Las reglas que propone la FAA para drones comerciales hacen imposible los drones repartidores

Una de las incógnitas de año pasado, el del despegue de los drones, estaba en la regulación que diversos gobiernos estaban preparando para controlar este fenómeno. Uno de los más importantes era el del gobierno de los EEUU, que a buen seguro que sirve de base para lo que decidan otros países. Pues la FAA ya tiene su propuesta de regulación del vuelo de los drones comerciales, un paso previo que en un par de años debería acabar con una nueva ley que los regule.

Lo más relevante de la propuesta de la FAA es que los drones comerciales no podrán superar los 25 kg de peso ni podrán volar de noche. Pero más restrictiva es la medida que exige que el operador de esos drones tenga visión directa (y sin intermediaros como podría ser una cámara) del aparato en todo momento. Con estas reglas, el sueño de Amazon, entre otros, para usar drones como repartidores queda casi descartado con esta futura normativa.

No más de 150 metros de altura ni 155 km/h de velocidad

Otros datos de interés sobre el uso de drones comerciales en EEUU son la limitación a 150 metros en la altitud máxima que podrían alcanzar estos drones en vuelo, además de una velocidad máxima de 155 kilómetros por hora. No podrán sobrevolar espacios protegidos como áreas cercanas a aeropuertos ni tampoco zonas con personas.

Para pilotar uno de estos drones no será necesaria una licencia con sus horas de vuelo o certificado médico, sino tan solo un permiso que se obtendrá tras pasar un test de la TSA (Transportation Security Administration) y que habrá que renovar cada dos años. Para poder realizarlo hay que ser mayor de 17 años.

Respecto a la privacidad de las imágenes que recopilan este tipo de vehículos aéreos, el gobierno de EEUU también ha publicado una serie de indicaciones para asegurar que las agencias gubernamentales que hacen uso de drones para recopilar información en tareas de supervisión de áreas agrícolas o seguridad fronteriza, atiendan a las libertades de los ciudadanos y la privacidad. De entrada, en el plazo de un año deben dejar claro cómo acceder a sus políticas sobre drones en relación con la recopilación, almacenamiento y borrado de la información.