A principios de semana pasó algo raro, algunos medios y profesionales se lanzaron a decir que se "auguraba una Semana Santa tranquila [...] y se descartaba el paso de borrascas". Ni 24 horas tardaron los modelos en contradecirlos.
Y es que la situación meteorológica de esta semana santa es una de las "más ajustadas" que se recuerda. Las anomalías térmicas sí parecen claras (hará algo más de fresco de lo habitual), pero si hablamos de precipitaciones... los modelos llevan días jugándoselo todo al lanzamiento de una moneda.
Las entrañas del problema. Cuando hablamos de modelos meteorológicos, siempre tenemos que tener en cuenta dos grandes versiones: las deterministas y las probabilistas. Una salida determinista nos hace una "foto fija" teniendo en cuenta las distintas probabilidades y posibilidades. Las predicciones probabilistas nos permiten ver las "entrañas" de esa foto fija y ayudan a intuir las tendencias principales.
Incertidumbres, incertidumbres y más incertidumbres. Si nos fijamos en la "foto" actual para semana santa, vemos "anomalías húmedas en toda la vertiente atlántica" (muy especialmente en el noroeste). Pero, si nos vamos a la salida probabilística, el lío es monumental. Como señala acertadamente Roberto Granda, "día de hoy, no hay una respuesta clara" a la pregunta de qué tiempo va a hacer en Semana Santa. "Todo apunta a más fresco, pero en lluvias [...] la dispersión en la predicción probabilista es elevada. 50/50".
Mario Fernández, en un extenso análisis en Cazatormentas, comenta esto mismo. Aunque "un 75% de los escenarios son inestables", el fantasma de la dorsal norteafricana aparece en el 25% restante. A día de hoy, de hecho, "lluvia y de no lluvia son equiprobables" el Jueves Santo.
¿Cómo puede haber tantas dudas a cinco días vista? Porque marzo es un mes complicado y de transición en el que podemos encontrarnos configuraciones típicas de los meses fríos y otras propias de los cálidos. En este caso, "la interacción DANA-chorro polar está constituyendo un auténtico quebradero de cabeza para los dos grandes modelos".
Eso se ha notado en sus salidas. Desde la cuenta de "Tiempo en Granada" mostraban cómo ha ido cambiando lo que se veía en los mapas y modelos. Este mismo lunes, los modelos no veían lluvias para el fin de semana. El martes a última hora ya empezaba a aparecer ("más extendidas en el modelo americano, más irregulares en el europeo").
Entonces, ¿Qué podemos esperar? En realidad, lo único que podemos hacer es esperar. Poco a poco, las piezas irán encajando y los modelos predictivos despejarán sus dudas. Sea como sea, la meteorología nos devuelve a la cruda realidad: que "nunca llueve a gusto de todos". Especialmente, en Semana Santa.
Un episodio intenso de lluvias puede ser un "desastre turístico", pero también la puntilla que aleje el fantasma de la sequía en amplísimas zonas del país. Sobre Andalucía ya hemos hablado, pero en sitios como Madrid los embalses a superan el 85% de su capacidad total.
El año pasado no llegaban al 69% y la media de los últimos diez años es del 74%. "Como se cumplan ciertos escenarios", buena parte del país podrá respirar un poco más tranquilos. La única buena noticia es que no podemos decidir, solo adaptarnos a lo que viene.
Imagen | ECMWF
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