Explorando el fondo marino a 6 kilómetros de la superficie y 1,5 kilómetros bajo el propio suelo marino, un grupo de geólogos ha descubierto un nuevo tipo de basalto. Uno que es muy diferente a cualquier otro de la Tierra y que parece que no se ha producido más en millones de años.
El equipo formado por científicos y geólogos de todo el mundo descubrió la roca en la cuenca de Amami Sankaku (ASB), en el océano al sur de Japón. Cuando los investigadores bajaron a las profundidades marinas a 6 kilómetros por debajo del mar, excavaron otro kilómetro y medio para extraer muestras.
¿Qué encontraron? Un nuevo tipo de basalto con una composición nunca antes vista. Se trata de un basalto toleítico, que en realidad es bastante común y una de las rocas magmáticas más presentes en la corteza. Bajo el microscopio sin embargo es algo distinta, muestra un conglomerado de colores grises y verdosos en formas totalmente abstractas.
El basalto, si bien es común por la actividad volcánica, puede ser muy distinto según a qué presiones y temperaturas se somete. Así pues, puede tener características de lo más variadas. Como este en concreto nunca antes se había encontrado y se debe en especial por el lugar donde estaba: en el Cinturón de Fuego del Pacífico.
Según los geólogos, esta roca probablemente se formó cuando el Cinturón de Fuego del Pacífico se estaba desarrollando hace unos 50 millones de años. Aunque parece mucho tiempo, en términos geológicos 50 millones de años no son nada. El magma que las formó salió desde el manto superior a la superficie de forma rápida y expuesto a presiones entre 0,7 y 2 GigaPascales.
Explorando el suelo para entender el planeta
A menudo miramos hacia arriba y en el espacio para entender nuestro origen cuando en realidad aquí en la Tierra aún tenemos mucho que descubrir. Como dice el Doctor Ivan Savov, coautor del estudio, "nuestros hallazgos muestran que todavía hay muchos descubrimientos por hacer en nuestro propio planeta".
Con este descubrimiento los investigadores creen que las erupciones volcánicas en esta zona fueron mucho más fuertes de lo que hasta ahora se pensaba. Ahora que han dado con ella, esperan encontrar más rocas y basaltos en esta zona o incluso reanalizar algunos descubiertos aquí para entender mejor cómo se formo la corteza debajo del Pacífico.
El fondo marino y en más aún la corteza terrestre son dos áreas que apenas hemos investigado. Esto se debe a la dificultad que supone bajar a las profundidades marinas o simplemente perforar la Tierra. Mientras que en en el espacio hemos subido miles de millones de kilómetros, hacia la profundidad de la Tierra apenas hemos bajado 12 kilómetros.
Vía | CNET
Más información | Universidad de Leeds
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