Una de las ideas más importantes que subyacen en la física es que sus leyes son universales. La velocidad de la luz es la misma en nuestra galaxia y en la de al lado y la gravedad debe funcionar también de la misma manera en todas partes. Pero hay sitios donde parece que la gravedad se quiere tomar un descanso, sitios como Magnetic Hill, una misteriosa colina que desafía a la gravedad.
Las colinas magnéticas. Estos lugares suelen recibir una variedad de nombres más o menos llamativos desde colinas mágicas a colinas gravitacionales. Uno de ellos se encuentra en la provincia canadiense de New Brunswick, Magnetic Hill, pero podemos encontrarlos mucho más cerca de nosotros.
Si dejamos caer una pelota en una de estas colinas mágicas, magnéticas o gravitacionales, veremos que esta en lugar de ir cuesta abajo tomará la ruta contraria y ascenderá. Lo mismo ocurre con vehículos que dejemos en punto muerto: irán colina arriba.
¿Qué es lo que pasa en realidad? Detrás de este no hay magia ni magnetismo, solo la fuerza de la gravedad... y una ilusión óptica. Es realmente la gravedad la que empuja “hacia arriba” lo que se encuentra en estas colinas, o que pasa es, simplemente, que ese “arriba” no lo es, solo nos lo parece.
Una ilusión óptica que, para quienes la han experimentado, resulta imposible discernir de la realidad sin el equipamiento adecuado. Los terraplenes que rodean las vías situadas en estos lugares son los responsables de esta ilusión, según explica el físico Brock Weiss, de la Universidad del Estado de Pensilvania. El horizonte (o la falta de una perspectiva clara de éste) también sería un factor determinante que permite a nuestra mente situarse en una perspectiva completamente errónea.
Desde Canadá hasta Alicante. No se sabe cuántos de estos lugares hay sobre la faz de la Tierra. Tan solo en España pueden encontrarse dos. El primero, la Cuesta Mágica del Moncayo, en la falda aragonesa del Moncayo, muy cerca de la frontera entre Zaragoza y Soria; y el segundo, la Cuesta Mágica de Crevillent, en el municipio de Crevillent, en la provincia de Alicante. Algunos cuentan con nombres tan curiosos como Confusion Hill, ésta en California.
Colinas de laboratorio. En 2003 un grupo de investigadores de las universidades de Padua y Pavía se propuso estudiar estas “colinas antigravedad”. Crearon maquetas basadas en algunos de estos lugares e invitaron a varios participantes a mirar a través de una mirilla. Realizaron algunos ajustes en el horizonte que se mostraba en la maqueta para estudiar mejor la percepción de los testigos.
Señalan en el artículo que encontraron "que la pendiente percibida depende de la altura del horizonte; que la inclinación de la superficie tiende a ser infraestimada relativa al plano horizontal, y que cuando está precedida, sucedida o flanqueada por una fuerte pendiente hacia abajo, un tramo de pendiente leve hacia abajo es percibido como una pendiente hacia arriba”.
Imagen | Fulvio Spada, CC BY-SA 2.0
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