"Borrascas, borrascas y más borrascas": el chorro polar va a traer la nieve y el invierno de golpe a España

"Borrascas, borrascas y más borrascas": el chorro polar va a traer la nieve y el invierno de golpe a España
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¡Nieve! No voy a ocultar el entusiasmo. Las primeras nevadas del año ya están con nosotros y los modelos empiezan a dibujar un verdadero temporal atlántico a punto de irrumpir en España. Sí, finalmente las previsiones se cumplieron y la primera quincena del mes de noviembre han seguido, casi paso por paso, lo que los modelos decían alargando la situación anómala de los meses anteriores. No obstante, esto se ha acabado.

La situación ha cambiado. Durante meses, Europa ha estado bajo el influjo de una serie de anticiclones de bloqueo que, de una forma u otra, ha interrumpido la práctica totalidad del flujo de borrascas y han convertido el continente en un sitio alarmantemente cálido. El resultado ha sido unas temperaturas extremadamente cálidas para las fechas en las que estamos y unos valores del agua embalsada muy por debajo de la media.

Y, por fin (¡Por fin!), la situación ha cambiado. Los anticiclones de bloqueo se han movido y han creado un pasillo que, unido al fortalecimiento de la corriente de chorro, va a crear las condiciones óptimas para que el atlántico se convierta en una fábrica de 'oestes', los enormes temporales que en una situación normal estarían recorriendo Europa desde hace semanas.

¿Qué podemos esperar? Como explicaba Víctor M González, los modelos europeos muestran "una segunda quincena de noviembre que no va a ser especialmente fría, pero sí que puede ser muy húmeda en el oeste y centro". Con el pasillo atlántico abierto y uno de los anticiclones de bloque viajan hacia el norte, el chorro polar apunta directamente a España. Veremos una borrasca tras otra conformando un "tren" que vamos a notar de forma persistente.

El clima del futuro empieza ahora. Hace unas semanas, hablábamos de que quizás es buena idea empezar a repensar cómo hablamos sobre las estaciones. Sin embargo, más allá del calor omnipresente, hay muchas cosas que desconocemos en torno al nuevo equilibrio climático. ¿Pasaremos del calor al frío comiéndonos las etapas de transición o todo el año empezará a tener temperaturas altas y el invierno se convertirá en un otoño descafeinado? Muchas de estas preguntas empezarán a responderse este año, así que habrá que estar atentos. No obstante, tenemos cosas mas urgentes en las que pensar ahora mismo.

En la sequía, por ejemplo. Tras meses con lluvias muy por debajo de lo normal, una configuración meteorológica como esta es exactamente lo que necesitamos. Mientras las DANAs suelen ser protagonistas por sus efectos "explosivos", son las borrascas profundas del Atlántico las que llenan los pantanos. El tren de borrascas que puede pasarnos por encima es, sin lugar a dudas, la mejor noticia en meses: el otoño, aunque tarde, parece que va a ayudar a recuperarnos.

Sin embargo, esta sequía dura mucho. Muchos expertos están convencidos de que está con nosotros desde 2014 y es que, al menos desde ese año, la tendencia hídrica es que cada temporada es peor que la anterior. El cambio de tendencia de noviembre no resolverá nuestros problemas, pero nos dará un tiempo precioso para mantener el sistema en marcha. No podemos olvidar que ya hay muchísimos municipios con recortes de agua y la situación empeora cada día que pasa.

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