La escala a la que ocurren los cambios en la evolución es tan dilatada en el tiempo que entenderla completamente queda fuera de nuestro alcance. Pero algunos cambios ocurren a escalas no geológicas sino más cercanas a las humanas. No dentro de la vida de una persona pero sí a una velocidad tal que hemos podido registrarla en los anales de la historia.
No todos los animales evolucionan al mismo ritmo. Prueba de ello son los fósiles vivientes que caminan entre nosotros. Desde los cangrejos cacerola hasta los celacantos, por no hablar de plantas como los helechos, numerosas especies san sobrevivido con cambios mínimos al paso de cientos de millones de años. Otras en cambio, estas son algunas de ellas.
Las tuátaras (Sphenodon punctatus) son un tipo de lagarto endémico del archipiélago de Nueva Zelanda. Su genética ha evolucionado incluso ante pequeñísimas variaciones en el clima de la región y algunos lo consideran el animal más rápido en evolucionar de los que conocemos. Curiosamente, las tuátaras pertenecen a un orden de reptiles, Sphehodontia, muy antiguos, cuyos orígenes pueden trazarse a la época en la que los dinosaurios aún rondaban la Tierra.
Quizá el ejemplo más sonado de especie que ha evolucionado a gran velocidad es la de la polilla del abedul (Biston betularia).
La evolución de esta polilla británica ha ido de la mano de la revolución industrial. Durante los últimos 200 años los ejemplares de esta especie han ido oscureciendo. Con ello se han adaptado a un ambiente también más oscuro por efecto de la polución ambiental. No es la única especie que ha experimentado esta “metamorfosis”, hasta el punto de que el fenómeno cuenta con nombre propio: melanismo industrial.
Incluso nosotros mismos
El del melanismo industrial no es el único ejemplo de mutaciones causadas por el ser humano. Un ejemplo de esto es la aparición en el sudeste africano de elefantes sin colmillos. El marfil de estos es lo que hace a estos animales blanco de los cazadores. Tanto es así que, pese a las medidas de protección vigentes, los elefantes sin colmillos lo tienen más fácil para sobrevivir.
Otro ejemplo de evolución marcada por las actividades humanas es la aparición de peces del Atlántico norte conocidos como “bacalaos de invierno” (Microgadus tomcod). Estos pescados han evolucionado generando resistencia a los bifenilos policlorados (PCB). Se trata de un compuesto ya prohibido pero aún presente en el fondo de lugares como el río Hudson, donde habitan estos peces.
Las aves están representadas por algunas de las especies más rápidas en evolucionar son descendientes directas de los dinosaurios: las aves. Un ejemplo de esto es el pingüino de Adelia (Pygoscelis adeliae), que en los últimos milenios se estima ha evolucionado siete veces más rápido de lo que cabría esperar.
En las islas Salomón, el anteojitos de Vanikoro (Zosterops gibbsi) ha evolucionado de tal manera que solo en el archipiélaco pueden identificarse 13 especies interconectadas e este pájaro, cada una con características que las hacen únicas. Más cerca, en Europa, un ejemplo de evolución rápida es el del carabao común (Strix aluco).
Finalmente, los humanos no estamos exentos de observar cambios. A lo largo de nuestra historia, los Homo sapiens hemos convivido con casi otra decena de especies humanas u homínidas y también hemos visto cambios en nuestra propia imagen. Cambios como la pérdida de melanina que vivieron las poblaciones que abandonaron África. Con esta adaptación, por ejemplo, era posible desenvolverse mejor en lugares con menor exposición al sol que las existentes en nuestro continente de origen.
La evolución es un proceso natural, pero los indicios de que esta ocurre cada vez más rápido pueden suponer una mala noticia. Un estudio reciente observó, analizando 19 especies distintas, que los cambios genéticos ocurrían, en término medio, un 18,5% más rápido de lo que se esperaba. Quizá más preocupante, otro estudio, este de 2021, comprobó que las especies más rápidas en evolucionar eran las que más riesgo tenían de extinguirse. Sin duda un resultado muy intuitivo. Quizá no sea tan cierto eso de “adaptarse o morir”.
Imagen | John Hardin, CC BY 4.0
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Tron
La premisa es falsa. Al contrario de lo que muchos erroneamente creen (como el autor) la evolucion no actua lentamente a escala geologica ni en miles años ni nada por estilo. Los cambios evolutivos son rapidos, en cuestion de muy pocos años si el entorno cambia.
Y esto no es nada raro, ya lo dejo bastante claro Darwin en su libro con gran candidad de ejemplos documentados. El mas conocido tal vez sea el caso de los pinzones de Darwin.
La velocidad de los cambios depende de la presion evolutiva: cambios en el ambiente, competidores, etc. En pocos años si el entorno cambia una especie puede cambiar drasticamente. Por ejemplo las sequias en islas, la llegada de especies competidoras, etc.
frkwot5
A mi me ha hecho gracia la asociación de los elefantes...menuda conclusión, como los humanos los matan por sus colmillos ellos deciden nacer sin estos...venga hombre!!!!
Si los elefantes empiezan a nacer sin colmillos será por varios motivos que llevan miles de años arrastrándose: no tienen que pelear con otros grandes mamíferos, y su hábitat ha cambiado y no necesitan hacer grandes esfuerzos para acceder a la comida (no es lo mismo un árbol de ahora que uno de hace miles de años)
es como si los animales pudieran elegir, o como si la evolución fuera de hoy para mañana y según me pique
pero como estamos en una sociedad antropocentrista para bien o para mal (últimamente para mal siempre) pues así nos va
asdarfa
No entiendo muy bien algunas conclusiones que saca el artículo. De todas formas es sabido de hace tiempo que estamos en una época donde habrá una gran evolución de muchas especies por simple presión evolutiva, muchas de ellas hacía la domesticación, ya que hemos invadido su hábitat y bajan a comer a la ciudad, belyaev estaría contento que se repita su experimento a gran escala.
vilani
Discrepo bastante en la conclusión de algunos expertos sobre el tema en cuestión.
Todos los seres vivos evolucionan día a día según va cambiando su entorno. La evolución de las especies es lenta en si, y siempre ha sido a si porque el entorno varia en tiempos muy dilatados.
Que esta pasando estos últimos miles de años, pues que el entorno y el habitad de muchas especies esta variando muy rápidamente debido a la intrusión humana. Y eso mismo hace que la evolución de las especies se acelere también, porque o se adaptan o mueren.
Simplificando, esto quiere decir que el tiempo de evolución de las especies es directamente proporcional al tiempo en el que cambia el habitad de las mismas, así de simple.
Que las especies que están evolucionando mas rápidamente tienen mas peligro de desaparecer?, lo dudo mucho.
riverarodrigoa
Este articulo esta redactado muy mal, un tormento seguir las ideas que plantea !
HAXNAGE
Llaman evolución a una adaptación rápida al nacer a las condiciones actuales y nuevas.