Esta semana ha sido especialmente cálida en toda la península Ibérica y parece que comunidades como Extremadura seguirán durante algún tiempo más bajo el calor. Las autoridades se han puesto alerta ante la situación, y no solo las sanitarias. Desde la Dirección General de Sostenibilidad de la Junta de Extremadura se anunció el jueves la puesta en marcha el protocolo de actuación y seguimiento ante posibles golpes de calor a la fauna amenazada. Su objetivo es evitar que especies en peligro como el águila imperial ibérica o los buitres negros vean empeorar su situación por las altas temperaturas.
Efectos desiguales según especies. El problema, por supuesto, no es la temperatura en sí, sino que el calor llegue tan temprano. Por su ciclo biológico, especies como el águila imperial ibérica o el buitre negro cuentan en estas fechas con nidos con crías que de menos de un mes de edad. Los nidos de estas aves se encuentran a menudo a pleno sol o escasamente protegidos, por lo que estas crías pasan a estar en una situación muy vulnerable.
Los pollueos que deciden escapar del nido pueden ser atacadas por otras especies depredadoras fuera de la protección de éste. Especies como el águila perdicera no sufren este problema puesto que sus crías han podido desarrollarse y son ya en estas fechas capaces de desenvolverse fuera del nido sin mayores riesgos.
¿En qué consiste el protocolo? El protocolo iniciado por las autoridades extremeñas implica que los agentes del medio natural y los técnicos de biodiversidad vigilarán y controlarán los nidos de águilas y buitres que cuenten con pollos. También intensificarán el aporte de alimentos a águilas imperiales, puesto que sospechan que la situación podrá ser peor si las aves no consiguen los alimentos que necesitan.
Además de la vigilancia de los nidos de las aves en peligro, se recogerán crías de aves caídas en zonas urbanas. Éstas serán trasladadas después a centros de recuperación de la fauna. Las instituciones han hecho también un llamamiento pidiendo la colaboración ciudadana para localizar a crías caídas o ejemplares a los que les aprecien “comportamientos extraños”
Proteger los animales salvajes frente al calor. Buena parte del enfoque de este plan de acción se pone en ave salvajes de gran tamaño pertenecientes a especies amenazadas. Sin embargo las altas temperaturas pueden perjudicar a diversos animales de nuestro entorno, incluyendo animales domésticos, mamíferos de todo tipo, reptiles, y un largo etcétera. Los animales en cautividad y en reservas también requieren especial atención por parte de sus cuidadores en determinadas ocasiones.
Más allá de las medidas implementadas por las autoridades, también pueden encontrarse formas de ayudar a los animales que viven en nuestro entorno. En Inglaterra por ejemplo, desde el Sally Welbourn from Dorset Wildlife Trust (DWT), recomiendan mantener agua en lugares por los que puedan pasar los animales como jardines, así como crear zonas a la sombra para que puedan protegerse del sol.
No solo olas de calor. Existen otros eventos extremos que pueden perjudicar a los animales de nuestro entorno, como tormentas e inundaciones, o eventos de frío extremo. Las tormentas y las inundaciones pueden también afectar a los árboles en los que anidan las aves, y las olas de frío también conllevan la necesidad de proteger a los animales salvajes y de granja.
Imagen | BarbeeAnne
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