La ONU tiene dos noticias: la buena es que El Niño está debilitándose, la mala es que eso no significa absolutamente nada

"Un 98 % de probabilidades de que al menos uno de los próximos cinco año sea el más cálido jamás registrado"

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Vayamos al grano: la temperatura de las aguas superficiales del Atlántico Norte "ha estado en niveles cálidos récord durante todo un año". Eso quiere decir, que durante más de 365 días cada día ha sido el día más cálido del registro desde que este existe.

Es una barbaridad y, aunque la explicación es compleja (e incluye efectos planetarios, emisiones de los barcos y dinámicas climáticas), uno de los culpables es El Niño. Por suerte no ha sido demasiado fuerte, pero aún así es escenario es increíblemente preocupante.

La buena noticia es que ha empezado a dar muestras de estar debilitándose. La mala noticia es que eso no significa absolutamente nada.

El calefactor del mundo. Por recapitular, hemos de recordar que lo que conocemos como El Niño-Oscilación Meridional  (o ENSO, por sus siglas en inglés) es un fenómeno climático cíclico (aunque algo irregular) que tiene grandes efectos sobre el clima mundial.

Es el mejor ejemplo de que la temperatura de los océanos y la circulación atmosférica tienen una relación muy estrecha. Durante la fase cálida (durante El Niño propiamente dicho), la ausencia de vientos alíseos que refresquen la  superficie hace que la temperatura de las aguas del Pacífico se dispare. Eso impulsa los termómetros de todo el planeta.

Mucho. Según la Organización Meteorológica Mundial, "hay un 98 % de probabilidades de que al menos uno de los próximos cinco años, así como el lustro en su conjunto, sean los más cálidos jamás  registrados". Y en eso, claro, tenía un papel clave la llegada de El Niño hace más o menos un año.

Pero... ¿qué va a pasar con él? La situación parece bastante clara: según la Organización Meteorológica Mundial, hay un 60% de probabilidades de que siga con nosotros hasta mayo y un 80% de que la ENSO entre en su fase neutra entre abril y junio. Es decir, no parece nada probable que esté con nosotros en verano.

Pero eso no quiere decir que podamos bajar la guarda. La ONU ha sido muy clara: mientras El Niño esté con nosotros unirá sus fuerzas a "la previsión de temperaturas de la superficie del mar inusualmente altas en la mayor parte de los océanos del mundo" y eso, en último término, dará lugar a "temperaturas por encima de lo normal en casi todas las zonas terrestres en los próximos tres meses" (con sus consecuencias para los regímenes de precipitaciones regionales de todo el planeta).

Pero, bueno, luego viene La Niña, ¿no? Es verdad que los modelos predictivos creen que La Niña (y sus efectos refrigerantes sobre la temperatura mundial) llegará a finales de año, pero -- como señalan desde la OMM -- eso es "incierto". Es decir, no estamos seguros de qué va a pasar más allá de verano.

De lo que sí estamos seguros es que, con Niño, Niña o fase Neutral, las temperaturas van a sufrir una anomalía enorme en casi todo el hemisferio norte y en la inmensa mayoría de zonas terrestres del hemisferio sur. 

Lo que la OMM quiere decir. Este enero ha sido, con mucho, el mes de enero con la temperatura oceánica más alta del registro y eso es solo un indicio de algo más grave: que estamos entrando en un territorio desconocido. La Organización Meteorológica Mundial hace hincapié en esto: en que no tiene sentido levantar el acelerador, cuando antes estemos listos, mejor que mejor.

Imagen | Climate Copernicus

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