El ciclo del agua guarda un lugar central para una infinidad de sistemas, tanto naturales como el clima, como sociales como la agricultura. Es por eso que el último informe de la Comisión Global de la Economía del Agua (GCEW) haya despertado algunas alarmas.
Nuevo informe. La GCEW ha publicado su informe “La economía del agua – Valorando el ciclo hidrológico como un bien común global” y sus conclusiones no son optimistas. El informe señala que las acciones humanas están llevando al ciclo hidrológico “fuera de equilibrio”. Las consecuencias de esto, como es de esperar, podrían ser muy graves.
El ciclo del agua. Casi todo el mundo está familiarizado con los modelos sencillos del ciclo del agua. Pero como todo modelo, este no deja de ser una simplificación de un sistema complejo con muchas más interacciones. Además estas interacciones han ido cambiando como consecuencia de la intervención humana.
La evaporación del agua marina y su condensación en la atmósfera hasta la formación de la lluvia, el papel de los ríos y de las plantas… el ciclo lleva repitiéndose desde hace cientos de millones de años. Sin embargo el ciclo es hoy más complejo: embalses, alcantarillado, aguas residuales, desaladoras, sistemas de drenaje, usos agrarios e industriales, depuradoras…
El informe aborda esta complejidad, por ejemplo distinguiendo las “aguas azules” de las “aguas verdes”. Las primeras incluyen masas de agua como lagos, ríos y acuíferos, mientras que las segundas se refieren a la humedad almacenada en el suelo y en las plantas.
Aguas verdes. Las aguas verdes son a menudo pasadas por alto, señala el informe de la GCEW. Esta parte del ciclo también parte de las precipitaciones. Estas alcanzan a las plantas y al suelo. Las plantas absorben el agua que necesitan del suelo y la almacenan para realizar sus funciones vitales. Tanto el agua acumulada en las plantas como el agua del suelo también están sujetas a la evaporación, que vuelve a llevar a la atmósfera el agua para así retomar el ciclo.
El problema de pasar por alto esta parte del ciclo del agua es que nos hace infraestimar las implicaciones que tiene alterar los ecosistemas, como cambios en los usos de suelo, deforestación o la urbanización de un territorio. La deforestación de un territorio puede llevar a cambios en el patrón de precipitaciones en otro.
Graves consecuencias. Las disrupciones del ciclo del agua afectan tanto a la naturaleza como a las sociedades. El informe aborda aspectos como el coste de la inacción o cómo cambios en el ciclo hidrológico pueden afectar a la economía.
Alimentación, industria, generación de energía, sistemas de higiene y centros de datos son algunos de los sectores mencionados en el informe, todos ellos muy dependientes del agua. El impacto de estos cambios nos podría llevar a un crecimiento económico menor al potencial: caídas de entre el 8 y el 15% por debajo de este crecimiento potencial hacia 2050.
Nuevo marco. La presión sobre los sistemas hídricos es cada vez mayor: el consumo de agua se incrementa mientras vemos un vaciado y degradado de los acuíferos en muchas áreas. La comisión plantea en su informe un marco para cambiar la forma en la que el agua es valorada, destinado a facilitar una mejor gestión del recurso.
GCEW. La GCEW (Global Commission on the Economics of Water) es una comisión independiente auspiciada por el Gobierno de los Países Bajos y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Su objetivo principal es el de “redefinir la forma en la que valoramos y gobernamos el agua para el bien común”.
El informe es fruto final de los trabajos de comisión surgida en 2022. El marco planteado en el contexto del informe puede servir de guía para que los agentes involucrados adapten su proceso de toma de decisiones para enfocarlo en el mantenimiento del sistema hidrológico global. Los cambios en los sistemas naturales son cada vez más palpables pero quizás eso no sea suficiente para pasar de los modelos a los hechos.
Imagen | Carolyn
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