Con la celebración del COP26 hemos ido viendo cómo varios países lanzan sus compromisos climáticos, como el de acabar con la deforestación en 2030 o Arabia Saudí siendo completamente limpia en 2060 a pesar de ser una gran potencia exportadora de petróleo. Grecia también quiere llegar a ser neutral en carbono, pero lo hará de un modo peculiar: empezará por sus islas.
Que cada isla tenga su energía
No es una mala idea que en Grecia hayan tomado este camino: el país cuenta con nada menos que 227 islas habitadas en su territorio (y muchas más sin habitar). Y para que el país pueda ser energéticamente eficiente, cada una de esas islas debe completamente autosuficiente.
Ese es el punto de partida del proyecto Gr-Eeco Islands: que cada isla cuente con sus propias fuentes renovables de energía y sistemas de transporte que no contaminen. La iniciativa cuenta con el apoyo de la Unión Europea, que ha aportado 100 millones de euros como financiación. Las compañías privadas también están interesadas en el proyecto, sirva de ejemplo este vídeo de Citroën en el que hablan de su cesión de varios coches eléctricos:
No es sólo más eficiente que cada isla cuente con su propio sistema, además los habitantes pueden ver cómo su factura baja de precio en unos 200.000 euros anuales en casos como el de la isla Jalki y sus 482 casas. Se estima que cada habitante de la isla pasaría a pagar de 58 euros a 2 euros al mes de luz instalando un parque fotovoltaico de 1MW. Además, como estamos hablando de islas pequeñas, la autonomía de los coches eléctricos actuales ya es más que suficiente.
Se espera que el proyecto Gr-Eco Islands se convierta en una fuente de aprendizaje para que el resto de territorios más grandes también sean neutrales en carbono. Desde el gobierno griego se cree que esta "independencia energética" supondrá un crecimiento para la economía de las islas, cuando lo habitual es que ésta sea menor que la del territorio continental.
Imagen | Alex Blajan
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