Estos cangrejos devoran moluscos y ponen en riesgo la economía costera en el mar
También son una amenaza para las anguilas, una especie vulnerable
En cangrejo azul (Callinectes sapidus) se ha convertido en el enemigo público número uno en diferentes puntos del litoral mediterráneo. Tamaña es la preocupación entre algunos sectores que en Italia decidieron hace unos meses tomar medidas desesperadas.
Cazar al cazador. La solución por la que se han inclinado los italianos ha sido introducir este crustáceo en sus dietas. El objetivo es fomentar la captura del temido crustáceo y evitar su rápida expansión por la costa del Mediterráneo.
Almejas, mejillones y anguilas. El cangrejo azul es un depredador voraz. Las primeras noticias que tuvieron de este animal en la costa italiana vinieron asociadas a la pérdida de muchos moluscos en explotaciones pesqueras. Los cangrejos habían comenzado a causar estragos en los cultivos de marisco locales.
Desde entonces estas zonas costeras fueron constatando la voracidad del animal: almejas, mejillones, anguilas… ni las redes de pesca resistían su paso. Las anguilas son una de las principales preocupaciones ecológicas abiertas por la llegada del cangrejo azul debido a su situación ya de por sí vulnerable.
El problema, además, no se circunscribe al litoral. Una investigación reciente encabezada por la Estación Biológica de Doñana-CSIC alertaba de la capacidad de estos animales de adentrarse río arriba. ¿Cuánto? Unos 100 kilómetros, según el trabajo publicado en la revista Aquatic Conservation: Marine and Freshwater Ecosystems.
Nuevo marisco. Sin un depredador natural que controle sus números, el ser humano ha pasado a capturar estos animales e introducirlos en su menú. El año pasado el Gobierno de Italia destinaba una partida de 2,9 millones de euros a combatir la expansión de esta especie invasora; pero quizás la imagen de la primera ministra Giorgia Meloni posando con este alimento sea una mejor forma de visualizar el ahínco con el que se han propuesto acabar con esta especie en el país mediterráneo.
No hay datos sobre el grado de implantación de estas iniciativas. Este marisco es valorado en norteamérica pero por ahora no tanto en Europa. Según la CNN, el precio del cangrejo azul en el mercado italiano era, el año pasado, de 6 euros el kilo. Mucho menos de lo que cotizaban otros crustáceos similares.
¿Efecto cobra? No todo el mundo ve con buenos ojos esta medida ecogastronómica. Además de los puristas de la cocina italiana también algunos ecologistas se han mostrado en desacuerdo con estas medidas.
Desde un punto de vista más técnico, hay quienes temen que introducir este marisco en nuestra gastronomía pueda suponer un incentivo perverso, el temido “efecto cobra”. El miedo es que el consumo de este crustáceo arraigue generando un mercado y por tanto un incentivo a cultivarlo o, al menos, a no explotarlo hasta su extinción.
El cangrejo azul en España. El problema de esta especie no es exclusivo de Italia. El cangrejo azul es una especie nativa del Atlántico occidental. Los primeros avistamientos en el mar Mediterráneo se produjeron en 1949. La introducción de este animal fue, todo indica, accidental, a diferencia del cangrejo americano o del siluro, introducidos en nuestro entorno con fines comerciales (este último no se consume pero sí se pesca).
La costa española no es inmune a las colonias de este animal. Algunos de los lugares donde han comenzado a verse son el delta del Ebro, el mar Menor o Baleares. También han alcanzado puntos del la costa Atlántica como la desembocadura del Guadiana.
En 2019 un comité científico dictaminaba la inclusión de esta especie en el en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras por ser considerada una especie “de alto riesgo”. Sin embargo a día de hoy esta especie no se encuentra en la base de datos de la página web del Ministerio de Transición Ecológica.
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