Mientras a la mayor parte de la península Ibérica al fin llega el calor propiamente veraniego, AEMET, la Agencia Estatal de Meteorología, ha activado avisos por lluvias y tormentas. El contraste va a ser particularmente intenso en Aragón y Cataluña, donde coexisten estas alertas con las emitidas a causa del calor.
Lluvia pertinaz. Las lluvias y las tormentas aún no quieren abandonar el norte de la Península. Tanto es así que AEMET mantendrá activos varios avisos amarillos por lluvias y por tormentas en los Pirineos.
Según anticipaban los expertos, las precipitaciones se van a mantener de forma esporádica. Será más al este donde estas precipitaciones sean más relevantes, pudiendo darse lluvias intensas en algunas áreas. Las precipitaciones también podrían darse en la forma de granizo.
Aviso de AEMET. Las zonas afectadas donde AEMET ha alertado serán las del centro de Huesca, el Pirineo oscense, el de Lleida, y el Valle de Arán. Los avisos por lluvia se extienden también el las áreas pirenaicas de las provincias de Girona y Barcelona.
Contrastes. El calor sigue siendo, sin embargo, el principal motivo de alerta para la agencia. Si hoy veíamos avisos naranjas por altas temperaturas en lugares del interior de la Península, como el valle del Ebro a la altura de Zaragoza o La Mancha albaceteña entre otros, mañana será el sudeste donde se podrían alcanzar los 41º.
La llegada de frentes por el norte irá aliviando la situación y rebajando los riesgos asociados al calor, aunque en algunas zonas del sur como el valle del Guadalquivir, las temperaturas máximas aún serán de unos 38º.
El calor no se ha ido, se ha mudado. El inicio del verano ha sido más suave de lo esperado y. Esto podría contrastar con la noción de que llevamos más de un año de récords de temperatura. El motivo es simple: la situación de la península Ibérica este año es peculiar.
Como observa el meteorólogo J.J González Alemán en Twitter, si bien la anomalía térmica en nuestro entorno es irrelevante o incluso tendente al frío, otros lugares de Europa (y del mundo) están viviendo veranos tórridos. Ejemplo de ello son el Mediterráneo oriental y Escandinavia.
En estos lugares la desviación en la temperatura es positiva y de una magnitud importante. Esto nos dice poco sobre lo que podemos esperar para el resto del verano, pero no es un buen indicio de lo que podemos esperar a más largo plazo.
Imagen | ECMWF
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