Los polos magnéticos de la Tierra están moviéndose continuamente, de ahí que actualmente no coincidan exactamente con el Polo Norte y el Polo Sur. Se mueven tanto que llega a un punto en el que se invierten cada cierto periodo de tiempo. Esto, por muy interesante que sea, tiene consecuencias catastróficas.
Semanas atrás realicé un viaje de cientos de kilómetros sólo para ver un árbol: Tane Mahuta. Se trata del árbol más antiguo de Nueva Zelanda, un árbol kauri con más de 2.500 años de antigüedad. Es lo que hace especiales a estos árboles, su edad. Propios de la isla norte de Nueva Zelanda, estos árboles son especiales por su significado espiritual para la comunidad indígena de la isla, pero también por la contribución que pueden proporcionar a la comunidad científica debido a su edad. Por su gran longevidad, son historia viva que nos permiten analizar el pasado de la Tierra. Y es justamente lo que un nuevo estudio publicado en Science ha hecho.
La Tierra, hace 42.000 años
Un grupo de investigadores ha analizado los troncos fosilizados de varios árboles kauri encontrados en Nueva Zelanda. Restos de árboles que vivieron en la Tierra hace unos 42.000 años, precisamente cuando se cree que ocurrió la última inversión de los polos magnéticos. Los anillos de estos troncos reflejan qué consecuencias tuvo la inversión.
Leyendo los anillos de los troncos fosilizados los investigadores han podido deducir cómo el entorno se vio afectado por el cambio de los polos magnéticos. Según el estudio, se dieron alrededor de 800 años de desastres climáticos en la zona. Entre estos desastres climáticos se encuentra una expansión glacial, radiación cósmica a altos niveles, tormentas eléctricas y cambios en el comportamiento de la biosfera, así como extinción de parte de ella.
Cuando la radiación cósmica se da en las moléculas de carbono de la atmósfera se produce de forma natural carbono-14. El carbono-14 es capturado muy fácilmente por los árboles, por lo que es posible analizar las cantidades que hay según el año y los anillos de un tronco de árbol. Los investigadores encontraron cantidades extremadamente altas durante alrededor de ocho siglos hace 42.000 años, creen que la causa directa fue la inversión de los polos magnéticos.
Los polos magnéticos de la Tierra, además de servirnos para las brújulas (y los problemas que dan), también actúan como escudo protector para la radiación cósmica. El campo magnético de la Tierra sin embargo se debilita cuando hay una inversión de los polos y hasta que estos vuelven a estabilizarse. Según el estudio, unos 200 años antes de la inversión de los polos magnéticos la intensidad del campo magnético ya había descendido al 0,6% de la fuerza que tiene actualmente. Nos quedamos sin escudo durante varios siglos.
¿Resultados de quedarse sin escudo protector ante la radiación cósmica? Pérdida de la capa de ozono, un cambio climático a gran escala, glaciación, radiación ultravioleta, extinciones de especies animales y flora... Casualmente as primeras pinturas rupestres de Nueva Zelanda datan de hace unos 42.000 años, por lo que se cree que los homínidos de esa época comenzaron a refugiarse en cuevas en esas fechas.
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