La ola de calor que hemos vivido estos días ha sido intensa en España, pero extraordinaria en lugares como el Reino Unido, que emitió por primera vez una alerta por exceso de temperaturas. Esto ha llevado a algunos a darse cuenta de un problema que llevaba décadas cocinándose: los edificios de media Europa están diseñados para protegerse del frío reteniendo el calor. Ahora se han convertido en auténticos hornos.
El origen del problema: protegerse del frío. Protegerse del frío es una opción perfectamente racional cuando uno está en el norte de Europa. Al fin y al cabo, éste supone un peligro para nuestra salud. En general, la mortalidad invernal es mayor que la veraniega. No solo la pérdida del calor corporal puede matarnos, cada invierno llegan noticias de muertes producidas por escapes de gas, intoxicaciones por monóxido de carbono, incendios…
Esta necesidad de resguardarnos del frío afecta a la arquitectura, especialmente cuando más al norte nos movamos. Y milenios de experiencia nos han convertido en muy hábiles en eso de crear casas capaces de retener el calor, especialmente después de la crisis energética de comienzos de los 70.
Aquella crisis puso en evidencia algunos problemas energéticos occidentales, y llevó a arquitectos y diseñadores urbanos a poner énfasis en la eficiencia térmica de los edificios. El cambio climático también motivó esta búsqueda de la eficiencia, con un enfoque basado en la mitigación que olvidó el problema adaptativo: era necesario reducir el consumo energético puesto que las temperaturas se harían más extremas.
Un problema que irá a peor. Y todo parece indicar que la situación empeorará. Aunque estemos acostumbrados a oír que el cambio climático se cebará especialmente con países en vías de desarrollo, tal afirmación no quiere decir que éste no vaya a alterar nuestras vidas. El aumento de las temperaturas afecta especialmente a las zonas urbanas por el fenómeno de isla de calor urbana (UHI). El asfalto y los edificios retienen más calor que la vegetación. Además, limitan la circulación del aire.
Aunque las predicciones indiquen menos muertes como consecuencia del frío, los veranos se irán haciendo más duros. Y en lugares preparados para el frío pero no para el calor, este desplazamiento de la mortalidad puede no compensar.
No solo se trata del calor. Los modelos climáticos prevén un aumento en la frecuencia e intensidad de los eventos extremos. En nuestro contexto, el principal peligro es el de las lluvias torrenciales, como las que se espera lleguen a final de este verano como consecuencia del aumento de la temperatura en el Mediterráneo.
El caso del Reino Unido. Las islas británicas han sido las grandes protagonistas de esta última ola de calor. Ésta ha alcanzado a multitud de infraestructuras, desde aeropuertos hasta puentes. La ola de calor ha causado estragos en un país más acostumbrado a tener que protegerse de la lluvia y del frío.
This is why 36+ degrees is disastrous in the UK, when in Aus it would just be annoyingly hot. Houses with no awnings, no air con, small windows, and generally designed to trap heat not let it out at night. 1/2 pic.twitter.com/0scjSTlDck
— Kornelis Sietsma (@kornys) July 16, 2022
Pero los hogares también han sido objeto de controversia. Muchas edificaciones del país datan precisamente de la década de los 70, cuando retener el calor era la prioridad. Ventanas pequeñas que no permiten una ventilación apropiada son comunes. Y ventilar la casa de manera apropiada es de vital importancia, no solo cuando el calor aprieta.
¿Ejemplo a seguir? El ejemplo británico contrasta con el español. El aire acondicionado es una de las herramientas a las que se recurre habitualmente. Seguramente la más eficaz, aunque no necesariamente la más eficiente.
Con la excepción del tercio norte peninsular, la mayoría de hogares españoles requieren formas de enfriar el hogar como aire acondicionado y ventiladores. Esta ola de calor probablemente traerá más demanda de estas soluciones, incluso en las zonas donde no se consideraban necesarias.
La buena ventilación también es clave. Hogares con ventanas situadas en fachadas opuestas o con acceso a patios interiores que permitan que el exceso de calor salga del edificio como si de una chimenea se tratara son muy útiles. Las persianas, también infrecuentes en países del norte, permiten aislar el hogar en las horas más calurosas del día.
No sin excepciones. No solo en Europa deberán prestar atención a la arquitectura y prácticas de los países del sur del continente. También va a ser importante que no seamos nosotros quienes importemos los errores cometidos más al norte.
Aunque garantizar la eficiencia energética vaya a ser de extrema importancia para mitigar las peores consecuencias del cambio climático, el foco también debe ser puesto en adaptarnos a las consecuencias de éste, entre otras el aumento de las temperaturas. Ahora solo queda saber en qué modelo tendremos que fijarnos aquí si nuestras temperaturas suben de manera proporcional.
Imagen | ptrabattoni
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17 comentarios
serkam
Vaya basura de artículo. Rigor científico nulo.
Primero, si una casa se construye para aislar del frío, automáticamente aísla del calor.
Segundo, que las ventanas sean pequeñas no hacen que se acumule más el calor. De hecho, si el edificio no tuviera ventanas, probablemente en el interior haría más fresco que en el mismo edificio con ventanas.
Tercero, si lo que tiene que enseñar España al norte de Europa es a comprar ventiladores o equipos de aire acondicionado, menuda enseñanza de mis narices. Si me dices que España le va a enseñar al norte de Europa a construir edificios energéticamente mucho más eficientes, te compro el argumento, pero precisamente la eficiencia energética de los edificios que se construyen en España, es muchiiiiiiiiiiiisimo peor que la eficiencia de los edificios del norte de Europa.
Como dije, una basura de artículo que no hay por donde cogerlo
videtti
Menudo titulazo os habéis lucido.
Clicxataka.
Spaniard37
Xataka solo ve problemas. Parece que en UK no habrá inviernos nunca más.
Además en España la mayor parte de edificios viejos tienen ventanas bastante pequeñas, comparado con los vecinos del norte. Por razones obvias.
Me aburro anyways
t0nil01
Europa no tiene ningún problema, y España no tiene ninguna solución.
Cualquier casa de pirineos para arriba tiene un aislamiento y unas puertas y ventanas que les dan doscientas patadas a los coladeros que se vienen montando en España desde hace décadas.
Gastar un ventilador es una ñapa como una casa... (únicamente modifica el coeficiente de convección al hacer que el aire fluya mas rápido, pero globalmente calienta la habitación donde este).
La única solución pasa por montar un equipo de aire acondicionado, y en comparación en una casa española, el frio se va a escapar por todas partes y en una europea no.
Con lo cual España sigue teniendo un problema y Europa la solución.
Buenos aislamientos que permitan el confort térmico tanto en invierno como en verano, con una mayor eficiencia, un menor consumo energético y por tanto un mayor ahorro económico.
he dicho
Antonio
¿Dónde está el botijo?
Escepticum
Tranquilidad.
En esos países el problema , por mucho titular sensacionalista que nos vendan, no es el calor, es el frío. Y por muchísima diferencia. Retener el calor en los edificios es su principal prioridad y cambiar eso es un disparate.
tecnoman
Noticia calenturienta del día.
lastdanz
Esto es un descojone.
Trabajo se lava las manos del incumplimiento de la normativa de bienestar térmico. Y el calentamiento sólo va a más. Dos semanas seguidas a 45 grados en Andalucía. Vamos irremediable y rápidamente a un Marruecos II.
De planes renove para ventanas y demás aislamiento, ni preguntar.
Sálvese quien pueda.