Estamos viendo cómo los drones se introducen en nuestras vidas, más allá de surcar los cielos para grabar bonitos escenarios. Se están revelando como un elemento donde realizar muchos experimentos, como el invento que es protagonista de nuestra noticia.
Haig Beylerian, es un músico que además trabaja en asuntos que tienen que ver con el diseño y experiencia de usuario. Es el encargo de poner en práctica el un drone ideado por Xingbo Wang, que podríamos decir que es algo así como un instrumento musical volador, que dicho sea de paso es bastante original.
Para hacer funcionar al peculiar instrumento, mejor ponernos un casco y cualquier protección adicional, ya que vamos a tener que tocarlo para conseguir crear sonidos. En la siguiente imagen podéis ver las posibilidades que están contempladas:
La información recogida en el drone pasa de forma inalámbrica a un ordenador que ejecuta el software ROS, que se encarga de convertir nuestra interacción en música, pasándola a través de una interfaz MIDI a otro dispositivo. La latencia no es perfecta, entre 30 y 40 milisegundos de respuesta.
El resultado lo podéis ver en el siguiente vídeo, un instrumento musical volador, que prácticamente de forma instantánea interpreta nuestras acciones. Su funcionamiento no es sencillo, ya que hay que tener en cuenta las vibraciones que se pueden producir cuando se interactúa, generadas por el propio drone para recolocarse.
Los sonidos o funcionalidades a realizar se determinan según el punto del drone donde golpeemos, y la fuerza, frecuencia o velocidad con la que lo hagamos. El vehículo está repleto de sensores como acelerómetros y giroscopios que determinan esos valores.
El drone está construido en la Universidad de Toronto, con mayor interés que el de crear música, ya que lo que estudian son formas de interacción con robots, especialmente con aquellos que vayan a estar volando.
Más información | Universidad de Toronto
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