La anomalía española: mientras el mundo sufre temperaturas récords, el pico más cálido del año no llega a "ola de calor"

Parece que España seguirá sin su "primera ola de calor" oficial, pero el calor está aquí para quedarse

Las radios de todo el país han despertado con las mismas seis palabras: "el día más caluroso del año". Y, pese a que hacer previsiones a largo plazo este 2024 es muy peligroso, son seis palabras que tienen sentido.

Primero, porque todo apunta a que efectivamente este miércoles 24 de julio tendrá las temperaturas más altas de lo que llevamos de año. Y, segundo, porque a medida que avanza el verano, cada vez quedan menos días de canícula. Aunque esto último tiene trampa.

Una España amarilla y naranja. Basta ver el mapa de avisos de calor de AEMET para estos días, para comprobar que los técnicos de la Agencia han pintado casi toda el país de naranja y amarillo. Solo se libran de los avisos por temperaturas máximas extremas vinculadas a la ola de calor la cornisa Cantábrica, la cabecera del valle del Ebro, Burgos, buena parte de Galicia y algunas zonas del Mediterráneo.

¿Y eso en qué se traduce? Se espera que las temperaturas máximas alcancen los 40-42 grados de forma generalizada en el centro y el cuadrante suroccidental de la península. De hecho, no sería raro encontrarnos con temperaturas cercanas a los 44 en el valle del Guadalquivir.

También serán muy altas en el valle del Ebro y en el interior de Valencia (con los termómetros entre 39-40 grados), el interior del sureste peninsular (38-39 ºC) y el sur de Ourense y la meseta Norte (37-38 ºC).

Aunque lo peor, como de costumbre, vendrá por la noche. Porque, especialmente en los grandes valles de la mitad sur y las zonas afectadas por el terral, las mínimas no caerán por debajo de los 22 grados (pudiendo llegar a 24 ºC). Y esto no sólo será la noche del miércoles, sino muy probablemente la del jueves también, pese al descenso térmico moderado que se espera.

Esta ola de noches tropicales (con temperaturas superiores a los 20 grados) va a hacer muy complicado descansar durante las próximas noches en amplias zonas del país.

¿Ya podemos despedirnos del calor extremo? No, en estas circunstancias de lo único que podemos despedirnos es de las certezas. Aún queda mucho verano y eso significa que aún queda muchas oportunidades de que el calor se apodere del país. De hecho, el año pasado, el 23 de agosto fue oficialmente el día más caluroso del año.

Es verdad, como decía, que a nivel peninsular julio es el mes más cálido del año y que conforme avanzamos hacia septiembre y las noches se alargan el calor se va haciendo más soportable. Sin embargo, es sólo estadística: llevamos suficientes meses de 2024 como para saber que nos podemos esperar cualquier cosa.

Vía Juan José González Alemán

La gran paradoja española de este año. Y es que los datos globales del Servicio de Cambio Climático Copernicus de la Unión Europea no dejan lugar a dudas: el 21 de julio fue el día más caluroso en la Tierra desde al menos 1940 y ese es un récord que llevamos ya dos años rompiendo.

Sin embargo, nuestra región ha tenido unos meses relativamente frescos. Nadie tiene muy claro si es un cambio de tendencia, una casualidad cósmica o algo que ni siquiera entendemos aún, pero eso hace que (por primera vez en años) el verano esté siendo completamente abierto.

Imagen | ECMWF

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