El equipo de Colossal ha logrado derivar células madre pluripotenciales inducidas a partir de elefantes
Durante la edad de piedra los humanos convivieron con los mamuts, los elefantes prehistóricos que habitaron Eurasia durante el último periodo glacial. De ellos quedan poco más que fósiles y la memoria escrita en pinturas rupestres. Puede que pronto deje de ser así.
Novedades. La empresa de bioingeniería Colossal, que desde hace unos años trata de recuperar de la extinción al mamut (Mammuthus primigenius) y otras especies, ha anunciado avances en su trabajo de desextinción. Concretamente, el equipo ha logrado derivar células madre pluripotenciales inducidas (iPSC) a partir de elefantes asiáticos.
Desextinción. Los elefantes asiáticos (Elephas maximus) son un elemento clave en el proceso de recuperar esta especie desaparecida hace unos 4.000 años. El motivo es que esta especie de paquidermo es la más cercana taxonómicamente al coloso de la edad de hielo.
El plan para recuperar animales como el mamut o el dodo se basan en realidad en la creación de híbridos entre la especie a recuperar y alguna emparentada con ella. El motivo está en la degradación de la información genética de los restos recuperados de esta especie. Este deterioro implica que la reconstrucción total del ADN resulste imposible y sea necesario “rellenar huecos”.
iPSC. El anuncio del nuevo paso adelante lo ha realizado la empresa Colossal a través de LiveScience. La clave del avance está, explican desde el medio estadounidense, en un tipo de célilas madre a las que se denomina células madre pluripotenciales inducidas, o iPSC por sus siglas en inglés.
Se trata de células reprogramadas para ser capaces de transformarse en cualquier otra célula del cuerpo del animal. La empresa ha anunciado que sus científicos han logrado crear estas células a partir de ejemplares de elefante asiático.
TP53. Crear estas iPSC no era tarea fácil. El motivo está en el sendero genético de estos animales, más complejo que el de otras especies. Lo que hicieron los investigadores fue suprimir unos genes encargados de regular el crecimiento y responsables de evitar que las células se repliquen indefiniamente, los llamados TP53.
Tal y como explica Eriona Hysolli, jefa de laboratorio responsable del avance, el equipo tuvo de que recurrir a este proceso de múltiples etapas para lograr estas células madre pluripotenciales.
Investigando las adaptaciones.Ahora el equipo podrá indagar en los rasgos que distinguen al extinto mamut lanudo de los elefantes contemporáneos. El equipo quiere centrarse en aquellas que permitían a la especie extinta adaptarse al entorno frío en el que vivían.
Adaptaciones como su pelo, la curvatura de sus colmillos, sus depósitos de grasa o la forma de su cráneo. Tal y como explica Hysolli, se abre la vía para descubrir los procesos genéticos y celulares detrás de estas características.
Todo ello, además, sin necesidad de extraer tejido vivo de los elefantes vivos. Algo importante si tenemos en cuenta que el elefante asiático es una especie en peligro de extinción. Se estima que quedan unos 50.000 individuos en el mundo, con una población en descenso.
Gestación prolongada. Este avance abre la puerta a crear óvulos y espermatozoides que nos lleven a la creación de un embrión de mamut. Sin embargo el camino hacia la llegada de la primera cría es aún largo.
El periodo de gestación por el que tendría que pasar el hipotético embrión de mamut sería extenso, de unos 22 meses. Es el tiempo que requiere la gestación de los elefantes, casi dos años. Los responsables tendrán que hacer un extenso seguimiento de este proceso.
Aún es poco, además, lo que sabemos de la gestación de los elefantes. Lo que supone un reto, pero a la vez implica que el proyecto, en apariencia banal, de traer de vuelta al mamut, pueda enseñarnos nuevos datos sobre especies en peligro como las de los elefantes modernos.
Imagen | Mauricio Antón, CC BY 2.5 DEED
Ver todos los comentarios en https://www.xataka.com
VER 4 Comentarios