Hace cinco años, 'The Blob' irrumpió en el Pacífico. Una inmensa aglomeración de agua cálida que cubría toda la costa oeste de Norteamérica desde el Golfo de California al Estrecho de Bering. Durante los siguientes dos años, aguas a más de tres grados sobre la normalidad descolocaron los ecosistemas marinos y provocaron enormes pérdidas a la industria pescara.
Aún, esos ecosistemas no se han recuperado, pero la evolución de la temperatura de las aguas del Pacífico norte en lo que llevamos de verano ha hecho sospechar a los expertos que el fenómeno está de vuelta. El problema es que nadie sabe exactamente por qué está pasando.
De nuevo, the Blob
Entre 2014 y 2016, la población de peces, pájaros y mamíferos marinos del Pacífico Nororiental se redujeron por la falta de alimentos; los corales de Hawai se blanquearon por primera vez; y las especies tropicales invadieron amplias regiones del océano, entre ellas, algas nocivas (que afectan principalmente a cangrejos y almejas).
La "ola marina de calor" provocó que la pesca del bacalao cayera más de un 80 por ciento, que las ballenas jorobadas de Alaska frenaran su descendencia e hizo que se perdieran colonias enteras de aves autóctonas. Un fuerte golpe ecológico y económico casi a partes iguales.
Aquella 'Blob' ha desconcertado a los investigadores durante estos años. Se sabe que en las últimas décadas las olas marinas de calor se estaban haciendo más largas e intensas, pero no está claro cuál es el mecanismo que las provoca. Tanto es así que los investigadores están convencidos de que igual que puede durar años, el evento podría disiparse rápidamente.
De la misma manera, tampoco se sabe por qué el fenómeno que está contribuyendo ahora al calentamiento del océano (la ausencia de vientos) está durando tantos meses. Lo que sí se sabe es que el evento actual "está en camino de ser tan fuerte como el evento anterior", explicaba Andrew Leising, investigador de NOAA. Sus sistemas de control ya señalan que "por sí solo, es uno de los eventos más importantes que hemos visto".
El mundo cambia más rápidamente de lo que podemos sospechar y lo que hace unos años parecía histórico, hoy se convierte en el "nuevo normal". Y lo que parece claro es que nuestra forma de vida es hoy especialmente sensible a este tipo de pequeños cambios globales. Por eso, la pregunta es si seremos capaces de adaptarnos a esta nueva realidad.
'The Blob' es un buen ejemplo de cómo fenómenos novedosos por su dimensión irrumpen en nuestra vida diaria de forma casi insospechada y nos obligan no solo a monitorizar lo que apsa a nuestro alrededor, sino a ser creativos al buscar formas de adaptarnos a ellos.
Imagen | NOAA
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