Y entonces, hace unos 350 millones de años, apareció la lignina y cambió la historia. Las plantas que habían crecido de forma brutal gracias a la celulosa, pero se estaban viendo acosadas por numerosas bacterias, protozoos y hongos. Las primeras estructuras leñosas acabaron con esa guerra: no solo eran más duras, más rígidas y más versátiles que la mera celulosa, eran inexpugnables.
Fundamentalmente porque estaban basadas en fenol y, a efectos prácticos, eso significaba que la "única forma" de extraer su poder energético era quemándolas. No había en la faz de la Tierra ningún microrganismo capaz de degradar la madera y, como consecuencia, las plantas leñosas fueron conquistando cada centímetro de tierra fértil.
Sin "depredadores" naturales, la madera era la reina. Nunca se ha fijado carbono como se fijó en aquella época y eso se volvió un problema: los niveles de CO2 en la atmósfera bajaron hasta límites nunca vistos. Con ello, bajaron las temperaturas globales, se estranguló la biodiversidad y el mundo se sumergió en una hibernación que duró 40 millones de años.
Los que tardó un pequeño hongo llamado Agaricomycetes en aprender que, en lugar de intentar digerir la lignina, lo mejor era "bombardear la madera con oxígeno" utilizando ciertas enzimas hasta que liberara toda la celulosa que tenía dentro. En las últimas décadas hemos tenido una nueva 'lignina', los plásticos, y como aquella han conseguido invadir casi cada centímetro de tierra virgen sin que podamos controlarlo fácilmente. Por suerte, de nuevo, podemos contar con las enzimas.
Una enzima contra el plástico
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Como en la historia del Agaricomycetes, en ésta hay mucho de casualidad. En 2016, un equipo de japoneses se cruzó con un insecto que comía plástico. No estaba muy claro ni cómo, ni por qué; así que se pusieron a investigar. Y en 2018, casi por casualidad, unos investigadores del National Renewable Energy Laboratory de EEUU en Colorado dieron con el diseño una enzima basada en estos insectos que era capaz de descomponer una botella de plástico en unos pocos días.
No es el único equipo que está trabajando en el tema. En abril, una empresa Francesa (Carbios) anunció que habían encontrado una enzima en un depósito de compost capaz de degradar el 90% de una botella de plástico en 10 horas. Eso sí, a 70 grados de temperatura.
El equipo norteamericano ahora han metido el acelerador y han creado una superenzima (dos combinadas, en realidad) capaz de descomponer el plástico seis veces más rápido que las de 2018. A temperatura ambiente. Y eso es fundamental para poder 'aterrizar' estos enfoques a nivel comercial. Y la carrera es crucial: aunque el coronavirus lo ha silenciado, la crisis mundial del reciclado sigue ahí y con ella un mercado de miles de millones.
Imagen ! Nariman Mesharrafa
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33 comentarios
innova
Miles de millones movía el negocio del reciclado de las botellas de cristal
Se recogían , limpiaban y reutilizaban.
Pero por lo visto ahora crear empleo no interesa tanto.
Muchas marcas de refrescos tenían embotelladoras en las que reciclaban estas botellas.
Pero es mejor vender ese terreno para edificar.
t_r_a
comen plastico, pero que dejan a cambio ?
juanjouz
A añadir a la lista junto al grafeno.
kodizgz
Las empresas del reciclaje no lo permitirán. Ya se encargará Ecoembes de encontrar una solución para inhibir la enzima
noname93
Una buena noticia, pero con menos alcance del que puede parecer inicialmente.
Este estudio se centra en la depolimerización únicamente del PET, que constituye entorno a un 8% del plástico usado.
Si bien es una buena noticia que el PET se pueda descomponer y que los subproductos sean carbono y energía, queda mucho trabajo de concienciación para la reducción y uso responsable, reciclado, utilización de polímeros compostables como PLA cuando el reciclaje sea difícil, etc. para conseguir deshacernos totalmente de su impacto medioambiental.
Digitalico
¿Con estas investigaciones es como se generan los coronavirus del futuro? Si crean una enzima que come plástico, no se sabe cómo se comportará en mares y océanos, o incluso, en nuestro cuerpo o en el de los animales al ingerirla... Lo que hay que hacer es prohibir el plástico y usar otro tipo de envases ya
psicoactivo
la fibra de cáñamo es un material natural que puede sustituir en muchos casos el uso de plásticos incluso mejorando su utilidad final (por ejemplo: un salpicadero de coche-menos agresivo para las personas en caso de accidente)....otra cosa es que les salga rentable sus uso a las empresas ya que, hoy en día está todo plastificado...
martindione
No es un insecto que come plástico, es una bacteria.
pabloj
Parece muy prometedor. Lo que me apena un poco es que me da la sensación que la principal motivación de este desarrollo es ganar dinero más que solventar el problema. Vamos que si no consiguen que su uso sea rentable casi parece que esto no saldría adelante pese a ser dramáticamente necesario.
sulkra
Por fin mucha gente va a dejar de tener que pasar vergüenza en las urgencias de los hospitales..