"Inédito", "extraordinario", "de otro mundo"... La borrasca Daniel hizo historia en Grecia hace unos días. Según explicábamos, se calcula que en muchas zonas del país se han dejado más 1.000 l/m2 a lo largo de toda la tormenta. Una auténtica barbaridad. "Es el evento meteorológico más extremo en términos de lluvia en 24 horas desde que tenemos registros en el país", reconocía la Protección Civil griega.
Pero la cosa no se queda ahí.
Un huracán en el mediterráneo. Daniel siguió avanzando hacia el sur, haciéndose más fuerte y alcanzando características subtropicales cerca de la costa de Libia. Es decir, estábamos a las puertas de un 'medicane' y los datos así lo confirmaban.
Si algo ha frenado la organización de la borrasca, ha sido encontrarse con las costas africanas (donde han provocado enormes inundaciones y tormentas de barro), pero las condiciones atmosféricas y oceánicas eran idóneas para que Daniel siguiera dando sorpresas.
Del mar tranquilo al mar salvaje. Hasta ahora, hablar de "un ciclón mediterráneo que presentara ciertas características propias de los ciclones tropicales" era casi una curiosidad. No algo imposible, pero sí algo improbable. Sobre todo, si hablábamos de tormentas perfectamente organizadas.
Es algo que cambiaría de raíz el mar Mediterráneo. Al fin y al cabo, hablaríamos de tormentas que llevan "asociados vientos extremos, inundaciones, mareas, rayos e incluso tornados". Una combinación que "supone un grave riesgo para la población que queda expuesta, produciendo muchas veces importantes daños materiales".
Y no hablamos de un hecho aislado, no: hablamos de un nuevo escenario en que este tipo de cosas se hacen cada vez más frecuentes. El problema es que no es lo único que puede afectarnos.
El "gran Caribe". Por el lado del Atlántico, como señalaba González Alemán, estamos viendo como, poco a poco, las "condiciones tropicales" del Atlántico (las que circunda la zona del Caribe y el pasillo de tormentas desde Cabo Verde) se van expandiendo hacia el nordeste. Es decir, hacia nosotros.
Por aterrizar la idea basta con señalar que nunca antes (desde que tenemos registros) Canarias había tenido la isoterma del 26,5ºC. El concepto de 'Intensidad Máxima Potencial' puede ser difuso, pero viene a medir la "máxima intensidad que podría alcanzar un ciclón tropical en caso de desarrollarse en la zona".
En concreto, los datos nos dicen que "el ambiente atmosférico-oceánico al oeste de Canarias podría soportar un huracán de hasta categoría 3". Es importante saber qué significa todo esto: no que vayamos a ver un huracán de este tipo en los próximos días; sino que, de formarse una tormenta de este tipo y si se dan las condiciones favorables, podríamos tener un huracán de categoría 3 a las puertas de España.
El camino a España. El año pasado, una tormenta con un nombre muy parecido nos tuvo entretenidos durante semanas. Danielle mostraba una probabilidad inusualmente alta de convertirse en un huracán y lo hacía muy cerca de España. Tampoco era un hecho aislado, sino la materialización de una tendencia cada vez más intensa.
España, poco a poco, va saliendo de su "zona de confort" atmosférico-oceánico y se va metiendo de cabeza en un entorno muy revuelto donde los eventos extremos son cada vez más comunes. ¿Qué nos tocará en esa lotería? Esa es la gran incógnita. El asunto crítico es que no parece que haya nada bueno en el sorteo.
Imagen | Copernicus
Ver todos los comentarios en https://www.xataka.com
VER 30 Comentarios