Qué hacer con tu flamante dron nuevo: guía con todo lo que tienes que saber

Si entre los regalos de Navidad has abierto un paquete con un drone nuevo, probablemente tengas muchas preguntas y dudas sobre cómo volar un drone, dónde puedes hacerlo, cómo mejorar tu técnica o qué posibilidades te ofrece tu nuevo regalo, así como cuestiones de mantenimiento o dónde encontrar repuestos. Tenemos la guía completa para iniciarse en los drones.

Dónde puedo volar mi nuevo dron

Siendo equipos relativamente nuevos en el mercado, los drones o aeronaves civiles pilotadas por control remoto (RPA) solo disponen en España de una regulación nacional especifica (Ley 18/2014 de 15 de octubre, art. 50 y 51) en caso de que su uso vaya a ser profesional y comercial, recientemente renovada con el Real Decreto 1036/2017, de 15 de diciembre.

Si asumimos que tu nuevo dron, más o menos completo, lo usarás exclusivamente para tu ocio, estaríamos en realidad hablando de un fin recreativo que por ahora solo dispone de una serie de recomendaciones pero también de una legislación general que debemos cumplir si no queremos enfrentarnos a sanciones o multas por parte de las autoridades.

Con la legislación actual el uso de drones de forma recreativa debe cumplir la legislación y seguir unas recomendaciones de la AESA

Para la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), organismo que depende del Ministerio de Fomento, los drones (incluso cuando los usamos de forma recreativa) son legalmente aeronaves y para su caso concreto indican una serie de recomendaciones a seguir para evitar sanciones pero también para volar el drone de forma segura y sin riesgo de accidentes.

AESA considera uso recreativo o deportivo todo aquel que se realiza con un modelo de menos de 25 kg de peso y sin que las imágenes que grabes se usen de manera profesional o tengan contrasprestación económica o de valor

Las principales consideraciones que debemos seguir a la hora de volar un dron son:

  • Tenerlo siempre a la vista (no más de 500 metros de distancia) y no superar los 120 metros de altura durante el vuelo incluso aunque nuestro modelo permita un vuelo de más altura.
  • No volar el drone cuando las condiciones meteorológicas sean desfavorables, como por ejemplo con mucho viento que dificulte su manejo de forma segura. Nunca se podrá hacer de noche.
  • Está prohibido el vuelo en zonas cercanas a los aeropuertos o lugares que tengan el espacio aéreo reservado.
  • Para el vuelo hay que usar zonas adecuadas, preferiblemente las reservadas para pruebas de aeromodelismo. Es muy conveniente informarse de las normativas locales o autonómicas al respecto o mucho mejor, contactar con algún club de aeromodelismo cercano que tendrá toda la información para un vuelo seguro.
  • No se puede volar el drone sobre aglomeraciones de gentes, incluyendo parques, playas y demás sitios al aire libre. Nunca debe existir riesgo para las personas. Y hay que tener en cuenta que los daños que cause el dron son responsabilidad directa de quien lo maneja, así que si vas a realizar vuelos con frecuencia es recomendable contar con un seguro de responsabilidad civil.

Si nuestro drone dispone de cámara capaz de realizar fotos o grabar vídeo, hay más legislación a cumplir. Si queremos hacer uso de la capacidad de nuestro drone para registrar imágenes, hay que respetar la Ley de Protección de Datos ya que es probable que durante nuestro vuelo con un drone con cámara se vaya a realizar una captación de imágenes de personas físicas identificadas o identificables.

Si existen esas terceras personas involucradas de forma directa o indirecta tenemos la obligación de informarles a ellos (en interiores podemos hacerlo directamente o por medio de carteles informativos) así como a la Agencia de Protección de Datos.

Las novedades en materia de legislación que introduce el Real Decreto 1036/2017 se refieren exclusivamente al uso profesional del drone, para lo que, entre otros requisitos, se necesita una licencia de piloto, seguro de responsabilidad civil y certificado médico, lo que daría cobertura para vuelos nocturnos (con aprobación previa de la ESA) o sobre poblaciones.

Los preparativos antes de volar un drone

Una vez que ya tienes claro qué debes cumplir a nivel de seguridad y legislación para poder empezar a volar tu nuevo y flamante drone, es hora de encenderlo y empezar a volarlo. Aunque tu pericia y la tecnología asociada a tu modelo en concreto va a marcar lo ágil y duradero de tus primeros vuelos, hay una serie de consejos, recomendaciones y trucos que puedes empezar a poner en práctica nada más sacar el drone de la caja.

Puede parecer perogrullada pero conviene que contengas la emoción del momento y te pares un rato antes de volar tu drone para leer el manual del dispositivo. Quizás no todo pero sí las páginas en que se habla de sus posibilidades, opciones, modos pero sobre todo de los controles y botones físicos del mando. Te aseguro que no vas a querer jugar al ensayo-error con las opciones y posibilidades de tu drone en pleno vuelo.

Lo más inmediato antes de volar tu drone es que te aprendas y tengas claro qué es y hace cada elemento del mando. El control se puede parecer al del mando de tu consola, al de tu coche teledirigido de la infancia o ser una pantalla táctil ... Pero quizás no tenga nada que ver. En algunos modelos de pueden configurar esos controles o contener algunos específicos que no hayas visto nunca. Apréndetelos.

Antes de cada vuelo es preciso que comprobemos que cada elemento del drone, especialmente la batería y hélices, está en perfecto estado y funcionan como deberían

Una vez que tienes un conocimiento completo de las opciones del drone y su control, hay que revisar que todos los elementos están en perfecto estado. Este paso no hay que darlo solo la primera vez que vuelas un drone sino antes de cada vuelo. Los golpes, el uso intensivo o el que haya piezas que uno mismo pueda intercambiar exigen algunas comprobaciones rutinarias.

Las principales tienen que ver con que no haya elementos sueltos, que no falten tornillos o cierres, que las protecciones (si decidimos ponerlas) estén bien sujetas y no interfieran en el movimiento de las hélices, y que éstas giren en el sentido que deben. Hecha esta comprobación podemos encender el drone y confirmar que todos los motores están en perfecto estado sin levantar el vuelo todavía.

Si no fuera así, procederemos a cambiarlo antes de volarlo. De hecho, si vemos que no hace nada es probable que sea precisamente por un motor roto o a punto de hacerlo, y el sistema de control no deja que se inicie el vuelo.

Si tu drone se maneja con un smartphone, es muy probable que incluya algún tipo de calibración inicial. La rutina de calibrar el sistema de vuelo de tu drone al iniciar el vuelo también es conveniente y ayudará a que el vuelo sea más fiel a lo que buscas.

Lo habitual es que las aplicaciones asociadas a los drones te vayan indicando paso a paso lo que debes hacer antes de iniciar el vuelo. No obvies esta ayuda que el fabricante pone a tu disposición.

Por último no debes olvidarte de las baterías. Dado que volar un drone no será algo que hagas con asiduidad y que os tiempos de carga suelen ser grandes, más de una vez puedes encontrarte con que quieres realizar un vuelo pero las baterías están descargadas. Una rutina que puedes incorporar tras cada vuelo es, además de limpiar el drone, poner a cargar las baterías antes de guardar de nuevo tu equipo.

En todo caso, antes de salir a una sesión de vuelo asegúrate de que tanto la batería del mando como la de cada elemento del drone que use una están correctamente instaladas, a plena capacidad y sin desperfectos visibles. Debes prestar especial atención a las baterías externas, las que puedes intercambiar tú mismo o si has incluido alguna de más capacidad por tu cuenta. Puedes hacerlo pero debes asegurarte de que no están hinchadas o presentan aperturas que puedan provocar un incendio o desperfecto durante el vuelo.

Cómo volar por primera vez un drone

Una vez que ya tienes el drone listo, si es tu primer vuelo, vas a necesitar una especie de bautizo de vuelo que conviene que sea lo más seguro posible para tu drone, para ti y para cualquiera que pueda estar cerca si así lo hemos decidido. El tiempo requerido para hacerse con los controles, la llamada curva de aprendizaje, varía según el tamaño del drone, sensores y también nuestra destreza.

Si tu primer vuelo va a ser en exteriores es muy recomendable que sea en una zona amplia, sin obstáculos en tierra ni en las alturas, y con nadie cerca. Además es mejor si escoges un día con buena visibilidad y sobre todo, sin viento. Hay drones que se pueden manejar fácilmente con viento pero no es lo más recomendable para empezar.

El primer vuelo con tu nuevo drone deberías tratar de hacerlo solo y en una zona segura y amplia, ya sea en interior o en exterior

Si por el contrario tu drone es para vuelo en interiores (habitualmente los más pequeños en tamaño), no tengas la tentación de realizar un vuelo acrobático y rápido por cualquier estancia de la casa porque es probable que acabe en accidente. Usa una estancia lo más libre posible de obstáculos, amplia y donde tampoco haya nadie. Un garaje sería lo ideal, pero si no tienes, escoge el salón si es la estancia más amplia de tu casa.

Los primeros pasos con un drone deben ser para habituarnos a los controles y calibrarlos, así como conocer la sensibilidad de los mismos. El inicio de todo vuelo es hacer que el drone despegue, ya sea de forma manual o por medio de alguna función específica. Esto coloca al drone a una altura suficiente, sobre el metro de altura. Si lo dejáramos a menos altura sufriríamos el llamado efecto suelo y se volvería inestable, por eso es importante empezar siempre el vuelo a partir de una distancia suficiente.

Antes de acelerar el drone para elevarlo conviene separarse de él una distancia prudencial que evite que en caso de tener los controles no calibrados o una equivocación de control, tengamos un percance. También es importante que tengamos visión directa del drone.

Si tu drone no tiene despegue automático, asegúrate al hacerlo de forma manual que la altura es suficiente para evitar el efecto suelo o se volverá inestable

Ya en una altura de seguridad iremos probando los diferentes controles uno a uno. Subiremos y bajaremos controlando la altura, y será el momento de localizar la parte frontal del drone (lo habitual es que incluya algún tipo de indicación o luz). Una vez orientados correctamente respecto al drone, ya podemos iniciar las maniobras laterales (deslizar), avances o retrocesos (cabecear) ... En esta fase es importante ver si es necesario calibrar los controles y nuestro mando lo permite. Si es así debemos ajustar las palancas llamadas TRIM para compensar movimientos no que no se corresponden fielmente con los que estamos realizando en el mando.

Una vez que tenemos el mando calibrado y hemos interiorizado los controles, podemos combinar algunos movimiento simples y ponernos manos a la obra con la fase de aterrizaje. Mucho cuidado al principio porque un aterrizaje brusco puede acabar con nuestro recién estrenado drone.

Las primeras veces que aterricemos debemos ir bajando la altura poco a poco, incluso por debajo de ese metro que hemos indicado como de seguridad para evitar el efecto suelo. Cuando queden unos pocos centímetros, las primeras veces es recomendable reducir la velocidad de las hélices poco a poco a esta altura para provocar la caída a plomo del drone sobre el terreno. Si tratáramos de aterrizarlo "a mano" sin la soltura necesaria podríamos provocar que una parte del drone tocará tierra antes que otra y provocara un accidente. No tengas prisa. Cuando hayamos cogido más soltura ya podemos buscar un aterrizaje controlado hasta el final.

Si tu drone lo admite, prueba también a iniciar algunos vuelos con el llamado modo asistido. Es una buena manera de hacerse con los mandos de forma controlada.

Tras unos cuantos vuelos de prueba, ya estamos listos para ir un poco más allá con el vuelo de nuestro drone. Pero quizás antes de probar tú quieras comprobar de lo que es capaz tu drone en modo autónomo. Si el modelo que has comprado incluye GPS y dicha funcionalidad, es interesante que programes alguna salida básica para animarte.

Volar un drone: consejos, trucos y recomendaciones

Si ya has realizado algún que otro vuelo de iniciación, has calibrado y conocido con detalle los controles del mando y vuelves a tener las baterías cargadas, ya podemos tratar de realizar algún vuelo de más nivel y con recorridos complejos.

Algo que debes tener en cuenta es que no podrás realizar movimientos complejos de un día para otro. Debes ir aumentando la dificultad de los movimientos progresivamente y también la altura de vuelo.

Para empezar conviene que realices vuelos usando solamente dos controles (acelerar/avanzar o acelerar/deslizar) y seguir con ellos un esquema sencillo o patrón predefinido. Cuando te sientas cómodo y seguro puedes empezar a probar con tres controles y realizar acrobacias, giros y vuelos circulares aumentando poco a poco la altura de los mismos.

Primero vuelos con dos controles solo y luego tres, aumentando poco a poco la altura de todos ellos es una buena manera de ir cogiendo soltura con tu nuevo drone

En estos primeros vuelos más complejos y siempre que ya tengas un control de la situación, que puede serte de ayuda usar el modo FPV de tu drone si lo tiene. Ya sea en la pantalla del propio mando o en un smartphone, ponernos en el lugar del drone con cámara nos ayudará a asimilar los movimientos que realizamos con los controles físicos o recurriendo a los sensores de los smartphones en su caso.

Una vez que vamos cogiendo soltura con el vuelo del drone podemos caer en la tentación de realizar un descenso para aterrizar a la misma velocidad que lo hemos levantado del suelo. Es un error que no debes cometer para evitar una caída descontrolada casi segura. Mantén la calma y asegura en tu rutina que los descensos deben realizarse a menos velocidad que la subida.

Respecto a la altura de vuelo, muy atento a la cifra que da el fabricante y no llegues nunca a superarla. Lo habitual es incluso mantener como límite máximo unos cuantos metros por debajo ya que las condiciones meteorológica y diferentes aspectos pueden afectar a ese alcance. No te obsesiones con este tema porque si aplicas el sentido común comprenderás que a poco que te cueste ver bien al drone es probable que vayas a salir de la zona de rango. Recuerda que el caso de muchos drones baratos, al salir el drone del alcance estos dejarán de funcionar y caerán en picado y sin control.

En el caso de los de más alcance asegúrate de ser muy diestro pilotando porque cuanta más altura más dificultad de control debido a la distancia y los vientos más fuertes. En esos casos, si perdemos la comunicación lo habitual es que el drone quede estático esperando recuperarla o determine que debe realizar un aterrizaje de emergencia.

Conocer el alcance máximo, el lugar donde vamos a querer aterrizarlo o los sistemas de emergencia en caso de perder el control o la comunicación es clave para un vuelo seguro con el drone

En esos casos de vuelos a gran altura o en sitios complejos donde no podemos avanzar al ritmo del drone, no dejes de lado las opciones que obligan al drone a volver al lugar de salida (gracias al GPS) o a un aterrizaje controlado y automático que conviene haberte asegurado probar y conocer a fondo.

Uses el GPS o no para programar vuelos automáticos, es recomendable que antes de iniciar el vuelo ya tengas claro qué quieres hacer, cómo y sobre todo, dónde tienes planeado aterrizar el drone de manera que sea un sitio seguro, amplio y sin nadie que pueda resultar dañado cerca.

Otro consejo importante cuando estamos volando un drone es que, si no podemos evitarlo y vemos que nuestro drone va a caer o peor, chocar contra un árbol, por ejemplo, evitaremos males mayores si retiramos la aceleración y hacemos que las hélices dejen de funcionar. Si siguen girando cuando impacte es probable que los daños exteriores afecten a más elementos clave del drone.

Algo que nunca debes olvidar sobre un drone es el tiempo máximo de vuelo. La media en drones asequibles es de 5 a 8 minutos, pero ya es posible adquirir modelos de menos de 1.000 euros con mas de 15 minutos de autonomía. Esto debes tenerlo en cuenta para no apurar demasiado los vuelos y que algún elemento se quede sin autonomía.

Puedes usar baterías de repuesto para mejorar la autonomía de tu drone pero mucho cuidado porque puedes acabar fatigando algunos elementos como los motores que no están preparados para mucho más tiempo de vuelo seguido que el "oficial"

Lo habitual es que recibas en el smartphone un aviso de baterías baja o que el propio drone, al detectar la baja carga, regrese de forma segura al punto de partida o se detenga de forma controlada.

Una buena idea para mejorar esos 5-8 minutos de autonomía es tener baterías de repuesto. Son asequibles, suele ser fácil quitar y poner una y otra en la mayoría de drones comerciales, e incluso puedes usar algunas compatibles de más capacidad de que las oficiales. En este aspecto hay que tener mucho cuidado porque en drones más baratos si encadenamos varios vuelos con baterías de repuesto algunos componentes pueden acabar fallando por estrés debido a un uso superior al que estaba previsto. Es el caso de los motores.

Mantenimiento y reparación del drone

La tarea con un drone no acaba cuando se agota la batería o hemos decidido dejar de volarlo. Si queremos alargar su vida útil conviene que realicemos tareas de mantenimiento y limpieza de forma concienzuda y habitual. Dependerá de cada drone y fabricante, pero hay algunos consejos y trucos que podemos usar.

La limpieza es esencial e inevitable tras un vuelo en algunas situaciones como cuando volamos en terrenos con mucho polvo o lugares como playas. En esos casos podemos recurrir a limpiadores de aire a presión, que no cuestan más que unos 10 euros, y que nos dejarán sin polvo las zonas de difícil acceso con otros elementos de limpieza. Además podemos pulverizar en los motores algún aceite que proteja también contra la corrosión.

En caso necesario y solo para ciertos modelos y con un nivel de conocimiento mecánico alto, podemos realizar una limpieza más a fondo de cada motor.

Además del aire comprimido, para las partes de plástico podemos usar diferentes productos de limpieza para retirar suciedad como con cualquier otro producto de dicho material. Y no nos olvidemos de llevar a cabo cada cierto tiempo una limpieza y mantenimiento más a fondo, por ejemplo de los motores, aunque para ello ya se requiere una cierta pericia y conocimiento de mecánica.

Además de la limpieza, algo que tendrás que realizar a menudo con tu drone especialmente cuando estás empezando a probarlo es sustituir o arreglar desperfectos o partes rotas. Una simple hélice con algún desperfecto puede arruinar un vuelo con facilidad.

Las principales partes de un drone que van a requerir acciones por tu parte son las hélices, protecciones o incluso motores. No son complicadas de sustituir o revisar por uno mismo y de hecho son partes bastante asequibles y fáciles de conseguir si nuestro modelo es bastante conocido. Un ejemplo que sonará a muchos: Syma X5C, uno de los drones asequibles más conocidos, y para el que es muy sencillo comprar casi cualquier tipo de repuesto, ya sean hélices, placa base, motores, cámara o carcasas.

En este tipo de drones un juego de cuatro hélices ronda los 5 euros y los motores no cuestan más de 10. Principalmente de lo primero conviene que llevemos siempre con nosotros unos recambios para no arruinar una salida al campo para volarlo por un pequeño incidente con esas partes del dron.

En diferentes tiendas online o de aeromodelismo no hay problema para comprar repuestos de modelos conocidos como el CX-20, los modelos de JJRC, los Hubsan ... incluso si te animas hay accesorios para añadir curiosas funcionalidades a algunos drones. Si se trata de marcas muy conocidas como Parrot, hay incluso kits de herramientas compatibles.

Dicho todo esto, ya solo te queda ponerte manos a la obra y empezar a disfrutar con tu nuevo drone.

Actualizado en enero de 2019.

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