kg)
- Acreditar que disponen de los conocimientos adecuados de la aeronave que van a pilotar y de su pilotaje, por medio de un documento que puede ser emitido por el operador, por el fabricante de la aeronave o una organización autorizada por éste, o por una organización de formación aprobada.
Imagen | Cmichel.
Ver todos los comentarios en https://www.xataka.com
VER 39 Comentarios