Drones que evitan obstáculos como si fueran colibríes y aterrizan sobre coches en movimiento

Nos vamos a aburrir de ver drones en movimiento, con evoluciones continuas en su autonomía de vuelo, y por lo tanto, mejoras en los algoritmos de inteligencia artificial que gastan estos bichos voladores. Cuando nos encontramos ejemplos tan claros como los dos que os proponemos en este artículo, nos damos cuenta de que están mejor preparados de lo que parece para integrarse en la sociedad, y sino que se lo pregunten a Amazon.

Un camino libre, sin obstáculos, es la situación ideal de trabajo para un dron, pero como no siempre va a ser así, y hay mucho vuelo sin piloto por delante, los ingenieros del laboratorio de inteligencia artificial del MIT se están esforzando en mejorar su cerebro, y algoritmos relacionados.

Un dron que se desenvuelve entre obstáculos como si fuera un colibrí

El MIT nos quieren enseñar sus avances en condiciones realmente complicadas, como hacer pasar a un pequeño cuadrocóptero por un auténtico laberinto de cuerdas. Nos cuentan que el algoritmo que le hace pensar tan rápido en las acciones a realizar es el mismo que podemos encontrar en el robot Atlas.

Evaluar lo que tienen por delante, y pensar muy rápido en las acciones a realizar, parece bastante dominado en estas pruebas, pero siempre es interesante ver cómo eso se transforma en efectivos movimientos de dron que lo hacen parecer un colibrí entre tanta cuerda y obstáculo. En el ejemplo que vamos a ver hay hasta 26 obstáculos en un reducido espacio:


La tecnología que lleva el pequeño vehículo volador le permite crear planes de vuelo en tiempo real, no solo analiza lo que tiene inmediatamente delante, sino que intenta programar los movimientos en un espacio más amplio. Las cámaras y cerebro del sistema identifican los espacios libres por donde cabe y los va anidando para preparar dicha ruta.

Sin salir de los laboratorios de MIT, como habéis podido ver en el vídeo, también tenemos la tecnología aplicada a un pequeño dron con forma de avión y ala fija. Es capaz de evitar obstáculos a gran velocidad, incluso con la molestia de un viento fuerte complicándole las maniobras.

Aterrizaje sobre un coche en movimiento

En DLR han encontrado una forma para deshacerse del tren de aterrizaje

No menos llamativo es el trabajo de la Centro Aeroespacial Alemán, mejor conocido como DLR. Lo que han conseguido es hacer aterrizar a un dron sobre un vehículo en movimiento a unos 75 kilómetros por hora.

El dron que vemos en acción es un Penguin-BE, de ala fija, que normalmente tiene un tren de aterrizaje en su parte baja. ¿Es realmente necesario? En un mundo en el que el peso es vital para conseguir mayor autonomía, prescindir de ciertas partes parece que puede reportar una mejora. En DLR han pensado en un método alternativo de ‘aterrizaje’:


El proceso se realiza de forma autónoma, no hay nadie controlando esa conexión entre el coche y el dron. La cámara que lleva apuntando hacia abajo se encarga de encontrar el código QR que le marca las distancias y posición.

De nuevo nos encontramos ante un algoritmo muy capaz que se encarga de la sincronización, pero en esta ocasión con dos vehículos que se mueven a la misma velocidad. En la parte de conducción del vehículo que recoge al dron, sí hay que hacer algo, ya que cuenta con una pantalla en la que se le informa de la situación del otro vehículo y qué velocidad debe tomar.

Más información | MIT News

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