El tamaño importa. Claro que importa. Importa en muchas cosas, pero sobre todo en la longevidad. Porque no es casual que una ballena de Groenlandia llegue a vivir 200 años, mientras que la mosca común viva, de media, 28 días. Es casi una "ley" de la zoología: los animales pequeños tienden a vivir menos años que los animales grande.
Y, sin embargo, con los perros no pasa.
¿Y qué pasa con los perros? Es curioso porque, aunque solemos hablar de la "vida de los perros" como algo homogéneo y expresiones del tipo "años de perro" son conocidísimas, pero precisamente en los perros la situación varía mucho. Para que nos hagamos una idea: la esperanza de vida al nacer de los ejemplares de algunas razas llega a doblar a la esperanza de vida de otras.
Y los peores parados son los perros grandes. De hecho, el tamaño corporal es el mejor predictor de la duración de la vida en los perros domésticos. La pregunta es por qué.
Hay miles de teorías. No obstante, no todas tienen sentido. Por ejemplo, Silvan Urfer, un veterinario que trabaja en el Dog Aging Projet de la Universidad de Washington, explicaba en la National Geographic que las que lo relacionan con la endogamia no parecen tener mucho sentido. No sólo porque no hay nada que nos haga pensar que hay más endogamia en razas pequeñas que en razas grandes, sino porque la diferencia entre perros mestizos y "pura raza" es de pocos meses.
Otras teorías relacionan esta diferencia de esperanza de vida con cosas como la salud dental, la obesidad o el desarrollo cognitivo. Sin embargo, ninguna de ellas ha conseguido explicar de forma integral (y efectiva) el problema.
¿Entonces? Los investigadores de la Universidad de Washington trabajan en otra hipótesis: que la culpa sea el crecimiento. Pensémoslo de esta manera, la diferencia de tamaños entre razas es también el doble. "Un terranova adulto vive entre 9 y 10 años y pesa hasta 70 kilos. Un chihuahua vive entre 14 y 16 años y pesa 3 kilos", explica Urfer.
Esto les ha hecho pensar que a los perros grandes les queda una enorme cantidad de crecimiento por delante y ese desarrollo puede acabar provocando daños a nivel celular: desde la pérdida de telómeros a un mayor daño oxidativo. En el fondo, significa que los perros grandes envejecen más rápido (y desarrollan antes enfermedades relacionadas con la edad).
¿Por qué esto pasa con los perros? El motivo, según los investigadores, es sencillo: son una única especie. Cuando comparamos tortugas gigantes con mosquitos tigre, estamos comparando especies diferentes con historias filogenéticas y adaptaciones evolutivas totalmente distintas. Pero al hablar de pastores alemanes y bichones malteses, hablamos de los mismos mecanismos genéticos trabajando de manera muy diferente (y mucho más).
Es lógico que, en cierta forma, en un contexto funcionen mejor que en otro. Y parece que el tamaño es uno de los contexto en los que esto se nota más.
Imagen | Mahmoud Ayad
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