Sinceramente, el verano cada vez tiene peor pinta. Es cierto que se tratan solo de predicciones y que aún quedan días antes de que se materialice, pero los modelos predictivos dibujan un escenario cada vez más extremo para las próximas semanas de julio. Como dice González Alemán de la AEMET, "de cumplirse las previsiones (que muy probablemente lo harán), podríamos tener una dorsal de récord sobre la península ibérica". Y eso es sinónimo de una nueva 'ola de calor'; una que promete hacernos sufrir.
Lo que dicen los modelos meteorológicos. PolarWX es un proyecto de Tomer Burg, un estudiante de doctorado de la Universidad de Oklahoma especializado en estudiar las dinámicas atmosféricas del ártico. Con esta herramienta podemos visualizar mapas en tiempo real de varios modelos de predicción meteorológica. En general, es la forma más sencilla de acercarnos a este tipo de modelos predictivos y, con un poco de entrenamiento, nos permite entender cuáles son las tensiones metereológicas a las que nos exponemos día a día.
Un buen ejemplo es este mapa de temperaturas. En él se proyectan las posibles temperaturas y, como vemos, lo que dibuja son récords de calor en la parte este del país. Y cuando hablamos de récords, hablamos de temperaturas que están por encima de percentil 99 en el histórico de entre 1979 y 2021. Es decir, rarísimas: extremadamente raras.
¿Otra ola de calor? La explicación se puede ver ya en ese mapa. A la izquierda de la península, a la altura de Madeira, se puede ver un punto (azul) de frío. A la derecha, entre Italia y Grecia, se puede ver otro. Esos dos puntos son los epicentros de dos borrascas cuya dorsal (el punto donde se tocan) coincide con la península ibérica.
Esa dorsal no es más que una masa de aire caliente atrapada entre dos grandes tormentas: el botón que va a activar el horno ibérico: esa dorsal va a alejar la inestabilidad atmosférica de la península y el sol, la falta de viento y el aire cálido encajonado van a disparar las temperaturas. En el siguiente mapa se puede observar con claridad esa bolsa de aire atrapado.
¿Qué podemos esperar? Aunque hemos de recordar que, por el momento, se tratan solo de predicciones, lo cierto es que la tendencia no parece positiva. Conforme pasan los días, las temperaturas que muestran los modelos son cada vez más extremas y eso significa que, aun en el caso de que no se cumplan, el resultado final va a ser (en todo caso) muy caluroso. ¿Qué podemos esperar? Calor, mucho calor.
Un tráiler de lo que viene. Hace unos días, comentábamos que el anticiclón de las Azores llevaba décadas creciendo sin parar y que eso es lo que estaba motivando, clima estable, caluroso y seco de la península fuera cada vez más estable, caluroso y seco: que hiciera cada vez más calor. Lo que vamos a ver en los próximos días, si las predicciones acaban por confirmarse, es precisamente cómo una borrasca empuja masas de aire muy cálidas (propias de ese anticiclón) sobre nuestras cabezas. Es decir, vamos a ver un adelanto de lo que nos espera en los próximos años.
Imagen | Clara Margais/AP
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