Las agencias espaciales de los distintos países están desempeñando un papel cada vez más importante ayudándonos a anticiparnos al cambio climático. En parte, los satélites de estas agencias son testigos idóneos de los cambios en nuestra atmósfera, pero agencias como la NASA hoy en día también crean simulaciones climáticas para el futuro.
Lo que nos enseñan, eso sí, no son especialmente optimistas.
Doblemente vulnerables. Las proyecciones climáticas de la NASA están siendo de gran utilidad a científicos de todo el mundo a la hora de prever las consecuencias que traerá el cambio climático a diversos rincones del mundo.
Un ejemplo reciente de cómo se están aprovechando estas proyecciones está en el estudio realizado por un equipo del Euro-Mediterranean Center on Climate Change italiano y de la Universidad de Boston. El estudio, publicado en Nature, combinó proyecciones sobre incrementos en temperatuas y en número de días cálidos, con proyecciones demográficas.
La edad es uno de los factores de riesgo más importantes cuando llega el calor. El exceso de mortalidad durante las olas de calor tiende a recaer en su mayor parte sobre poblaciones por encima de los 65, siendo los más pequeños el siguiente grupo más afectado. Esto implica, que la combinación entre temperatura y envejecimiento poblacional es una importante medida de la vulnerabilidad de una región al cambio climático.
Un problema para España (y más). Europa será una de las áreas vulnerables en este contexto, siendo el sur del continente el área más afectada. Las proyecciones demográficas apuntan a un continente envejecido, pero solo algunas áreas serán las que vean aumentar severamente medidas como los grados-día de aire acondicionado o el número de
El viejo continente no será el único en ver una alta vulnerabilidad demográfico-climática. El este de Asia y países como Estados Unidos y Brasil podrían también experimentar una situación parecida, teniendo que compaginar el crecimiento en el número de personas mayores con el aumento en las temperaturas.
Los detalles del trabajo fueron publicados en un artículo en la revista Nature Communications.
NEX-GDDP-CMIP6. Uno de los motivos por los que las simulaciones de la NASA son de tanta utilidad está en la escala. El banco de datos NEX-GDDP-CMIP6 (NASA Earth Exchange Global Daily Downscaled Projections) parte de los escenarios y modelos climáticos desarrollados en el contexto del Sexto Informe de Evaluación del IPCC (el Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático).
El último modelo agregado del IPCC, el CMIP6 (Coupled Model Intercomparison Project Phase 6) utiliza diversos modelos climáticos agregando sus resultados para lograr una mayor fiabilidad. El trabajo posterior de la NASA se basa en ofrecer proyecciones globales pero de alta resolución, es decir, en una escala geográfica más pequeña y precisa, teniendo en cuenta las características geográficas de cada área.
No solo cuestión de temperatura. Las proyecciones de la NASA no solo nos ofrecen información sobre el aumento de las temperaturas, como por ejemplo radiación solar prevista, precipitaciones, e incluso intensidad de los vientos. Otra medida de gran importancia es la de la humedad, especialmente cuando aumentan las temperaturas.
El calor extremo resulta aún más peligroso para nuestra salud cuando está acompañado de altas humedades relativas. Conocer no solo el incremento esperado en la temperatura sino cualquier hipotética variación en la humedad nos puede permitir estimar la “temperatura de bulbo húmedo”, la sensación térmica ante el calor.
En Xataka | Hay gente cultivando algas en mitad del desierto del Sáhara con un objetivo: capturar CO2 de la atmósfera
Imagen | Lauren Dauphin, NASA Earth Observatory / Andrew Rivera
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