Más edificios verdes (en todos los sentidos) y de nuevo es Asia el continente en el que se desarrolla. En esta ocasión se trata del Najing Vertical Forest, un proyecto de dos torres repletas de plantas que quieren ser una inyección de oxígeno y reducir la contaminación en los cielos de esa ciudad.
El arquitecto a cargo de la construcción es Stefano Boeri Architetti, siendo el segundo de una serie de edificios llamados 'Vertical Forest' (bosque vertical). El primero, llamado Bosco Verticale, fue construido en Milán que se finalizó en 2014, y está previsto que el bosque vertical de Najing esté acabado el año que viene.
La tendencia de los edificios que "se comen la contaminación"
En Milán también vimos el Palazzo d'Italia, un singular edificio que es ecológico de una manera distinta a estos edificios plagados de vegetación. Pero este proyecto nos recuerda un poco más al que vimos en Taiwán iniciado en 2013 y que está previsto que se termine en septiembre, el Tao Zhu Yin Yuan, con 23.000 árboles y arbustos para absorber unas 130 toneladas de dióxido de carbono.
En este caso el número de plantas es bastante menor y también, por tanto, su "ingesta de contaminación". Las torres verdes de Archietti crecen en el distrito Pukou y está pensado que alberguen un total de 2.500 plantas y 1.100 árboles (600 altos y 500 de media altura) de 23 especies autóctonas, en lo que será una superficie de 6.000 metros cuadrados. De nuevo la fotosíntesis y otros procesos de las plantas serán la característica principal del edificio, de modo que la vegetación absorba 25 toneladas de dióxido de carbono al año, mientras producen unos 60 kilogramos de oxígeno.
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Un bosque vertical al que no le queda mucho
Así, se trata de una torre más alta de unos 200 metros y una de unos 108 metros. En la más alta habrá oficinas, un museo, una academia de arquitectura y un club privado en el último piso, mientras que la menor será un Hyatt Hotel con 247 suits y una piscina en el ático, con planes de que haya además tiendas, restaurantes y salas de conferencias.
Como decíamos, está previsto que la construcción finalice en 2018. Se espera que además de la función en cuanto a los gases, también sea una ayuda para regenerar la biodiversidad local. La elección de la localización de las torres en la ciudad china fue motivada al tratarse de un área en desarrollo para ser un centro económico y que desde hace años sufre problemas de polución de la atmósfera.
Imágenes | Stefano Boeri Architetti
Vía | Buzz Buzz Home
En Xataka | En Taiwán están construyendo un edificio que se "come" la contaminación y estará listo en septiembre
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