En la película de 1996 Volando Libre (Fly Away Home) un padre y una hija se proponen enseñar a volar a una nidada de gansos para después guiarlos en su primer viaje migratorio a bordo de un ultraligero. La película se inspiró en el caso real de Bill Lishman, quien en 1993 realizó la gesta de guiar 18 gansos canadienses desde el sur de Ontario (Canadá) hasta Virginia (EE UU).
Ahora ha inspirado otro vuelo muy semejante. Este con destino a Andalucía.
Los protagonistas esta vez no son gansos canadienses sino el ibis calvo del norte (Geronticus eremita). Esta ave llevaba desaparecida de Europa central desde hace siglos, y esta misión aérea es solo una de las diversas acciones ideadas con el objetivo de reintroducir esta especie en el viejo continente.
G. eremita, el ibis calvo del norte se había convertido en una especie desaparecida del centro de Europa, al menos si hablamos de ejemplares en libertad. Esta ave de la familia de los tresquiornitinos (Threskiornithinae), la subfamilia taxonómica conformada por los ibis, es un ave migratoria, pero la caza y la destrucción de su hábitat la había desplazado fuera de algunos de sus ecosistemas tradicionales.
Entre 2014 y 2019 el equipo puso en marcha el primer proyecto LIFE. Este proyecto dio como fruto el establecimiento de una población migratoria de ibis en Europa, con 142 aves en tres colonias reproductorias al norte de los Alpes, explican sus promotores. Colonias que tenían en la Toscana su lugar de invernada.
Pero llegar a este punto no fue sencillo. Los esfuerzos de reintroducción de estas aves en Europa se topaban con un problema: al legar el invierno estos ibis comenzaban sus movimientos migratorios en busca de climas más cálidos como los del sur de Europa, pero eran incapaces de alcanzar su destino.
La solución: guiar ellos mismos a las aves a sus estancias de invernada. La tarea no era fácil.
El primer paso es hacer que la colonia se familiarice con las personas encargadas de guiarla durante el trayecto. Aquí es donde aparece la figura de los “padres de acogida”. Estas personas conviven durante unas semanas con la colonia, ganan su confianza y se familiarizan con ella. Se trata de una figura clave porque será a ella a quien siga la colonia durante la migración.
Solo así es posible iniciar la ruta migratoria. Una ruta en la que los “padres de acogida” emprenden vuelo a bordo de un ultraligero (en el que viajan acompañados por un piloto). La idea es sencilla: estas aves seguirán al ultraligero en una ruta hacia el sur, que les permitirá alcanzar lugares idóneos en los que pasar el invierno.
Tras más de una docena de viajes, el equipo logró el éxito de establecer colonias migratorias. Pero había aún un problema.
Segundo vuelo
Después de estos vuelos entre Europa central e Italia el equipo se dio cuenta de que esta ruta migratoria no resultaría suficiente en el largo plazo. De nuevo la caza ilegal y otras amenazas ecológicas como la del cambio climático obligaron a los conservacionistas a replantear su estrategia.
Con un nuevo destino: Andalucía. Así, nació el segundo proyecto: LIFE20 Northern Bald Ibis, con el fin de llevar a estas aves más allá de sus primeros lugares de invernada en el norte de Italia.
El 13 de agosto los 17 personas vinculadas al proyecto y las aves emprendieron su viaje. El ultraligero de la expedición partió guiando a un grupo de 36 ibis jóvenes desde la Alta Baviera. Siguen una ruta que une las faldas de los Alpes con Andalucía: un viaje de unos 2.800 kilómetros.
Este es el segundo viaje del proyecto hasta Andalucía y también el más largo hasta la fecha: 300 kilómetros más que el anterior. El equipo espera cubrir los casi 3.000 km de ruta en unos 45-50 días, lo que implicaría llegar al destino en Vejer de la Frontera a finales de septiembre o nada más entrar octubre.
La etapa del pasado jueves llevó al equipo de Saint Martin a Narbona. El grupo completó 109 kilómetros a orillas del Mediterráneo al norte de los Pirineos. 19 de las aves que iniciaron el viaje completaron esta etapa.
El diario de la expedición se puede consultar online. Este viaje también se ha puesto a disposición del público una opción de seguimiento por GPS que ofrece la situación exacta del grupo en intervalos de 20 minutos.
Aunque la migración sea la cara más vistosa, estos proyectos también incluyen acciones contra algunas de las amenazas a las que se enfrentan estas aves. La caza es una de las principales.
La introducción del GPS es una de las medidas de las que se ha valido este proyecto de resilvestración. El éxito mostrado por este sistema a la hora de evitar la caza furtiva en el pimer proyecto LIFE implicó su mantenimiento en la presente iteración.
Otra de las amenazas a las que se enfrentan estas aves es el riesgo de electrocución. Según explica el equipo, esta amenaza es la principal causa de muerte de estos ibis en sus hábitats austriacos. Estas muertes se producen cuando las aves emplean postes eléctricos de tensión media como lugar de descanso. Como medida preventiva, los responsables del proyecto, con la colaboración de las compañías eléctricas locales, reacondicionaron varios postes eléctricos para hacerlos más seguros.
Imagen | Waldrappteam Naturschutz & Forschung, LIFE Waldibis project
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