Durante días, más de seis mil toneladas de residuos domésticos han permanecido acumulados en un minúsculo depósito de la cara este del Peñón de Gibraltar. La aventura comenzó en febrero, cuando los acuerdos con la Mancomunidad de Municipios del Campo de Gibraltar para procesar la basura en el vertedero gaditano de Los Barrios dejó de poder aplicarse por el Brexit.
El Brexit de la basura. Desde hace 23 años, el Complejo Medioambiental Sur de Europa se encarga de gestionar la basura de Gibraltar. No obstante, las negociaciones para definir la situación del Peñón con respecto a España siguen en marcha y, mientras tanto, cualquier gestión (por menor que sea) puede volverse un problema enorme. En las últimas semanas, el gobierno de Reino Unido tuvo que adquirir maquinaria de trituración de basura para que la capacidad de almacenamiento de residuos no se viera comprometida. Pero en los últimos días, la situación se estaba volviendo insostenible.
Tanto es así que el Gobierno llanito tiene sobre la mesa planes para empezar a almacenar la basura en los túneles de la II Guerra Mundial o trasladarla en barco a otros países que no pertenezcan a la Unión Europea. Nada de eso soluciona el problema de fondo: la cadena de retrasos que, empezando por la Empresa de Residuos de Gibraltar, llega hasta el Ministerio para la Transición Ecológica del Gobierno de España (quien tiene que autorizar finalmente el paso de la basura por la Verja) y ha podido provocar el primer gran problema medioambiental del Brexit.
Un problema que no solo afecta a Gibraltar. Al menos, eso es lo que se deduce de las quejas que tanto los grupos ecologistas (como Verdemar) o las asociaciones patronales y de cooperación (como el Grupo Transfronterizo) llevan protagonizando en los últimos días. La acumulación de residuos en unas instalaciones pequeñas puede desencadenar "un episodio de contaminación ambiental para toda la bahía" de Algeciras y, de agravarse, en todo el estrecho. Finalmente, como nos confirma el mismo Gobierno de Gibraltar, se ha conseguido resolver el problema y los trabajos de transporte empezaron el 25 de febrero.
Y no hay que olvidar que allí se encuentra el Parque Natural del Estrecho, 18.910 hectáreas protegidas que tienen un papel clave en el paso de aves migratorias y mamíferos marinos a nivel supracontinental. Una crisis ecológica en esa zona pondría contra las cuerdas unos ecosistemas que ya se encuentran muy degradados por el continuo paso de buques en un espacio tan reducido como es el del Estrecho.
Una solución... provisional. Tanto la Mancomunidad como el Ministerio han anunciado que en los próximos días se empezaran a enviar camiones de residuos al complejo de Los Barrios, pero el problema sigue latente. Este martes, 1 de marzo, se vuelve a reunir la mesa de negociación para definir las relaciones con Gibraltar y, aunque no es la intención de las autoridades, si no se avanza, la situación puede volver a repetirse.
Imagen | Christopher Moreno
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