La agencia espacial ha realizado un estudio sobre el impacto térmico de estas iniciativas. Con veredicto favorable
El efecto isla de calor urbana (UHI) es una amenaza al bienestar de los residentes en ciudades de distinto tamaño. Durante una ola de calor, el efecto UHI puede representar una amenaza incluso para la vida de personas vulnerables como la tercera edad. Las ciudades comienzan a ponerse serias en su lucha contra esta amenaza.
Y un ejemplo de ello es el de Portland.
Depave. La iniciativa Depave surgió en 2008 con un objetivo claro: podríamos traducir el propio nombre de esta asociación como “despavimentar”. Sus dos últimos proyectos incluyen un parking de más de 1.600 metros cuadrados junto a una iglesia el año pasado, o el reacondicionamiento de una intersección en una intersección en el centro de la ciudad.
Esta iniciativa vecinal ha contado con el apoyo de la agencia espacial estadounidense, la NASA, a la hora de evaluar el impacto de sus proyectos.
UHI. Las ciudades tienden a retener más el calor que las pequeñas poblaciones. Esto se debe a diversos factores: materiales de construcción que retienen el calor, escasa ventilación debido a un entramado callejero que detiene las corrientes de viento o la multitud de fuentes de calor como vehículos o aires acondicionados.
En condiciones normales esto no es un problema, pero durante olas de calor este efecto puede ser determinante al hacer que aumente la mortalidad asociada a estos fenómenos. En general, el efecto isla de calor puede resultar inconveniente al reducir nuestro confort térmico. Dicho en otros términos: haciéndonos pasar calor.
Cooperando con la NASA. Los proyectos del aparcamiento y la intersección no son los únicos llevados a cabo por Depave en la ciudad más poblada del estado de Oregón. Evaluar el impacto de estas iniciativas no es tarea fácil. Aquí es donde Depave ha contado con la colaboración de la NASA.
El estudio fue realizado en el contexto del programa de Ciencias Aplicadas Develop y liderado por la investigadora Keegan Kessler. Empleando herramientas como el sensor TIRS (Thermal Infrared Sensor) y el OLI (Operational Land Imager) del satélite Landsat 8, el Kessler y su equipo pudieron estimar reducciones de temperatura en los sitios donde fueron realizadas las intervenciones.
Se analizaron seis intervenciones en las que se estimó una reducción promedio de la temperatura de 0.55º Celsius. Según señala el Gobierno municipal de la ciudad de Portland, la reducción máxima medida alcanzó los 4,3º Celsius.
Despavimentar Portland. La entidad consistorial es una de las instituciones que han cooperado con la iniciativa Depave. En este caso a través del fondo PCEF (Portland Clean Energy Community Benefits Fund). Según datos de este fondo, la iniciativa había logrado despavimentar más de 33.000 metros cuadrados desde su fundación en 2008.
Más que calor. Más allá del beneficio térmico, despavimentar zonas puede traer beneficios de otro tipo, muy notablemente en lo que respecta a la gestión de aguas. Las superficies pavimentadas generan escorrentía. Las precipitaciones que caen sobre ellas no se filtran sino que fluyen y deben ser capturadas por los sistemas de captación de las ciudades.
Se estima que las intervenciones de despavimentación han aliviado la necesidad de captación de aguas del sistema urbano en Portland. Según el PCEF, el sistema de drenaje de la ciudad recibe unos 93 millones de litros menos al año gracias a la mayor filtración propiciada por los entornos despavimentados.
Imagen | Elle Hygge/Depave / NASA
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