Lo dimos por extinto hace un siglo... pero "el insecto más raro del mundo" ha vuelto a aparecer

Hace ahora casi 100 años, en 1920, la comunidad científica dio por extinguido al insecto palo de la isla de Lord Howe. Este animal, un bicho de dimensiones considerables (los machos alcanzan los 15 centímetros y pesan hasta 25 gramos, y las hembras son aún mayores), había vivido en esa isla durante siglos hasta que la plaga de ratas que bajaron del barco británico Makambo en 1918 arrasaron con sus huevos.

Sus números bajaron hasta desaparecer y nadie volvió a verlos... hasta que décadas después, en 2001, volvieron a ser avistados en otra isla, Pirámide Ball, a unos 20 kilómetros de distancia. Nadie sabe cómo llegaron hasta allí, pero allí estaban: 24 nuevos ejemplares, los únicos que quedaban, convirtiéndose así en "el insecto más raro del mundo" para la comunidad científica y para el mundo entero.

Pero, ¿eran los mismos, o eran otros tremendamente parecidos? Para saberlo, fue necesario capturar un ejemplar y llevarlo vivo a un laboratorio donde hacer un análisis de ADN y compararlo con el de los insectos originales para aclarar la duda. Una tarea nada sencilla por su escasez y fragilidad.

Es oficial: el "insecto más raro del mundo" ha vuelto

Esta semana, un estudio publicado en la revista Current Biology lo ha hecho oficial: los ejemplares vivos atrapados en Pirámide Ball se diferencian genéticamente menos de un 1% de los originales de la isla de Lord Howe, una diferencia considerada dentro del rango que pueden presentar dos individuos de la misma especie.

Los científicos explican que esto significa que hay posibilidades de reintroducir el insecto en su hábitat natural. Pero esto quiere decir también que el insecto palo de la isla de Lord Howe sale de una lista, la de los animales extintos, para entrar en otra más interesante: la de las especies lázaro, que igual que el personaje del que toman su nombre, volvieron a la vida después de ser dadas por muertas.

Otras especies que volvieron de la extinción

Una de esas especies es el celacanto, un pez al que muy bien podríamos declarar campeón al escondite. Su existencia se conocía gracias a los fósiles, pero se lo daba por desaparecido desde el Cretácico, hace unos 65 millones de años. En 1938 un grupo de pescadores atrapó un ejemplar vivo junto a las costas de Sudáfrica, obligando a los científicos a replantear su estatus.

Puesto que declarar un animal extinto es una decisión humana, esta decisiones a veces puede ser errónea. Ocurrió con el jabalí orejudo, original de una pequeña zona de Sudamérica ocupada por selva que corresponde en parte a Paraguay, en parte a Bolivia y en parte a Argentina. Descrito en 1930 gracias a sus fósiles, se consideraba extinto hasta que en los años 70 se descubrieron varios ejemplares vivos. Parece ser que la población local los conocía perfectamente, pero nadie se había preocupado de enseñárselos a los científicos.

El caso del carricero picudo también es señalable porque no es solo que volviese de la extinción, es que el mero hecho de descubrirlo fue un desafío. Fue descrito por primera vez tras la observación de un solo ejemplar en la India en 1867, y luego... nada. Pasaron 139 años hasta que fue avistado otro ejemplar en 2006. Durante ese tiempo, este pájaro se dio por extinguido. Más adelante se descubrió un tercer ejemplar, disecado, dentro de la colección de un museo británico.

Fotos | Wikipedia y Agencia Sinc
En Xataka | Sin quererlo, los científicos están ayudando a los cazadores furtivos a acabar con especies en peligro de extinción

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