Nueva utilidad para los vehículos voladores, en esta ocasión con un final poco feliz para su integridad. El dron que nos ocupa se llama Coyote, lo desarrolla la empresa Raytheon y tiene como misión meterse dentro de un huracán, donde recolectará toda la información posible, en tiempo real.
Los científicos no ven demasiado problema en acabar con la vida de Coyote, nosotros tampoco vemos mayor inconveniente si con ello se consigue información desde la zona más intensa del fenómeno atmosférico, también conocido por ciclón o tormenta tropical.
Gracias a otras tecnologías como satélites, cada vez se tiene más información sobre este tipo de fenómenos - temperaturas, velocidad del viento, precipitaciones -, y es más fácil predecir la fuerza y dirección con la que se mueve, pero todavía no se sabe demasiado sobre su fase de formación sobre el mar.
Esta es la razón por la que en Estados Unidos el NOAA (National Oceanic and Atmospheric Association) está diseñando drones de bajo coste. Con lo que allí registre el tiempo que dure vivo, podremos predecir mucho mejor lo que va a ocurrir.
No es la primera vez que se introducen elementos dentro de la zona caliente, hemos visto sondas con paracaídas, pero la duración del dispositivo en contacto con el fenómenos atmosférico es bastante baja, además de que se recoge información de forma vertical - en caída -, cuando lo interesante sería mantenerse alrededor del núcleo para conseguir datos con más detalle en posición y tiempo.
Los científicos consideran que donde se origina la fuerza de la tormenta es en la zona baja, incluyendo la superficie del océano, y la denominan “boundary layer”. Es muy difícil permanecer ahí con un vehículo, y ese es el principal reto de Coyote.
Las nubes se arremolinan en el ojo del huracán Edouard, en 2014. Fue el primer uso del sistema Coyote como instrumento de predicción meteorológica
Realmente se está probando con dos modelos, el citado Raytheon Coyote que tenéis en la imagen, y un más moderno Piasecki Whimbrel. En ambos casos se lanzan desde un avión tripulado en vuelo. Los drones cuentan con alas para planear, y obviamente están construidos para ser muy resistentes.
El caso de Coyote es especial, ya que es capaz de conseguir volar durante una hora, y puede enviar información desde el corazón de la tormenta, ya que cuenta con comunicación por radio con el avión que lo ha lanzado - se comunica desde una distancia de hasta 80 kilómetros -. Sobre Whimbrel hay poca información, ni siquiera ha tenido su primer vuelo.
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