Dentro de unas cuantas décadas, cuando peines canas y puedas subirte al bus con el carné de pensionista, quizás mires la playa en la que jugabas los veranos de tu infancia y le digas a tu nieto con aire profundo: "Cuando yo era niño todo esto era arenal". Él tal vez no te haga el más mínimo caso; pero será verdad. Si estáis paseando justo por el borde, remojándoos las pantorrillas con las olas, es probable que piséis terreno que años atrás quedaba más al resguardo de la marea.
El nivel del mar está subiendo. Y más lo hará. No tendrás que tirar de recuerdos para saberlo. Lo dicen —y con claridad, además— los estudios de organismos a priori tan solventes como el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC). El profesor Robert Kopp, autor del capítulo que el sexto informe del organismo dedica a los océanos de la Tierra, lo explicaba con claridad en 2021. Desde 1970 el nivel global está subiendo a un ritmo acelerado. Tanto, que el último ha sido el siglo que ha dejado el mayor incremento en, al menos, un período de 3.000 años.
Y el panorama que dibuja el último balance del IPCC no es más alentador. "En los próximos 2.000 años el nivel medio del mar aumentará entre dos y tres metros si el calentamiento global se limita a 1,5 grados y alcanzará entre dos y seis metros si no supera los dos grados", detallan sus autores, que alertan de que un alza de los océanos es ya "inevitable para los próximos siglos o milenios".
Una línea de litoral con fecha de caducidad
"Durante la última década, el nivel medio global del mar ha aumentado a un ritmo de unos cuatro milímetros por año. Este aumento se debe a dos factores principalmente: el derretimiento del hielo en los glaciares de montaña y en los polos y la expansión del agua en el océano a medida que absorbe calor", comentaba Kopp en un artículo publicado en The Conversation. Solo entre 2013 y 2019, el tiempo que transcurrió entre los informes del grupo intergubernametal, los expertos comprobaron señales que evidencian cómo la pérdida de la capa de hielo se está "acelerando".
Según los cálculos que maneja Kopp es probable que hacia mediados de este mismo siglo nos encontremos con que el nivel de los mares ha aumentado, de media, entre 15 y 30 centímetros.
Lo peor es que esa deriva ya difícilmente podrá frenarse. "El cambio hasta 2050 está en gran medida fijado", alerta. Sus cálculos están en sintonía con los de otras instituciones. A comienzos de 2022 la NASA y otras agencias gubernamentales de EEUU, incluida la NOAA, publicaron un informe que concluye que en los próximos 30 años los mares podrían subir tanto como en el último siglo.
Los expertos calculan que a lo largo de las costas de Estados Unidos el nivel del mar aumentará entre 25 y 30 centímetros. Más allá de 2050 el escenario es complejo y depende de lo que hagamos durante los próximos años, pero Kopp apunta que, si no cambiamos, mantenemos las emisiones y permitimos que las temperaturas suban entre tres y cuatro grados de cara a 2100, el planeta se enfrentará a un aumento del nivel de los mares de aproximadamente 0,7 metros. En el peor de los escenarios, con una fuerte contaminación, habla incluso de 2 metros a finales de siglo.
En España, con 8.000 kilómetros de costa, eso supondría un problema considerable. El informe sobre cambio climático presentado en 2021 por el Gobierno dibuja un escenario en el que la cota de inundación en parte de las costas del país —atlántica, cantábrica y Mar de Alborán— podría crecer un 8% para 2040. En Canarias aumentaría un 6% y entre un 2 y 3% en el resto del Mediterráneo y el Golfo de Cádiz. El estudio apunta el riesgo de daños millonarios por inundaciones en las ciudades del litoral más expuestas y cómo la subida de los mares perjudicaría también el sector turístico.
No hace falta imaginarse cómo cambiaría el país con la subida de los mares. Climate Central, un organismo dedicado a la investigación del cambio climático, ha elaborado mapas online en los que puedes ver en detalle cómo afectarían a nuestras ciudades diferentes escenarios de aumento del nivel del mar. Algunos se corresponden con los cálculos de los expertos a medio plazo; otros van más allá y permiten ver qué ocurriría si el nivel del mar creciese de forma exponencial.
La herramienta de Climate Central, interactiva, permite ver qué pasaría por ejemplo con incrementos de entre 0,5 y 30 metros y diferentes circunstancias, como un alza sin freno de la contaminación, un control moderado o incluso una "reducción extrema" en las emisiones de carbono.
Sus proyecciones son interesantes sobre todo para explorar cómo el aumento del nivel de los océanos puede afectar al riesgo de inundaciones y lo expuestas que están las zonas sensibles, sobre todo si al aumento de las aguas se suman fuertes marejadas y factores que lo agraven.
Climate Central también aporta pronósticos para algunas localidades litorales. "Con contaminación no controlada, el pronóstico mediano para cuando el aumento del nivel del mar alcance 1,5 m en Barcelona es 2190, con intervalo muy probable 2130-2200+", detalla para el caso de la Ciudad Condal. La previsión es muy similar en otros puntos del mediterráneo nacional, como L´Estartit (2190), Valencia (2200), o Palma (2180). Lo mismo pasa en Atlántico y Cantábrico.
Las simulaciones de Climate Central muestran también las superficies urbanas que quedarían perjudicadas por la subida del nivel del mar. En el caso de Vigo, por ejemplo, revela que con un alza de solo dos metros se vería afectado ya parte de su relleno. Con una subida mayor, de cinco metros, el impacto se extendería incluso a parte del cauce del río Lagares, que atraviesa la ciudad.
El impacto sería sensible también en rías como las de Avilés, San Esteban de Pravia, Foz o Betanzos. Otros puntos en los que se sentiría con fuerza el aumento de nivel, tanto por su proximidad al mar como altitud, es el Delta del Ebro, el de Llobregat y la desembocadura del Guadalquivir.
Los archipiélagos también padecerían el efecto de forma señalada. Como ya recoge el Informe Mar Balear, el Mediterráneo occidental y en concreto las islas Baleares se consideran uno de los puntos más vulnerables al aumento del nivel del mar. Según sus datos, hay escenarios que contemplan aumentos de entre 57 y 75 centímetros a finales de siglo, lo que implicaría que las playas retrocediesen de forma considerable: entre siete y 50 metros, en función del caso.
Los mapas de Climate Central reflejan también los riesgos costeros. Por ejemplo, en el caso de Valencia muestran una amplia franja que se vería afectada con un nivel de agua de 10 metros por encima de la línea de marea alta. Es un dato elevado, pero no estaría relacionado solo con un alza del nivel del mar. El estudio plantea ese escenario con la suma de varios factores: el la variación del mar, las mareas y una marejada ciclónica. Los mapas también muestran áreas que quedarían bajo las aguas en función del paso del tiempo teniendo en cuenta las proyecciones de los expertos.
Después de todo, puede que no necesites esperar a la jubilación y tener nietos apreciar cómo la subida de los océanos desdibuja las costas que conociste cuando eras un niño.
Imágenes: Climate Central
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